Yunior García, uno de los principales promotores de la Marcha Cívica por el Cambio en Cuba el 15 de noviembre, ofreció una conferencia este jueves tras su inesperada llegada a España.
García y su esposa, Dayana Prieto, aterrizaron en el aeropuerto de Barajas en Madrid el miércoles por la tarde. La noticia se dio luego de que se desconociera su paradero desde la tarde del 15 de noviembre. García llegó a Madrid en un vuelo comercial y entró a España con una visa de turista.
«El problema de Cuba no se llama Yunior García, el problema de Cuba se llama dictadura», dijo García durante la conferencia que dio en el Centro Cultural Galileo el 18 de noviembre.
«Yo sé que algunos no quieren usar la palabra dictadura porque es incómodo, pero entonces ¿cómo se llama eso? No ocultemos el significado de las palabras. Lo que hay en Cuba es una dictadura», agregó.
Respecto a la decisión de García y su esposa de salir de Cuba dijo que decidieron viajar porque si se quedaban en Cuba los iban a «decapitar».
[Mi esposa] y yo nos hemos visto reflejados en esas dos palomas que decapitaron frente a la puerta de mi casa (…) era algo orquestado por la seguridad del estado para atemorizarnos», dijo el activista, señalando que su casa ha estado «vigilada permanentemente» por agentes del régimen.
El dramaturgo dijo además que su familia directa y política ha sido hostigada y amenazada para obtener información sobre el dramaturgo.
«Mi esposa, que es profesora en una escuela de cine, (…) le dijeron que si insistía en participar en la marcha o ser miembro de Archipiélago, iba a perder su trabajo», dijo.
El activista también enfatizó que el régimen castrista ha usado «tres armas para confundir» sobre la reciente crisis en la isla.
«Una es el embargo–quizás es el arma preferida del régimen; la segunda arma, es el mercado de la solidaridad, que es un mercado bastante lujoso para el régimen y muy doloroso para aquellos cooperantes, donde el estado los despoja de prácticamente todo su salario, los hace vivir con una miseria, y los usa como un acto político para ganar determinados favores y luego usarlo como estrategia política en su campaña internacional», agregó.
«Y la otra arma política que usan es esa llamada izquierda. Son una casta casi feudal, todos se comportan casi como burgueses (…) Caminan en dos patas y con sus guayaberas blancas, sus casas con piscinas y sus autos de lujo–viven mucho mejor que el resto de la población», dijo.
Tras llegar el miércoles a Madrid, García afirmó que no ha pedido asilo en España, que su visado es de 90 días y que volverá a su país, pero justificaba su salida de la isla porque «si el régimen cubano me quita la voz, ellos hubieran ganado».
El dramaturgo, dirigiéndose a quienes le cuestionan por haber salido de Cuba, asegura que le gustaría ser más valiente, y que no es esa “estatua de bronce” que algunos creen, que es humano.
Otra de las principales promotoras de la marcha cubana, Saily González, dijo que no juzga la decisión de García, si no, «todo lo contrario».
«Fue una decisión personal por su seguridad, porque además ya sabemos como actúa el gobierno cubano, con una violencia descomunal, con una violencia de todo tipo, como también lo está haciendo conmigo», agregó.
Gonzáles dijo que su video es un «mensaje de aceptación a las decisiones ajenas, porque es su derecho. Me parece que si alguien esperaba a un líder salvador (…) simplemente parece que no entiende que la lucha por la libertad es de todos los cubanos, no de líderes».
Con información de VOA y EFE.
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