Perspectivas de las relaciones de Estados Unidos y China: Aprendiendo de la Guerra Fría

Por Cheng Xiaonong
04 de junio de 2021 4:15 PM Actualizado: 04 de junio de 2021 4:15 PM

Comentario

Desde la segunda mitad de la presidencia de Trump hasta la actualidad, las relaciones entre Estados Unidos y China se deterioraron y los Panda Huggers están incómodos con la situación. Entonces, ¿cuál es el estado actual de las relaciones entre Estados Unidos y China? ¿Son amigos o enemigos? Parece difícil calibrar el enfoque de la administración Biden hacia China. Dado el estado actual de las cosas, un conflicto militar podría ser inevitable, pues ya comenzó una nueva guerra fría entre Estados Unidos y China. En los últimos años, China ha estado reforzando su ejército y ha amenazado abiertamente a Estados Unidos. ¿Cómo está respondiendo la administración Biden a las tácticas agresivas de Beijing?

¿Por qué elegir a un Panda conflictivo?

El Partido Comunista Chino (PCCh) es un régimen totalitario. Desde su fundación, no ha dejado de reprimir y perseguir a su pueblo, como por ejemplo a los inocentes practicantes de Falun Dafa, los uigures y los tibetanos. A pesar del terrible historial de derechos humanos del régimen, los Panda Huggers han seguido apoyando al PCCh por décadas. Incluso el ex presidente George H. W. Bush hizo como si no viera la brutal represión de los manifestantes prodemocracia en la plaza de Tiananmen en junio de 1989.

Durante décadas, los «Panda Huggers» se han engañado a sí mismos creyendo que el régimen del PCCh, orientado al mercado, abandonaría la autocracia y aceptaría la democracia.

El expresidente Richard Nixon recibió a China como aliado durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética y otros presidentes estadounidenses hicieron lo mismo para conseguir lucrativos acuerdos comerciales. Entonces, ¿puede la diplomacia y el comercio justificar la política de apaciguamiento de Estados Unidos hacia China?

El presidente Richard Nixon brinda con el primer ministro chino Zhou Enlai en Beijing durante la visita oficial de Nixon a China en 1972. (AFP/Getty Images)

Hace veinte años, Estados Unidos abrió la puerta a la adhesión de China a la Organización Mundial del Comercio. Pero las tensiones se intensificaron entre ambas naciones durante las conversaciones comerciales bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump. Su administración acusó a Beijing por robar la propiedad intelectual estadounidense y amenazar la seguridad de Estados Unidos. El robo tecnológico integral y las infracciones de la propiedad intelectual por parte del PCCh se estaban produciendo desde hacía muchos años, lo que hacía que Estados Unidos sufriera una pérdida anual de 500,000 millones de dólares. El PCCh quiere aprovechar la posición de China como «fábrica del mundo» para ocupar plenamente el mercado estadounidense y así recaudar enormes cantidades de fondos para ampliar su influencia económica y militar en todo el mundo, amenazando de esta manera la seguridad nacional de Estados Unidos. Incluso como nación fuerte, Estados Unidos no podrá sostener y tolerar este cerco y represión económica.

El objetivo del PCCh: derrotar a EE.UU.

El intento de los regímenes comunistas de debilitar e incluso hacer tambalear a las potencias democráticas occidentales nunca ha cesado.

La Guerra Fría solo fue un producto inevitable de la amenaza militar de la Unión Soviética a Estados Unidos. Se puede decir que el deseo de los regímenes comunistas de vencer la fortaleza democrática y el sistema capitalista es una estrategia desarrollada a partir del marxismo.

Estados Unidos nunca ha pretendido eliminar a las potencias comunistas, sino que solo ha respondido de forma defensiva a sus amenazas militares: así respondió el país a la Unión Soviética durante la Guerra Fría y está adoptando el mismo enfoque al tratar con el régimen chino. Los países democráticos no pueden ni provocarán directamente una guerra contra los regímenes comunistas con armas nucleares, pero los «poderes rojos» (comunistas) son todo lo contrario y no les importa la vida de su pueblo.

En el pasado, el PCCh luchó contra el ejército estadounidense en Corea del Norte y Vietnam y ahora, se desató una guerra fría entre el PCCh y Estados Unidos. Ya sea amigo o enemigo, el principal objetivo del PCCh es derrotar al imperialismo estadounidense.

