El comercio de la carne de perro en Camboya es una realidad muy conocida. Los perros están encerrados en granjas donde los carniceros los matan para vender su carne a restaurantes que preparan y sirven «manjares» para los turistas.
Michael Chour, de Francia, es un médico que hizo un trabajo brillante para ayudar a detener esta práctica, logrando cerrar muchos mataderos a través de la negociación.
Michael vive desde hace más de 13 años en Tailandia y es el fundador de The Sound of Animals, una organización dedicada a salvar a los perros del comercio de la carne en el sudeste asiático.
Entre tantas experiencias que ha vivido, Michael compartió una historia sobre una perrita que le robó el corazón de una manera que nunca olvidará.
Después de negociar un acuerdo con el dueño de una granja de la carne en Chomkachek, logró salvar a 17 perros.
Entre los perros, una perra llamó su atención afectuosamente a la que llamó Sweety (Ma Cherie) la perra morena y blanca que tiene los ojos más expresivos del mundo.
Cuando Michael encontró a Sweety, la aterrorizada perrita se escondía en la parte trasera de su jaula. Quizás vio cómo los otros perros eran arrastrados por el cuello para después ser golpeados con un solo golpe en la cabeza antes de ser degollados.
Aunque Camboya no tiene la reputación de torturar a perros como China, Corea y Vietnam, sigue siendo extremadamente angustiante para los perros presenciar la muerte de los demás.
Después de ser transportados a un refugio temporal en O’Smach, Camboya, los perros son examinados médicamente. Luego son trasladados al refugio para perros que dirige la organización de rescate de Michael en el distrito de Ban Kruat en Tailandia.
Después de ganar la confianza de Sweety, Michael la sacó de la jaula. La perra traumatizada se acurrucó inmediatamente sobre él, apoyándole la cabeza sobre su pecho y acurrucándose en sus brazos.
En una escena profundamente conmovedora, que duró una hora y media, el hombre y la perrita estaban en un abrazo reconfortante.
«Estás bien. Nadie te matará, mi niña», le dice Michael a Sweety.
Él pasó sus manos por su piel y por sus orejas, apretándola suavemente mientras ella escondía su cabeza bajo la barbilla de Michael.
«Ella se acurrucó tiernamente», le dijo a The Dodo. «Mi corazón se derritió y no pude contener mis lágrimas».
«Veo demasiadas cosas horribles en todos los mataderos que visito. Me encanta ver que entienden que vivirán y recibirán amor».
«Todos los perros tienen derecho a una vida de felicidad, pero algunos de ellos tocan mi corazón más que otros», comentó Michael. «Ella es uno de ellos».
Cuando Michael Chour llegó por primera vez a Buriram, Tailandia, estaba alarmado por los problemas del comercio de la carne de perro, que era legal y aún existía en ese momento. En los últimos años, trabajó duro para luchar contra esta práctica infame.
Según el sitio web de The Sound Of Animals, cuando se prohibió el comercio de carne de perro en Tailandia, los perros de los mataderos de la zona fueron liberados.
El año 2017 fue un punto de inflexión para la organización, ya que establecieron el «Refugio Sueño Azul» para amar y cuidar a muchos sobrevivientes del matadero y a sus descendientes.
Normalmente, The Sound of Animals encuentra hogares de crianza para los perros rescatados, pero esta cachorrita le robó el corazón a Michael y decidió quedarse con ella.
El 10 de agosto de 2018, Michael publicó una triste actualización:
Sweety fue encontrada muerta, sin explicación. Al día siguiente, el equipo encontró una serpiente muy venenosa dentro de la clínica.
«Te extraño Sweety», añadió, explicándole que esta serpiente «es capaz de matar a muchas personas y perros con una sola dosis de veneno».
Michael tenía el corazón roto, pero al menos Sweety murió sabiendo lo que significa ser amada.
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