Análisis de noticias
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó recientemente a Beijing de actuar como instrumento de Moscú para apoyar la guerra de Rusia contra Ucrania e interferir en la próxima cumbre de paz.
Durante una reunión en Singapur el 2 de junio, el presidente Zelenski criticó al Partido Comunista Chino (PCCh), siendo la primera vez que acusa directamente al régimen de ayudar a Rusia.
«Por desgracia, también hay intentos de perturbar la Cumbre [de Paz de Ucrania]», dijo el presidente. «Nosotros no queremos creer que se trata de un deseo de monopolizar el poder en el mundo: negar a la comunidad mundial la oportunidad de decidir sobre la guerra y la paz y dejar este poder en manos de uno o dos».
En una rueda de prensa posterior, el presidente ucraniano declaró: «Rusia, valiéndose de la influencia china en la región, valiéndose también de los diplomáticos chinos, hace todo lo posible por perturbar la cumbre de la paz».
«Es lamentable que un país tan grande, independiente y poderoso como China sea un instrumento en manos de Putin», dijo el Sr. Zelenski.
«Eso no es solo apoyo a Rusia, es básicamente apoyo a la guerra».
La cumbre, propuesta por Ucrania, está fijada para los días 15 y 16 de junio en Suiza. El PCCh dijo que no irá porque Rusia no fue invitada.
El 4 de junio, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, y el ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, ofrecieron una rueda de prensa conjunta en Beijing.
El Sr. Wang dijo que un «consenso de seis puntos» para resolver la guerra entre Rusia y Ucrania, que fue propuesto por el PCCh y Brasil, cumple con las expectativas de la mayoría de los países y que su contenido ha sido afirmado por Rusia y Ucrania.
Luego agregó que China espera que más países apoyen el «consenso de seis puntos», que el Sr. Fidan también acogió con satisfacción.
El ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano emitió una respuesta, afirmando que «todos los Estados que desean sinceramente el restablecimiento de la paz deberían colaborar para garantizar el éxito de la cumbre en lugar de esforzarse por socavarla».
El ministerio ucraniano criticó al «alto funcionario chino» y afirmó que la presencia de Beijing en la cumbre sería una «señal significativa de una posición equilibrada de China», tras las cuatro cumbres de líderes chinos con Rusia realizadas desde el comienzo de la guerra.
Según la oficina del presidente Zelenski, Kiev envió invitaciones a unos 160 gobiernos y organizaciones. A principios de junio, 107 habían indicado su participación.
El Departamento de Estado estadounidense animó a Beijing a participar en la cumbre, declaró a la prensa un portavoz del Departamento de Estado el 6 de junio.
Tang Jingyuan, comentarista de asuntos chinos, cree que el PCCh está desairando la cumbre porque el plan central es inaceptable para Rusia y China.
Según el Sr. Tang, es posible que el presidente Putin, durante su reciente visita a China, pidiera a Xi Jinping que no participara.
La cumbre aislará aún más a Rusia y China, predijo el comentarista.
«Por estas razones, el propio PCCh no asiste a la cumbre y está tratando de impedir que otros países asistan», dijo el Sr. Tang a Epoch Times, el 8 de junio.
«Esta cumbre de paz también discutirá temas importantes como la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria y la devolución de los niños ucranianos secuestrados por Rusia, todos los cuales son temas difíciles que el PCCh tiene miedo o no está dispuesto a afrontar».
Relaciones diplomáticas del PCCh con Ucrania
La China comunista estableció relaciones diplomáticas con Ucrania en 1992. Hasta el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, ambas mantenían una relación relativamente buena.
En 2013, Xi firmó un Tratado de Amistad entre los dos países con el entonces presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, comprometiéndose a «profundizar aún más la asociación estratégica», que se hizo en 1994.
En ese acuerdo, China afirmó su compromiso de proporcionar garantías de seguridad a Ucrania, que establecía que «ninguna Parte del Tratado permitirá que un tercer Estado utilice su territorio para socavar la soberanía nacional, la seguridad o la integridad territorial de la otra Parte».
En aquel momento, la fuerza militar de Ucrania era mucho mayor que la del PCCh. Además, tanto Estados Unidos como Rusia habían impuesto un bloqueo y embargo de armas al PCCh. Ucrania vendió al PCCh casi todos sus activos heredados de la Unión Soviética, lo que le ayudó a desarrollar rápidamente su poderío militar y a completar su equipamiento militar.
Sin embargo, desde que Rusia invadió Ucrania, el PCCh nunca ha condenado la agresión rusa. En su lugar, ha hecho hincapié en su «cooperación ilimitada» con Rusia. El régimen ha seguido comerciando con Rusia y suministrándole material militar.
En la arena internacional, el PCCh respaldó a Rusia y utilizó todos los medios diplomáticos disponibles para oponerse a las sanciones internacionales contra esta última, afirmando que «las sanciones nunca han sido una forma fundamentalmente eficaz de resolver los problemas.»
En abril de 2023, Xi y el presidente Zelenski hablaron por primera vez desde el inicio de la guerra en febrero de 2022. En comparación, Xi había hablado con el presidente Putin cinco veces desde el inicio de la invasión.
En abril, el Departamento de Estado de Estados Unidos declaró que el PCCh estaba apoyando el esfuerzo bélico de Rusia ayudándola a fortalecer su producción de defensa y suministrándole grandes cantidades de bancadas de máquinas, microelectrónica, óptica, vehículos aéreos no tripulados, tecnología de misiles y otros equipos.
En su discurso en Singapur, el presidente Zelenski también dijo que Ucrania había intentado en repetidas ocasiones reunirse con representantes chinos, incluido Xi, pero que había sido rechazada.
El Sr. Tang afirmó que no es la primera vez que Xi no cumple sus promesas. Xi también prometió no militarizar las islas del mar de China Meridional y mantener el statu quo en el estrecho de Taiwán.
«No es sorprendente que el PCCh haya dado la espalda a Ucrania», dijo el Sr. Tang.
«No importa cuántas promesas haya hecho el PCCh al mundo en el pasado, cuánto haya dicho que convergería con el mundo y se convertiría en un socio estratégico, todas estas promesas son poco fiables».
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