Los esfuerzos de Texas para detener el contrabando de drogas, armas y personas hacia Estados Unidos en el marco de la Operación Estrella Solitaria han dado sus frutos, según los datos facilitados por el gobernador de Texas, Greg Abbott, que prometió seguir desplegando «todas las estrategias» disponibles para responder a la crisis fronteriza.
La Operación Estrella Solitaria se puso en marcha en marzo de 2021 en respuesta al aumento de la inmigración ilegal, como un esfuerzo combinado del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, por sus siglas en inglés) y la Guardia Nacional de Texas. La operación desplegó medios aéreos, terrestres, marinos y tácticos de seguridad fronteriza en zonas de alta amenaza a lo largo de la frontera, en un intento de impedir que los cárteles mexicanos y otros contrabandistas introdujeran personas, armas y drogas en el país.
Poco más de dos años después del lanzamiento de la iniciativa de seguridad fronteriza, el Sr. Abbott proporcionó el viernes las últimas cifras que apuntan a que el esfuerzo está dando sus frutos, al tiempo que culpaba a las políticas del presidente Joe Biden de la grave situación de la frontera.
«Las políticas de fronteras abiertas del presidente Biden crearon la crisis humanitaria en nuestra frontera sur», afirmó Abbott en un posteo en Twitter.
«Texas seguirá desplegando todas las estrategias para responder a esta crisis», añadió.
Detenciones e incautaciones de la Operación Estrella Solitaria
Los datos revelados por Abbott muestran que el esfuerzo de varias agencias ha dado lugar a más de 394,200 detenciones de inmigrantes ilegales y a más de 31,300 arrestos de delincuentes, con informes de más de 29,100 cargos por delitos graves.
En la lucha contra las drogas mortales que se introducen en Estados Unidos, las fuerzas policiales de Texas han incautado más de 422 millones de dosis letales de fentanilo durante esta misión fronteriza.
Texas también ha trasladado en autobús a casi 30,000 inmigrantes ilegales a varias ciudades dirigidas por demócratas, tanto como llamada de atención a Washington como una forma de contraatacar lo que, según los funcionarios de Texas, son las laxas políticas fronterizas del gobierno de Biden.
Hasta la fecha, Texas ha transportado en autobús a más de 10,400 inmigrantes ilegales a Washington D.C. y a más de 10,300 a Nueva York desde que se puso en marcha la Operación Estrella Solitaria.
En septiembre de 2022, cuando los autobuses de inmigrantes del estado de la Estrella Solitaria acapararon por primera vez los titulares, el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, dijo que su estado gastaba unos 4000 millones de dólares al año en seguridad fronteriza, mientras que normalmente gasta unos 400 millones.
«Es una carga financiera para nosotros. Pero, lo que es más importante, es una invasión de nuestro estado», declaró Patrick a Fox News en una entrevista emitida el 17 de septiembre de 2022.
«Llevan mucho tiempo arrojando gente a Estados Unidos, mucho tiempo», dijo «Y ahora Texas está diciendo: vamos a contraatacar. Vamos a enviarlos a tu barrio, y vamos a seguir enviando esos autobuses hasta que, por fin, esta administración despierte».
Los republicanos han culpado al gobierno de Biden de las políticas que, según ellos, animan a la gente a emprender el peligroso viaje hacia el norte y cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México.
El gobierno de Biden ha culpado a factores que escapan a su control —como la delincuencia, la corrupción y la pobreza en los países de origen— mientras que ha culpado al expresidente Donald Trump de socavar el sistema de asilo del país, que el actual gobierno dice estar intentando arreglar.
«Llenar los peligrosos vacíos»
Texas es uno de los estados más afectados por la inmigración ilegal, ya que gran parte del flujo migratorio atraviesa su frontera con México. El Sr. Abbott ha culpado repetidamente al Sr. Biden de no abordar adecuadamente la crisis fronteriza.
«La Operación Estrella Solitaria sigue colmando las peligrosas lagunas creadas por la negativa de la Administración Biden a asegurar la frontera», declaró Abbott el 21 de julio.
«Cada individuo detenido o arrestado y cada onza de droga incautada habrían llegado de otro modo a comunidades de todo Texas y del país debido a las políticas de fronteras abiertas del presidente Joe Biden», añadió.
La barrera flotante desata la polémica
Los últimos esfuerzos del Sr. Abbott para reforzar la seguridad fronteriza consistieron en el despliegue de barreras flotantes instaladas en medio del Río Grande para disuadir a los inmigrantes ilegales de cruzarlo.
«Hoy comienza la instalación de una nueva barrera marina en el Río Grande», declaró el Sr. Abbott en Twitter el sábado pasado, junto con un video de 15 segundos en el que se ve cómo se cargan docenas de grandes boyas esféricas en remolques de tractores.
«Habrá más», señaló el gobernador, sugiriendo más despliegues futuros de medidas destinadas a frenar los flujos de inmigración ilegal.
Se ha encargado al DPS que supervise el despliegue de la barrera flotante de 1000 pies, cuyo coste se ha estimado en alrededor de 1 millón de dólares.
Sin embargo, el gobierno de Biden no ha visto con buenos ojos la barrera, afirmando que amenaza con obstaculizar el cumplimiento de la ley federal y plantea «graves riesgos» para el medio ambiente y la seguridad pública.
En una carta del 20 de julio obtenida por The Epoch Times, el Departamento de Justicia comunicó a Abbott su intención de emprender acciones legales para forzar el desmantelamiento de lo que denominó una barrera flotante «ilegal» en Eagle Pass, uno de los principales puntos de paso ilegal de la frontera.
«La construcción no autorizada por Texas de la barrera flotante constituye una violación prima facie de la Ley de Ríos y Puertos. Esta barrera flotante supone un riesgo para la navegación, así como para la seguridad pública, en el río Grande, y plantea problemas humanitarios», escribieron Todd Kim, ayudante del fiscal general, y Jaime Esparza, fiscal federal del Distrito Oeste de Texas.
En la carta, los funcionarios de la Administración Biden daban a Texas la oportunidad de mantener conversaciones con ella para evitar acciones legales.
El Sr. Abbott, sin embargo, ha señalado que sigue sin inmutarse ante la amenaza de demanda.
«Seguiremos desplegando todas las estrategias para proteger a los tejanos y a los estadounidenses, y a los migrantes que arriesgan sus vidas», escribió en una serie de posteos en Twitter.
«Nos veremos en los tribunales, Sr. Presidente», añadió.
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