Un número récord de inmigrantes ilegales cruzaron la frontera entre Estados Unidos y México el mes pasado, según los datos publicados el viernes por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, en momentos en que la crisis fronteriza sigue haciendo estragos sin un final a la vista.
Los datos muestran la impactante cifra de 371,036 individuos que fueron interceptados entrando ilegalmente a Estados Unidos en diciembre, rompiendo el récord anterior de 341,392, establecido en agosto de 2023.
Los encuentros a lo largo de la frontera terrestre del suroeste también establecieron un nuevo récord, alcanzando 302,034, según otros datos publicados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), el 26 de enero.
Ante las cifras récord, los republicanos de la Cámara de Representantes planean someter a un impeachment al secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, por su gestión de la crisis de la inmigración ilegal.
Se espera que el congresista Mark Green (R-Tenn.) presente la semana que viene los textos de los artículos de impeachment contra Mayorkas.
«El secretario Mayorkas se ha superado a sí mismo una vez más —nunca habíamos visto cifras tan catastróficas, incluso con cifras de encuentros históricamente altas bajo su mandato», dijo el Sr. Green en una declaración. «Los números de diciembre sirven como prueba más innegable de que el Secretario Mayorkas debe ser sometido a un impeachment».
¿Desastre intencionado?
El Sr. Green indicó que las cifras récord no solo son un «desastre», sino que alegó que son intencionales.
«Este asombroso número de encuentros en nuestras fronteras sólo ocurre por diseño y una negativa deliberada a cumplir con las leyes aprobadas por el Congreso», dijo el Sr. Green, acusando al jefe del DHS de haber «abierto intencionalmente nuestras fronteras».
El Sr. Green, como muchos de sus compañeros republicanos, ha acusado a la administración Biden de relajar las políticas fronterizas y abrir de par en par la puerta a una fuerte afluencia de extranjeros ilegales.
Los funcionarios de la administración Biden rechazaron tales acusaciones, afirmando que están haciendo todo lo posible para frenar la afluencia y culparon a factores como las fluctuaciones estacionales, un sistema de inmigración roto e incluso el cambio climático.
Los votantes estadounidenses, por su parte, están cada vez más preocupados por la crisis fronteriza. Una encuesta reciente muestra que la inmigración se ha convertido en la principal preocupación, desplazando a la inflación al segundo puesto.
«Ellos están muy preocupados por la inmigración, la inflación y la delincuencia, y por eso muchos de ellos dicen que quieren un nuevo presidente», declaró el 22 de enero Mark Penn, codirector de la encuesta Harvard CAPS/Harris y presidente y consejero delegado de Stagwell.
«Denme el dinero»
El presidente Joe Biden, cuya aprobación en materia de inmigración se desplomó al 35% en la encuesta, admitió recientemente que la frontera no es segura, pero negó que sus políticas hayan tenido algo que ver con ello.
El Sr. Mayorkas culpó recientemente de la afluencia al Congreso, o más bien a su incapacidad para introducir cambios legislativos y destinar más dinero a la seguridad fronteriza.
El presidente Biden también ha considerado que la financiación es clave, más recientemente cuando respondió a un periodista que le preguntaba si creía que la frontera era segura.
«No, no lo es», respondió el Presidente Biden. «No lo he creído durante los últimos 10 años. Y lo he dicho durante los últimos 10 años (…) denme el dinero».
El expresidente Donald Trump, bajo cuyo mandato (y duras políticas fronterizas) el número de cruces ilegales se redujo significativamente, ha sido un duro crítico de su sucesor.
«Cuando yo era presidente, teníamos la Frontera más segura de la Historia», escribió en una declaración el 25 de enero. «Joe Biden ha entregado nuestra Frontera y está ayudando e instigando una Invasión masiva de millones de Inmigrantes Ilegales a Estados Unidos».
El expresidente acusó al presidente Biden de “luchar para atar las manos” del gobernador de Texas, Greg Abbott, en sus esfuerzos por fortalecer la seguridad fronteriza por su cuenta, sin ayuda federal.
Texas está envuelto en un conflicto de alto perfil con las agencias federales de protección fronteriza por el uso de alambre de púas a lo largo de la frontera sur.
La administración Biden demandó a Texas por el alambre de púas y la Corte Suprema de Estados Unidos falló en contra de Abbott el 22 de enero, permitiendo a los agentes federales cortar las barreras de alambre de púas de Texas.
Sin inmutarse por la orden judicial y las críticas de la administración Biden, el Sr. Abbott dijo el jueves que agregaría más alambre de púas “para asegurarnos de que estamos haciendo aún más para asegurar la frontera”.
“Cláusula de invasión”
El Sr. Abbott declaró el 1 de enero que la afluencia de inmigrantes ilegales a sus estados equivale a una “invasión” que la administración Biden no ha podido repeler. El 24 de enero invocó lo que se ha denominado la cláusula de invasión de la Constitución de Estados Unidos.
“El incumplimiento por parte de la Administración Biden de los deberes impuestos por el Artículo IV, § 4 ha activado el Artículo I, § 10, Cláusula 3, que reserva a este Estado el derecho de autodefensa”, dijo el Sr. Abbott en una declaración.
“Por estas razones, ya he declarado una invasión bajo el Artículo I, § 10, Cláusula 3 para invocar la autoridad constitucional de Texas para defenderse y protegerse”.
“Esa autoridad es la ley suprema del país y reemplaza cualquier estatuto federal que establezca lo contrario”, añadió el gobernador de Texas.
El presidente Trump expresó su apoyo a la medida del Sr. Abbott y pidió a los estados que desplieguen tropas de la Guardia Nacional para apoyar a Texas en sus esfuerzos por fortalecer la seguridad fronteriza.
«Nosotros alentamos a todos los estados dispuestos a desplegar sus guardias en Texas para impedir la entrada de ilegales y expulsarlos de regreso al otro lado de la frontera», dijo el presidente Trump en una declaración del 25 de enero.
El presidente Trump acusó además que el presidente Biden estaba tratando de obstaculizar los esfuerzos del Sr. Abbott por proteger del “ataque” a su estado, y, de hecho, está trabajando para mantener la afluencia “sin control”.
La Casa Blanca no ha respondido a una solicitud de comentarios.
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