Amenaza nuclear de Guerra Fría

Las actuales relaciones militares entre China y Estados Unidos no deben ser tratadas simplemente en base a los hechos, sino en base a una perspectiva histórica. La amenaza militar del PCCh a Estados Unidos es ahora una realidad ineludible.

La amenaza de los poderes rojos a las democracias occidentales, principalmente Estados Unidos, comenzó con la crisis de Berlín en 1948, cuando la Unión Soviética bloqueó repentinamente el transporte terrestre a Berlín Occidental controlado por las fuerzas aliadas. Esto causó dificultades para la supervivencia de la guarnición y los residentes de Berlín Occidental. El ejército estadounidense utilizó un puente aéreo a gran escala para romper el bloqueo. La historia del mundo moderno suele considerar esta crisis como el inicio de la guerra fría entre Oriente y Occidente. Esta amenaza no estuvo presente por décadas tras la desintegración de la Unión Soviética. Ahora el PCCh comenzó a amenazar militarmente a Estados Unidos.

El enfrentamiento militar entre Estados Unidos y la Unión Soviética puede dividirse en cuatro etapas. Primero, los dos ejércitos se enfrentaron en un tercer país, —la crisis de Berlín es un ejemplo. En segundo lugar, cuando el poder rojo lanzó una guerra en un tercer país, Estados Unidos intervino y se produjeron guerras terrestres y aéreas a gran escala. Los ejemplos incluyen la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam. En tercer lugar, el poder rojo lanzó directamente una amenaza nuclear a Estados Unidos, como fue el caso de la crisis de los misiles de Cuba en 1962. En cuarto lugar, las dos partes iniciaron la expansión de las armas nucleares y los preparativos para la guerra mientras evitaban los ataques nucleares, hasta que el poder rojo colapsó.

Lo que hay que señalar es que entre la segunda y la tercera etapa se produjo una importante transición de la Guerra Fría. Es cuando el lanzamiento de armas nucleares tuvo un avance tecnológico. Esto incluye dos aspectos. En primer lugar, las armas nucleares se transformaron en ojivas en las armas terrestres convencionales y en las armas de ataque submarino, es decir, se desarrollaron proyectiles de artillería y torpedos equipados con ojivas nucleares. Durante la crisis de los misiles en Cuba, cuatro submarinos soviéticos cerca de Cuba llevaban torpedos nucleares, pero Estados Unidos no lo sabía en ese momento. En segundo lugar, la llegada de los misiles nucleares supuso un gran avance en la proyección de armas nucleares de largo alcance y los dos bandos pudieron ejecutar amenazas nucleares a través de los océanos.

Antes de este punto de inflexión en la Guerra Fría, Estados Unidos podía participar en enfrentamientos militares con los poderes rojos en terceros países —guerras intensas como la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam. Pero la aparición de las amenazas nucleares de largo alcance puso fin a esta situación.

China y Estados Unidos están librando una guerra no declarada en la que ambas partes se encuentran en estado de amenaza nuclear mutua. Su característica básica es que las dos partes siguen ampliando su armamento y preparándose para la guerra.

¿Está instigando Beijing una nueva guerra fría mediante amenazas militares?

Las amenazas militares de los poderes rojos suelen comenzar de forma inesperada. En mi artículo titulado «Cuidado con la crisis de apaciguamiento de China que se avecina a Estados Unidos», analicé las tres operaciones militares que el PCCh lanzó proactivamente contra Estados Unidos en la primera mitad de 2020. Las tres amenazas militares son las siguientes: en enero de 2020, el PCCh envió una flota naval a la isla de Midway para realizar ejercicios de coerción; en marzo de 2020, el PCCh anunció que ocuparía las aguas internacionales del Mar de China Meridional y establecería una fortaleza en alta mar para los submarinos nucleares, la que supondría una amenaza a Estados Unidos; y en junio de 2020, Beijing anunció la realización del sistema de navegación por satélite Beidou, que rivaliza con el GPS estadounidense. La implementación del sistema permite llevar a cabo ataques precisos con misiles contra Estados Unidos.

