Opinión
Una nueva encuesta de CNN publicada el 26 de marzo mostró que el índice de aprobación a Trump es ahora del 42 por ciento, la más alta en 11 meses y con un aumento del 7 por ciento.
Otras encuestas mostraron un cuadro similar.
El informe conservador de Rasmussen, que quedó en segundo lugar por su exactitud en la predicción del resultado de las elecciones presidenciales de 2016, muestra que el índice de aprobación a Trump es del 46 por ciento.
El aumento del índice de aprobación a Trump se produce en medio de una serie de escándalos mediáticos fabricados en su contra, el principal involucra a Stephanie Clifford, más conocida como Stormy Daniels.
Desde hace semanas, los medios de comunicación le proporcionaron una plataforma y exageraron sus acusaciones infundadas contra Trump.
El Centro de Investigación de Medios descubrió en enero y febrero de este año que el 91 por ciento de todas las noticias del atardecer de las principales cadenas, eran negativas para Trump en comparación con el 90 por ciento en 2017.
Sin embargo y a pesar de la avalancha de cobertura mediática negativa, que consisten tanto en rotundas como simples mentiras, el índice de aprobación a Trump sigue aumentando y no es por falta de intentos de los medios de comunicación para influir negativamente en la opinión pública.
Un análisis de un día de cobertura de CNN por el Centro de Investigación de Medios, encontró que la estación estaba casi enteramente destinada a Trump, dedicando solo el 15 por ciento de su tiempo restante a cubrir temas de noticias que no estaban relacionados con el presidente.
Esto nos muestra que los medios de noticias tradicionales no tienen la influencia que alguna vez tuvieron y que están operando cada vez más dentro de sus propias burbujas. La capacidad para controlar su propio relato se vio gravemente afectada por el auge de las redes sociales e Internet.
El creciente índice de aprobación a Trump, también nos muestra que los estadounidenses lo ven como un presidente que cumple con sus promesas y que hace cosas.
El desempleo está en su punto más bajo de los últimos 17 años, con niveles de desocupación entre afroamericanos e hispanos en el punto más bajo de la historia, mientras el mercado de valores alcanzó máximos históricos. El presidente Trump está enfrentando amenazas a la seguridad nacional, como el robo de propiedad intelectual por parte de China, los programas nucleares de Corea del Norte e Irán, y los cárteles de contrabando de drogas hacia Estados Unidos.
El ejemplo más prominente de un escándalo mediático fue el relato inventado de que Trump conspiró con Rusia para ganar las elecciones. Durante más de un año los medios de comunicación promovieron la teoría, a pesar que una investigación realizada por el exdirector de inteligencia nacional del presidente Barack Obama no encontró evidencia de colusión. Una investigación de un año de duración por parte del comité de inteligencia de la Cámara de Representantes, concluida el 22 de marzo, no encontró evidencia de conspiración.
Tras haber perdido la capacidad de controlar su propio relato, los medios de comunicación tradicionales están ahora haciendo circular historias fuera de control, lo que hace que las posibilidades de recuperar la confianza de la gente sean cada vez más sombrías.
Los puntos de vista expresados en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de La Gran Época.
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