El Departamento de Defensa de Estados Unidos acusó a Beijing de aplicar desde el 1 de septiembre una ley marítima modificada, a la que califica de «grave amenaza» para la libertad de navegación.
Estados Unidos se unió a varias naciones que rechazan las amplias y vagamente definidas reclamaciones territoriales de China en el mar de China Meridional.
«Estados Unidos sigue firme en que cualquier ley o regulación de un estado costero no debe infringir los derechos de navegación y sobrevuelo de los que gozan todas las naciones en virtud del derecho internacional», dijo el portavoz del Pentágono, John Supple, el 1 de septiembre.
«Las reclamaciones marítimas ilegales y arrolladoras» de China «suponen una grave amenaza para la libertad de los mares», añadió Supple.
El mismo día, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo en una rueda de prensa que Estados Unidos sigue el principio de un «conjunto de normas universales para todos los países, grandes y pequeños, en el ámbito marítimo». Además indicó que mantiene su oposición a las «reclamaciones marítimas ilegales y excesivas de China».
Una de las reivindicaciones de China es la «línea de los 9 puntos», que se extiende más allá de sus fronteras en el mar de China Meridional.
En septiembre de 1983, China introdujo por primera vez una ley de tráfico marítimo. La última actualización, realizada en abril, entró en vigor el 1 de septiembre. Esta exige que todos los buques extranjeros que entren en aguas donde Beijing hace reclamaciones territoriales comuniquen los datos de identificación a la autoridad marítima china.
Las nuevas normas se aplican a los sumergibles, los buques de energía nuclear y los que transportan cargas potencialmente peligrosas, como petróleo, gas licuado y otros productos químicos tóxicos.
El medio de comunicación estatal chino, Global Times, en un artículo del 29 de agosto, sugirió que los buques militares que entren en las aguas territoriales de China sin previo aviso se considerarían una «provocación grave» y se enfrentarían a ser expulsados por los militares del régimen chino o a un castigo más fuerte.
La ley marítima modificada provocó protestas en todo el mundo.
El Departamento de Defensa de Australia rechazó los nuevos requisitos de China para los buques extranjeros y a través de una declaración subrayó que es importante que cualquier requisito de este tipo sea coherente con el derecho internacional, en particular con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, según The Australian Financial Review.
«Los buques de las Fuerzas de Defensa australianas seguirán ejerciendo la libertad de navegación, de acuerdo con el derecho internacional», añadió el departamento.
En Japón, un artículo publicado el 1 de septiembre por The Sankei News, advierte que el país debería permanecer alerta ante la nueva maniobra de China. Dada la intensificación de los esfuerzos de China en materia de expansión territorial, el informe considera que China podría buscar la confrontación con Japón por las islas Senkaku debido a la colusión entre la administración marítima china y sus guardacostas.
Los nuevos requisitos legales de China para los buques extranjeros está creando lo que algunos temen será una «bomba de tiempo» para el conflicto en el mar de China Meridional, informó el Taipei Times de Taiwán.
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