El régimen comunista de China está en guerra fría con Estados Unidos y busca utilizar los datos recogidos por las empresas como TikTok en contra de los intereses estadounidenses, según un exfuncionario del Pentágono.
El Partido Comunista Chino (PCCh) utilizará apps del tipo de TikTok como armas de manipulación masiva e información errónea, según Nicolas Chaillan, exjefe de software de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
«Lo que uno está encontrando es que ahora el 40 por ciento de los chicos menores de 24 años están usando TikTok como forma de buscar información», dijo Chaillan durante una entrevista con EpochTV que se emitió el 18 de octubre.
«Cuando uno observa lo que el PCCh ha estado haciendo, desde hace muchos años, la información y el control de la información es probablemente la piedra angular capaz de impulsar esa agenda al pueblo estadounidense».
Los comentarios de Chaillan se producen tras un par de semanas difíciles para TikTok, empresa que se ha enfrentado a acusaciones de haber permitido anuncios políticos con afirmaciones falsas y desinformación de cara a las elecciones de medio mandato de 2022.
La compañía admitió anteriormente que había censurado usuarios a instancias del PCCh, pero afirma que ya no participa en esa práctica.
TikTok, clave en los esfuerzos del PCCh por robar tecnología
Para Chaillan, TikTok y su empresa matriz con sede en China, ByteDance, representan un problema único para la seguridad nacional de Estados Unidos, ya que los vínculos de ambas empresas con el PCCh significan que la información detallada y sensible de los ciudadanos estadounidenses podría pasar a un régimen hostil.
«El problema que usted va a ver con TikTok es multifacético», dijo Chaillan. «Efectivamente, usted va a encontrar el problema de los datos con el potencial acceso a la información personal, incluyendo las huellas faciales, y las huellas de voz, que en última instancia puede dar acceso a los futuros sistemas de pago».
Chaillan dijo que China ya estaba desplegando sistemas de autenticación para los sistemas financieros que se basan en el reconocimiento facial. Como TikTok recoge la información de los usuarios sobre sus patrones faciales, vocales y de escritura, esta información podría ser utilizada por los funcionarios del PCCh para robar o suplantar a los estadounidenses.
Esto también proporciona al aparato de inteligencia del PCCh la capacidad de apuntar hacia las personas o empresas con fines de espionaje al obtener una ventaja que puede usarla para la ingeniería social, un tipo de manipulación psicológica destinada a conseguir que las personas divulguen información o se comporten de otra manera que normalmente ellos no lo harían.
«Piense en la capacidad de infiltrarse en las empresas estadounidenses», dijo Chaillan. «Digamos que usted quiere robar alguna tecnología de una empresa estadounidense. Usted va a poder saber exactamente qué le gusta a la gente que está detrás de la empresa, qué es lo que ellos escuchan, qué libros leen».
«Así que usted puede aparecer como un grupo de inteligencia y puede realmente relacionarse con esas personas y tener una relación profunda, gracias a la información que reúne. Así que, realmente les está permitiendo como comunidad de inteligencia tener acceso a casi todo sobre, ya saben, el 40 por ciento [o más] de Estados Unidos».
«China está en guerra con nosotros»
Chaillan también dijo que el ritmo con el que TikTok estaba acumulando datos sobre el ciudadano estadounidense era preocupante porque esos datos podrían impulsar los esfuerzos del PCCh para desarrollar la inteligencia artificial (IA) y las plataformas de armas que dependen de ella.
«Cuantos más datos usted tiene, más rápido puede entrenarse y cuanto más rápido puede entrenarse, más rápido puede desplegarse», dijo Chaillan.
«Con el volumen de datos del que estamos hablando, es con lo que se va a impulsar la próxima iteración de inteligencia artificial y las armas de aprendizaje automático. No solo para los casos de uso básico de espiar a la gente y rastrear los rostros y cosas por el estilo. Ahora también se utiliza para la próxima generación de armas, de armas físicas reales».
Pese a ello, Chaillan afirma que el Pentágono y los legisladores de Washington no aprecian del todo la gravedad de la situación y son demasiado lentos a la hora de actuar ante las nuevas amenazas.
«Al Congreso todavía le cuesta encender su teléfono y mucho más entender el poder de los datos», dijo Chaillan.
«Realmente hay una falta de comprensión de la tecnología, probablemente porque el Congreso no tiene límites de mandato y uno termina viendo a gente que ni siquiera debería estar en [estos] puestos».
En este sentido, indicó que el PCCh se considera en guerra con Estados Unidos, aunque, por ahora, una guerra sin sangre.
«Yo creo que hay una comprensión realmente pobre de lo que está haciendo China», dijo Chaillan.
«Pero el PCCh es un enemigo aquí y yo puedo decirle que cuando uno da un paso atrás y mira lo que pasó en los últimos 25 años, vas a ver una guerra metódica contra los intereses estadounidenses».
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