El Departamento de Defensa (DOD, por sus siglas en inglés) endureció el viernes sus restricciones por el COVID-19 ante el aumento de los casos en todo el país y días después de que el secretario Lloyd Austin diera positivo en la prueba por el virus.
A partir del 10 de enero, a las 5:00 a.m., el Pentágono reducirá su límite de ocupación a un 25% o menos, mientras que el distanciamiento físico se mantendrá en seis pies. El personal, incluidas las personas totalmente vacunadas, tendrá que llevar una mascarilla en espacios cerrados a menos que esté solo en una oficina, comiendo o bebiendo, o en varias otras circunstancias, según dos memorandos publicados por el DOD.
En un memorando dirigido al personal (pdf), la subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, dijo a todos los supervisores que utilizaran el máximo número de oportunidades de teletrabajo, así como un horario flexible.
«Mi intención es que cumplan con este límite en la mayor medida posible», escribió Hicks en la directiva. «Estamos experimentando una situación que evoluciona rápidamente y sus solicitudes cuidadosamente consideradas de excepción a la tasa de ocupación pueden ser concedidas por el [Director de Administración y Gestión del Departamento de Defensa de Estados Unidos], pero deben limitarse a las actividades de misión crítica y deben explicar por qué las alternativas a una tasa de ocupación más alta son insuficientes».
La «diligencia continua y el cumplimiento de los límites de ocupación por parte del personal del DOD ayudarán a reducir el aumento de nuevos casos», afirmó Hicks.
Durante los últimos meses, el Pentágono operó bajo una directiva que permite que el 40% del personal trabaje en el edificio mientras el resto lo hace a distancia.
«Las significativas tendencias al alza, el aumento de los recuentos de casos positivos, incluida la actual propagación de la variante ómicron, así como la consideración de que la mayoría de nuestra plantilla está totalmente vacunada, pesaron mucho en la decisión de ajustar los planes de seguridad», escribió Michael Donley, director de Administración y Gestión, en un memorando dirigido a los altos cargos del Pentágono (pdf).
Aunque los datos han sugerido que ómicron puede propagarse fácilmente, los datos y estudios han demostrado que parece causar menos muertes y hospitalizaciones que las anteriores variantes dominantes. Los estudios también han sugerido que la variante puede infectar fácilmente a individuos totalmente vacunados y que se han aplicado una dosis de refuerzo.
Un funcionario de la Organización Mundial de la Salud, citando estudios, dijo a principios de esta semana que como ómicron infecta principalmente las vías respiratorias superiores, es menos probable que cause una neumonía grave.
Y la última directiva permitirá al Departamento de Defensa «mantener las medidas de protección de la salud de la fuerza que mitigan la propagación del COVID-19 en nuestras propias comunidades, entre nuestro personal militar, los empleados civiles del Departamento de Defensa y los trabajadores de los contratistas en el lugar», escribió también Donley.
A principios de esta semana, Austin confirmó que había dado positivo en la prueba por COVID-19, causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino). Austin, que está totalmente vacunado y recibió una dosis de refuerzo en octubre de 2021, dijo que tiene síntomas leves.
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