Beijing anunció más pacientes con el virus del PCCh durante el fin de semana cuando los trabajadores restauranteros se infectaron después de la exposición a un mercado vinculado al último brote en la capital.
Mientras tanto, los lugareños dijeron que creen que las autoridades registraron menos casos, ya que el personal médico fue enviado desde otras partes del país para ayudar a tratar a los pacientes con COVID-19 en Beijing y la ciudad lanzó más restricciones de viaje.
La ciudad detuvo todos los servicios de autobuses interurbanos el 19 de junio, mientras que el servicio de autobuses dentro de la ciudad solo vendió el 90 por ciento de los asientos para permitir el distanciamiento social. Los subterráneos se llenaron hasta el 80 por ciento de su capacidad.
Los medios estatales chinos también informaron que alrededor del 45 por ciento de los vuelos en los dos aeropuertos internacionales de la ciudad fueron cancelados durante los últimos días. Todas las estaciones de tren también reembolsaron a los pasajeros que compraron boletos antes del 16 de junio y no harán nuevos viajes.
Sospecha de subregistro
El 21 de junio por la tarde, el gobierno de la ciudad de Beijing actualizó dos áreas de la ciudad de «riesgo medio» a «riesgo alto» de propagación del virus. Mientras tanto, cuatro áreas de la ciudad fueron elevadas de «bajo riesgo» a «riesgo medio».
Desde mediados de junio, han aparecido nuevos casos de virus en diez de los 16 distritos de Beijing. Un total de cuatro áreas han sido designadas como de «alto riesgo» y 37 regiones como de «riesgo medio».
Según las autoridades, el total de pacientes diagnosticados en Beijing en los últimos 10 días ha llegado a 227 personas, y el más joven solo tiene 19 meses.
Pero las acciones e información del gobierno reportadas por informantes internos indicaron que el brote fue mucho peor de lo que las autoridades admitieron públicamente.
La Sra. Tang, residente de Beijing, dijo a Radio Free Asia que el “Hospital Beijing You’an diagnosticó a más de 300 pacientes ayer [14 de junio]. La mayoría de ellos son del distrito de Fengtai y del distrito de Daxing”.
El hospital Ditan, un centro designada para tratar a pacientes con COVID-19, anunció el 18 de junio que el hospital ya no aceptaría a ningún paciente sin COVID. El hospital tiene 1070 camas. 102 empleados médicos experimentados fueron enviados desde otros hospitales en Beijing al Hospital Ditan para ayudar a tratar a pacientes con COVID-19.
Y el 20 de junio, más de 70 médicos experimentados llegaron a Beijing desde Wuhan, la ciudad central de China donde estalló el virus por primera vez, para ayudar a tratar a los pacientes y realizar pruebas de ácido nucleico en el Hospital de Beijing, el Hospital de la Amistad China-Japón, Hospital Colegio Médico de la Unión de Beijing y otros hospitales de la ciudad.
Los equipos médicos de las provincias de Jiangsu, Zhejiang, Shandong y Henan también fueron enviados a Beijing el 19 de junio. Los medios estatales dijeron que ayudarían a investigar el brote y prevenir más infecciones.
Brotes en restaurantes
Las autoridades de la ciudad atribuyeron el último resurgimiento al extenso mercado de Xinfadi. Muchas empresas reabrieron sus puertas en mayo cuando el Partido Comunista Chino convocó una de sus reuniones políticas clave en la capital.
Muchos restaurantes compran sus productos del mercado, lo que provocó que muchos trabajadores restauranteros se infectaran.
Pang Xinghuo, subdirector de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Beijing (CDC), anunció en una conferencia de prensa el 18 de junio que los siete empleados de un restaurante fueron diagnosticados con el virus después de que uno de ellos visitó el mercado de Xinfadi.
Dos días después, Pang anunció que ocho empleados en el restaurante Mianmian Judao, que se encuentra cerca del mercado, estaban infectados.
En los últimos días, las autoridades también informaron infecciones en otros cuatro restaurantes de la ciudad.
La industria de restaurantes de la ciudad está al límite. «Cerramos nuestro restaurante [el 16 de junio]», dijo el dueño de un restaurante en el municipio de Huaxiang, distrito de Fengtai, en una entrevista telefónica. «Ahora el brote es muy grave y no nos atrevemos a operar».
Otro propietario de un restaurante en el vecindario de Majiabao, el distrito de Fengtai, dijo a The Epoch Times que su restaurante aún estaba abierto, pero las autoridades exigieron que él y sus empleados se sometieran a pruebas de ácido nucleico.
Un informante relacionado con el Departamento de Salud en el gobierno de la ciudad de Beijing le dijo a la edición en chino de The Epoch Times que los empleados de restaurantes deben hacerse las pruebas, una vez cada siete días, si quieren trabajar.
Las autoridades han restringido en gran medida a las personas para que no revelen la verdadera situación al público, lo que dificulta la evaluación de la gravedad del brote. La policía de Beijing anunció el 19 de junio que detuvo y castigó al menos a 60 personas que habían difundido «rumores relacionados con brotes».
Otros brotes grupales
El gobierno de Beijing anunció al menos 10 brotes grupales en los últimos días.
El 21 de junio, Pang y Fan Zhimin, director de publicidad de PepsiCo China, dijeron en una conferencia de prensa diaria que ocho empleados de la fábrica de papas fritas de Pepsi en Beijing fueron diagnosticados con el virus del PCCh.
Ellos dijeron que la fábrica ha cerrado desde entonces, con 480 empleados aislados en los centros de cuarentena, y todas sus familias y parejas recibieron instrucciones de auto cuarentena en el hogar.
Según la base de datos empresarial de China Tianyan Cha, la fábrica tiene 869 empleados de largo plazo. Pang y Fan no explicaron lo que sucedió con los otros aproximadamente 380 empleados.
El 19 de junio, Wu Bin, subdirector del gobierno del distrito de Changping, dijo en una conferencia de prensa diaria que una enfermera que trabaja en el departamento de emergencias del Hospital Internacional de la Universidad de Beijing fue diagnosticada con el virus el 18 de junio.
Wu dijo que la enfermera fue identificada como un contacto cercano de un paciente diagnosticado el 14 de junio. Anteriormente, ella trabajaba en el hospital todos los días.
Después de su diagnóstico, se cerró todo el hospital y se aisló a todo el personal médico en el centro para realizar más pruebas.
A través de viajeros recientes a Beijing, el virus ahora se ha extendido a las provincias de Liaoning, Sichuan, Hebei, Zhejiang y Henan. La ciudad de Baoding en Hebei lanzó los preparativos para «tiempos de guerra» el 13 de junio para evitar la propagación del virus. Y ha anunciado nuevos casos casi todos los días desde entonces.
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