El grupo privado We Build the Wall anunció que comenzaron la construcción de un muro en terrenos privados cerca de la frontera Sur de Estados Unidos con México, con un financiamiento en donaciones de alrededor de 22 millones de dólares.
Es el segundo trozo de muro privado que realizan en apoyo a la iniciativa de fronteras seguras del presidente Donald Trump.
La organización sin fines de lucro con sede en Florida, fundada por Brian Kolfage, completó su primera sección importante en Sunland Park, Nuevo México, en junio de 2019, comunicó We Build the Wall.
El nuevo muro comenzó a construirse hace una semana a lo largo del Río Grande en el sur de Texas, y contará con una extensión de 3,5 millas, según Texas Monthly.
La remoción y limpieza del terreno comenzó el lunes, dijo el grupo en su video, destacando que es la primera actividad conocida de We Build the Wall en Texas.
“¡No hay nada mejor que construir kilómetros de muro fronterizo partiendo en el Día de los Veteranos!”, comentó Kolfage en su cuenta de Twitter, el 11 de noviembre.
El jueves, un equipo pesado estuvo limpiando maleza y caña a lo largo del río en una propiedad privada cerca del pueblo de Mission y adyacente al Centro Nacional de Mariposas.
La construcción se puede observar desde Ciudad Juárez, México, informó Washington Post. El trabajo progresó durante el fin de semana.
“La parte superior del nuestro nuevo muro será afilada para disuadir a cualquiera de escalar. Además, el acero está recubierto para que esté resbaladizo cuando alguien lo toca después de salir del agua. Cada bolardo se llenará con hormigón y barras de refuerzo (…). ¡No se puede cortar el nuestro!”, destacó Kolfage el 17 de noviembre en su Twitter.
We Build the Wall explica en su portal que está trabajando con dos misiones de bienestar social. La primera misión es construir un muro fronterizo en la frontera sur de Estados Unidos utilizando fondos recaudados de forma privada. La segunda misión es educativa, para unir a los ciudadanos que comparten el interés en la seguridad fronteriza.
“En junio de 2019, completamos nuestra primera sección importante de muros en Sunland Park, Nuevo México. Construimos una barrera fronteriza de acero de 18 pies de altura con bolardos de acero que bloqueó una de las peores drogas y humanos en contrabando en el sector de El Paso”, señala la organización. (Imágenes)
La construcción de la barrera “alteró de inmediato el flujo de drogas ilegales y migrantes ilegales que ingresan a los Estados Unidos en toda la región”, por lo que se espera que los futuros proyectos de construcción “tendrán un impacto similar para detener la inmigración ilegal y el contrabando de drogas”, según la agrupación.
Kolfage busca rellenar la zonas sin muro que estarían vulnerables pese a la presión de quienes promueven la frontera abierta.
“El presidente Trump ha estado trabajando vigorosamente para asegurar nuestras fronteras desde que fue elegido. Al hacerlo, ha buscado las áreas con mayor tráfico que los despiadados carteles mexicanos se están aprovechando”, señala su campaña.
Estas áreas tenían construidas barreras fronterizas, la mayoría solo mide 3 pies de alto. “Estos no son más un obstáculo, no son una barrera y están hechos de chatarra vieja”, añade.
Por su parte Scott Nicol, de la Campaña Fronteriza de Sierra Club, argumenta que existe un tratado internacional que prohibiría la construcción que está haciendo esta semana. «Las entidades privadas no son libres de violar el tratado y poner en peligro la vida y la propiedad en México», dijo a Washington Post.
Según Texas Monthly, los registros de impuestos del condado de Hidalgo muestran que la nueva construcción del muro se está haciendo en terrenos de propiedad de Neuhaus & Sons. Lance Neuhaus confirmó a Border Report que había permitido que se construyera el muro en su terreno.
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