En tiempos antiguos, el pueblo chino prestaba mucha importancia a su reputación y moralidad. Hay un famoso dicho chino que dice: “Un caballero mantiene su honor tan recto como el bambú” y nunca debería curvarse, ni siquiera al enfrentar la muerte.
Durante la dinastía Han Oriental (25-220), Zhang Pan, el gobernador de Jiaozhi (parte norteña del Vietnam actual), fue incriminado y encarcelado por el gobernador Du Shang de Jingzhou (gran parte del sur de la China actual).
Antes de que Zhang finalizara su apelación al encarcelamiento, el emperador otorgó una amnistía general, liberando a todos los prisioneros. Los prisioneros en custodia partieron uno tras otro excepto Zhang Pan, que aún se aferraba a sus cadenas sin intención de partir. El alcaide de la prisión lo llamó: “Su Alteza, Sr. Zhang, la amnistía también aplica para usted. Por favor márchese”. Zhang Pan no se movió.
El juez vino a visitarlo para alentarlo a que desate sus cadenas, pero Zhang se rehusó. El juez preguntó: “La gracia del emperador es tan inmensa que todos se deberían beneficiar de ella. ¿Por qué se rehúsa?”.
Zhang entonces explicó: “En el pasado, ladrones de Jiangzhou causaron caos y sus cómplices se esparcieron a lo largo de Jiaozhi. Tomé el riesgo y me hice cargo de eliminarlos; asesiné a su líder y todos se dispersaron y regresaron a Jingzhou. Du Shang temía que reportara el caso y que él fuera detenido, así que me incriminó y me hizo enjuiciar».
«Fui agraviado y encarcelado por Du Shang. Hay una verdad a ser clarificada, justicia por ser hecha. No hice nada malo, por lo tanto no tengo que ser indultado. Si aceptara esto, cargaría esta humillación toda mi vida, como un mal gobernante estando vivo, un espíritu maligno después de la muerte. Requiero que Du Shang sea convocado aquí para enfrentar los hechos y poner las cosas en su lugar, clarificar la verdad. Si Du Shang no es convocado, preferiría ser enterrado aquí, sin partir, hasta que mi nombre sea limpiado”.
El juez reportó el caso al emperador. El emperador entonces decretó que Du Shang debía presentarse ante la corte. Du Shang no pudo dar una explicación y admitió su culpa, pero al final, Du fue indultado debido a sus méritos previos.
Zhang Pan fue firme en que no haría concesiones. Finalmente salió de la cárcel con su cabeza en alto.
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