Un avión de patrulla estadounidense sobrevuela un carguero soviético durante la crisis de los misiles en Cuba, en plena Guerra Fría, en esta fotografía de 1962. (Getty Images)

Si seguimos el marco del desarrollo de cuatro etapas de la Guerra Fría para entender el actual enfrentamiento militar chino-estadounidense, la primera fase de hostilidad ya tuvo lugar; y la tercera etapa, en la que los poderes rojos plantean directamente amenazas nucleares a Estados Unidos, ya se produjo. La crisis de los misiles en Cuba en 1962 durante la Guerra Fría es un ejemplo de cómo un conflicto se intensificó y entró en la fase de amenaza nuclear. En octubre de 1962, un avión espía estadounidense divisó las instalaciones de misiles balísticos de alcance medio e intermedio de la Unión Soviética en Cuba, a unas 90 millas de Florida. En respuesta, el presidente Kennedy ordenó al ejército estadounidense entrar en DEFCON 3 (condición de preparación para la defensa) y un bloqueo naval de Cuba para evitar que la Unión Soviética envíe más misiles nucleares.

Una nueva versión de la amenaza nuclear se despliega con misiles intercontinentales y las armas nucleares son ahora fabricadas por el régimen chino.

Nueva versión de la crisis de los misiles de Cuba

Después de que China lanzó su satélite Beidou el 23 de junio del año pasado, el 26 de junio, el medio de comunicación alemán DW News publicó un artículo en el que hizo hincapié de la fuerza militar china: «Beidou impacta en el panorama de navegación mundial, el poder militar chino aumenta enormemente». DW afirmó que «la realización del sistema Beidou también significa que la capacidad militar china mejoró significativamente. El sistema [Beidou] tiene la capacidad de realizar tanto operaciones globales como operaciones de precisión. Es capaz de realizar ataques quirúrgicos de mayor precisión sobre objetivos globales». Obviamente, el artículo se refería a la amenaza nuclear dirigida a Estados Unidos.

Las bases terrestres de misiles intercontinentales del PCCh están vigiladas las 24 horas del día por los satélites del Mando Espacial de Estados Unidos. Cualquier misil intercontinental terrestre que esté a punto de ser lanzado será interceptado por el ejército estadounidense de inmediato. El submarino nuclear está en el mar y es móvil. Los misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM) solo se descubrirán después de atravesar el agua y despegar en el aire —estos son mucho más peligrosos que los misiles intercontinentales terrestres. El tiempo de aviso para Estados Unidos es de solo unos diez minutos.

Además, el portavoz de Beijing pidió recientemente que se dotase al ejército chino de más armas nucleares para intimidar a Estados Unidos. El 23 de abril, el régimen chino presentó dos nuevos buques de guerra y un submarino de misiles balísticos de propulsión nuclear en su base naval estratégica de Sanya, en la isla de Hainan. Los medios de comunicación chinos anunciaron que los SLBM de China pueden atacar cualquier lugar de Estados Unidos desde el Mar de China Meridional. También dio a conocer el emblema del nuevo submarino nuclear, que muestra un misil nuclear disparado desde el Mar de China Meridional hacia América del Norte.

¿Cómo ve la administración Biden la amenaza nuclear del régimen chino?

El secretario de Estado, Antony Blinken, negó que Estados Unidos y China estén en una guerra fría, alegando que las relaciones chino-estadounidenses son «complejas», según un informe del 5 de mayo del Financial Times. La declaración de Blinken implica que Estados Unidos no quiere iniciar una guerra fría. Pero esto no impedirá que el PCCh inicie una.

En una entrevista exclusiva con el programa 60 Minutes de CBS, el 2 de mayo Blinken dijo: «Pero quiero ser muy claro sobre algo y esto es importante. Nuestro propósito no es contener a China, retenerla y mantenerla abajo. Es mantener este orden basado en las reglas que China está desafiando». El secretario describió las relaciones entre Estados Unidos y China de la siguiente manera: «Hay verdaderas complejidades en la relación, ya sea de la parte adversa, ya sea de la parte competitiva y ya sea de la parte cooperativa».

La declaración de Blinken indicó que la política de la administración Biden hacia China tiene tres componentes: confrontación, competencia y cooperación. Blinken había declarado anteriormente que la política de Estados Unidos hacia China será «competitiva cuando deba serlo, de colaboración cuando pueda serlo y de confrontación cuando sea preciso».

A medida que las tensiones entre China y Estados Unidos se intensifican, ¿se está preparando la administración Biden para enfrentarse, competir o cooperar con el PCCh? Hasta ahora, el presidente Biden se ha negado a adoptar una postura clara.

El Dr. Cheng Xiaonong es un estudioso de la política y la economía de China con sede en Nueva Jersey. Cheng fue investigador político y ayudante del antiguo líder del Partido, Zhao Ziyang, cuando éste era el primer ministro. También fue editor jefe de la revista Modern China Studies.

Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente la opinión de The Epoch Times.


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