El fiscal general William Barr dijo el domingo que no cree que el sistema estadounidense de aplicación de la ley sea racista, pero reconoció la desconfianza que la gente de la comunidad afroamericana ha tenido históricamente hacia la aplicación de la ley.
«Creo que todavía hay racismo en Estados Unidos pero no creo que el sistema de aplicación de la ley sea sistémicamente racista. Sin embargo, entiendo… la desconfianza de la comunidad afroamericana dada la historia en este país», dijo Barr durante una entrevista en Face the Nation de la CBS.
Reconoció que las instituciones estadounidenses «durante la mayor parte de nuestra historia» han sido explícitamente racistas, pero que han estado en una fase de reforma desde la década de 1960 para asegurar que estén en línea con las leyes.
Cuando se le preguntó si cree que las reformas fueron efectivas, respondió: «Creo que la reforma es una tarea difícil, pero creo que está funcionando y se han hecho progresos».
«Creo que uno de los mejores ejemplos es el ejército. El ejército solía ser una institución explícitamente racista. Y ahora creo que está a la vanguardia al unir a las razas y ofrecer igualdad de oportunidades. Creo que las fuerzas del orden han pasado por el mismo proceso», dijo.
Sus comentarios se producen luego de que decenas de miles de personas en todo el país tomaran las calles para pedir un cambio en la vigilancia policía tras la muerte de George Floyd bajo custodia policial. Floyd murió mientras el expolicía de Minneapolis, Derek Chauvin, se arrodillara sobre su cuello por casi nueve minutos durante un arresto.
El fiscal general dijo que no creía que «ajustar las reglas»—como limitar la inmunidad calificada de los policías para facilitar responsabilizarlos civilmente por mala conducta durante el servicio oficial— sería efectivo, añadiendo que «ciertamente resultaría en que la policía daría marcha atrás».
«Es, ya saben, la vigilancia policial es el trabajo más difícil del país. Y… francamente creo que en general la gran mayoría de los policías son buenas personas. Son personas con mentalidad cívica que creen en el servicio al público. Lo hacen con valentía. Lo hacen con rectitud», dijo Barr.
También advirtió que no se debe caracterizar a una organización como «podrida» solo por las acciones de un individuo.
«Todas las organizaciones tienen personas que se involucran en conductas indebidas, y a veces hay que tener cuidado cuando se atribuye eso a toda la organización y cuando realmente se trata de algún miembro errante el que no está siguiendo las reglas», dijo Barr.
Los comentarios de Barr tuvieron aceptación en los comentarios hechos por otros funcionarios de la administración de Trump que niegan que el racismo sistémico sea un problema. El secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Ben Carson, dijo en el Estado de la Unión de CNN el domingo, que mientras el racismo sistémico fue común durante un tiempo en el que estaba creciendo, dijo que es «muy poco común ahora«.
Carson añadió que ahora es un momento oportuno para tratar los asuntos en los departamentos de policía, ya que la gente está centrada en el asunto.
«La gente se está concentrando en esto, no podemos dejar que esto se nos escape. Necesitamos tratar algunos de los asuntos en los departamentos de policía, pero este es un momento fácil para hacerlo», dijo.
Mientras tanto, el secretario Interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf, hizo comentarios similares durante una entrevista en The Week de la ABC el domingo, añadiendo que cree que los oficiales de policía que abusan de su trabajo deben rendir cuentas.
Barr dijo que el Departamento de Justicia y el FBI están investigando actualmente si se violó alguna ley federal de derechos civiles en el incidente de Floyd y que esa investigación está «procediendo rápidamente».
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