A pocos días de la juramentación oficial del izquierdista radical Pedro Castillo como nuevo presidente del Perú, el exministro boliviano Carlos Sánchez Berzain advirtió que el nuevo mandatario es un «caballo de Troya» del castrochavismo, y sugirió al pueblo peruano que esté alerta para defender las instituciones democráticas.
Sánchez, quien fue ministro de defensa de Bolivia y actualmente dirige el Interamerican Institute of Democracy, dijo que el Perú no es ajeno al fenómeno hemisférico que está siendo tocado por el Socialismo del Siglo XXI.
«Hoy día, hay una América dividida en dos: una América democrática y una América dictatorial», dijo Sánchez a The Epoch Times. «El eje de confrontación en las Américas en el siglo XXI no es económico ni social. La confrontación es democracias contra dictaduras».
«En vez de tener una dictadura como la cubana del año 99, ahora tenemos a Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y dos países que hacen de servidores a las dictaduras siendo democracias–Argentina con Fernández-Kirchner y México con López Obrador–los cuales vuelcan toda su política exterior y su esfuerzo para apoyar a las dictaduras», agregó.
En ese escenario, señaló, se circunscribe la crisis del Perú–un país que ha tratado de ser tocado varias veces por el socialismo–y que ahora vería en el nuevo presidente una amenaza de convertirse en dictadura.
«Castillo es el caballo de Troya del castrochavismo, es el caballo de Troya de las dictaduras», dijo el abogado. «Es un disfraz, un revestimiento que permitirá entrar al crimen organizado para apoderarse de la política».
Sánchez mencionó que hay acciones comunes que toman las dictadura para instaurarse en un país, como sucedió en Venezuela en 1999, Bolivia en 2003, o Nicaragua en 2007.
«La metodología es exactamente la misma: A los opositores se los sataniza, se los persigue, se los enjuician–se lleva adelante lo que se llama el asesinato de la reputación–donde crean narrativas falsificadas con las cuales les atribuyen los feroces crímenes que la propia dictadura comete», dijo.
«No se vaya a extrañar de que todos los crímenes que hayan cometido los guerrilleros de Sendero Luminoso y los amigos de Castillo– o el propio Castillo–sean atribuidos a gente que nunca tuvo nada que ver en eso», advirtió.
«Además de eso, se impone un control de medios de comunicación, con mucho dinero y con mucha amenaza. Se establece y se amplifica un sistema de miedo donde la gente que tiene algo cree que puede coexistir con el régimen, aunque después, en meses o en años, terminan perdiendo todo lo que tienen», continuó.
«Así se instala el régimen y hay un punto de no retorno en el cual convierten a la oposición en oposición funcional y después la convierte en rehén–y ahí se acabó».
Sin embargo, para el funcionario boliviano, Perú aún tendría «grandes e importantes» mecanismos de defensa para hacer frente contra una posible dictadura en el país.
«La oposición política debería tratar de unirse–no por cuestiones ideológicas ni programáticas–sino para defender al Perú y la democracia. Es decir, que sea una alianza en fusión del Perú para evitar que se instaure el castrochavismo», señaló.
También dijo que la prensa libre jugaría un papel muy importante durante el gobierno de Castillo, a pesar que enfrenta grandes amenazas.
«Hay mucha manipulación de noticias, noticias falsas, y mucho dinero de por medio que saca el castrochavismo–un dinero que proviene del desfalco de países como Venezuela, Bolivia, Nicaragua–que proviene del narcotráfico, el terrorismo y de la delincuencia organizada», dijo.
«No hay manera de comparar el dinero que utiliza el castrochavismo para instalarse con el dinero que puede utilizar la democracia para defenderse», agregó. «Pero la prensa libre tiene ahí un juego extraordinario».
Y el tema más importante, manifestó Sánchez, es la institucionalidad democrática de la Constitución y de las Fuerzas Armadas, el cual dijo tiene una «solidez extraordinaria».
«No estoy hablando de golpe de Estado, pero estoy hablando del cumplimiento de la Constitución, porque cuando la Constitución no se cumple, las fuerzas armadas tienen que decidir si su lealtad es al gobierno o a la Constitución», señaló.
«Y no hay duda que es a la Constitución».
Diversos grupos ciudadanos se han manifestado en los últimos días, algunos vestidos de capa negra porque dijeron que “el Perú está de luto” tras la victoria de Castillo–quien ha reafirmado en varias ocasiones su plan de instaurar una Asamblea Constituyente.
«Eso es llegar a la presidencia avisando que va a cometer un crimen», afirmó el abogado boliviano. «Porque en el marco de la institucionalidad del Perú eso es imposible, y peor aún con el respaldo popular que Castillo (17 por ciento) y el número de parlamentarios que tiene, no puede hacer una constituyente».
Se espera que el tema de enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo en las siguientes semanas sea convocar a una Asamblea Constituyente para cambiar la Constitución peruana promulgada en 1993 por el expresidente Alberto Fujimori. Durante la ceremonia del viernes, la mayoría de congresistas del partido izquierdista de Castillo, Perú Libre, juraron al cargo por una “nueva Constitución de todas las sangres”.
Sánchez recordó que esto también se dio en Bolivia, en donde la Constitución no permitía una Asamblea Constituyente, pero dijo que los políticos de izquierda «están listos para repetir las falsificaciones, los crímenes y las masacres que han cometido en Bolivia para crear el estatuto dictatorial».
«El pueblo peruano tiene que estar alerta para defender sus instituciones, su democracia y su libertad. Porque si no terminarán como Bolivia, Venezuela, Nicaragua, o Cuba».
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