Policía china tenía como objetivo a veterano de ejército de EEUU e intentó interferir en elecciones: DOJ

Por Andrew Thornebrooke
16 de marzo de 2022 9:08 PM Actualizado: 16 de marzo de 2022 9:08 PM

La policía secreta china y sus agentes están acechando, acosando, intimidando y conspirando para cometer actos violentos contra activistas prodemocracia y disidentes chinos en suelo estadounidense, según tres nuevos casos criminales revelados por el Departamento de Justicia (DOJ) el 16 de marzo.

Los esfuerzos incluyen uns conspiración para interferir en unas elecciones al Congreso, intentos encubiertos de detener a enemigos del Partido Comunista Chino y operaciones de vigilancia para espiar a activistas anticomunistas.

«Estos casos exponen los intentos del gobierno de la República Popular China [RPC] de suprimir las voces disidentes dentro de Estados Unidos», dijo el fiscal general adjunto para la Seguridad Nacional, Matthew Olsen, durante una conferencia de prensa, refiriéndose al nombre oficial del régimen chino.

«Demuestran cómo la RPC busca acechar, intimidar y silenciar a quienes se oponen a ellos».

Un supuesto complot contra un candidato al Congreso

En uno de los casos, los fiscales federales dijeron que Lin Qiming, un presunto agente chino, contrató a un investigador privado en Nueva York para fabricar un escándalo político con la esperanza de socavar la campaña al Congreso de Yan Xiong, que actualmente busca la nominación demócrata para presentarse al Congreso en representación de un distrito en Long Island.

Yan es un ciudadano estadounidense naturalizado y veterano del ejército que sirvió dos veces en Irak. Ha sido durante mucho tiempo un objetivo del Partido Comunista Chino (PCCh) por su participación como líder estudiantil en las protestas de la Plaza de Tiananmen de 1989 y por su posterior apoyo a las protestas prodemocracia en Hong Kong.

Epoch Times Photo
Yan Xiong (2º D), uno de los 21 manifestantes «más buscados» de la Plaza de Tiananmen de 1989, habla con líderes locales prodemocracia antes de participar en una manifestación en las calles de Hong Kong el 31 de mayo de 2009. (Samantha Sin/AFP vía Getty Images)

La orden de detención de Lin detalla sus esfuerzos por utilizar un investigador privado para implicar a Yan en prostitución, evasión de impuestos y posesión de pornografía infantil. Al no conseguirlo, Lin animó al investigador privado a dañar físicamente a Yan, ya sea golpeándolo u involucrándolo en un accidente de auto.

«Si no encuentras nada después de seguirlo durante unas semanas, ¿podemos fabricar algo?», dijo Lin en una llamada grabada, según el documento judicial.

«Pero al final, la violencia también estaría bien», dijo Lin en un mensaje de voz. «Golpéalo. Golpéalo hasta que no pueda presentarse a las elecciones».

La orden judicial decía que Lin era un agente de inteligencia chino retirado que seguía realizando trabajos para el Ministerio de Seguridad del Estado chino (MSS), la principal agencia de inteligencia del régimen.

Lin también sugirió al investigador privado que contratara a una mujer atractiva para que se convirtiera en voluntaria de Yan y luego lo implicara en la prostitución. Cuando el investigador le dijo a Lin que le costaría 40,000 dólares llevar a cabo el trabajo, Lin respondió: «No hay problema. El dinero no es un problema».

Lin animó además al investigador a utilizar «policías, o abogados, o los tribunales» para presionar a Yan y dijo: «Tendremos mucho más de esto en el futuro», según la presentación judicial. Y añadió: «Ahora mismo no queremos que sea elegido».

Sin embargo, a pesar de asegurar al investigador que el dinero no era un problema, la burocracia del PCCh aparentemente interfirió en el esfuerzo, y Lin más tarde le dijo que no podía conseguir los 40,000 dólares, según el documento judicial.

«Porque el Partido Comunista, como usted sabe», dijo Lin, «no es una sola persona la que puede mandar».

Apuntando a los disidentes chinos

En otro caso, que abarca desde enero de 2021 hasta marzo de 2022, Liu Fan, Matthew Ziburis y Sun Qiang presuntamente llevaron a cabo una campaña de acoso e intimidación contra disidentes chinos y activistas prodemocracia que viven en Estados Unidos, según el Departamento de Justicia.

La campaña consistía en recopilar información despectiva sobre los disidentes para humillarlos o desacreditarlos ante la opinión pública.

Al igual que en el caso de Lin, los implicados presuntamente se apoyaron en investigadores privados a los que contrataron para acechar, vigilar e intimidar a los chinos que vivían en Estados Unidos, gastando finalmente más de 100,000 dólares en el proceso.

El plan, según el Departamento de Justicia, incluía intentos de soborno a funcionarios del Servicio de Impuestos Internos para obtener información fiscal de los disidentes, y una conspiración para destruir una escultura que representaba al líder del Partido Comunista Chino, Xi Jinping, como una molécula de coronavirus.

En uno de los casos, los acusados conspiraron para utilizar la empresa de Liu, una corporación de medios de comunicación con sede en Nueva York, para acceder a entrevistas con gafetes haciéndose pasar por periodistas, según los documentos judiciales.

En uno de los mensajes, Liu dijo a los otros que dijeran que eran empleados de «un hombre judío muy rico [y] jefe de [la] comunidad judía», según la presentación judicial, y les dijo que insinuaran que este hombre judío ficticio era un gran donante de las campañas políticas de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.

El tercer caso del Departamento de Justicia alegaba que Wang Shujun, ciudadano estadounidense naturalizado y exprofesor visitante, recopiló información sobre activistas prodemocracia y disidentes chinos que vivían en Estados Unidos y la difundió al MSS.

Según el expediente, Wang, de 73 años, fue durante mucho tiempo miembro de la Fundación Conmemorativa de Hu Yaobang y Zhao Ziyang, un grupo prodemocracia con sede en Queens, Nueva York.

Sin embargo, desde enero de 2016 hasta agosto de 2021, Wang habría operado en secreto como agente del PCCh, utilizando su posición en la fundación para recopilar información privada sobre activistas que luego entregaba a sus directores en el régimen chino.

Según los fiscales, al menos una persona cuya información entregó Wang al MSS fue detenida posteriormente por el PCCh cuando viajaba a Hong Kong.

«Represión transnacional»

Los tres casos se producen apenas un mes después de la decisión de la Administración Biden de poner fin a la «Iniciativa sobre China» de la era Trump, una campaña contra el espionaje a la que los críticos acusaron de realizar un perfil racial de los chinos estadounidenses.

Olsen dijo que los nuevos casos eran parte del nuevo enfoque del Departamento de Justicia orientado al Estado-nación, y que el departamento defendería a la nación contra los esfuerzos represivos del régimen comunista chino para violar la soberanía de Estados Unidos.

«Para el Departamento de Justicia, defender las instituciones y los valores estadounidenses contra estas amenazas es un imperativo de seguridad nacional», dijo Olsen. «La represión transnacional forma parte de la gama de tácticas que nuestros adversarios emplean para tratar de socavar nuestra democracia, nuestra economía y nuestras instituciones.

«Esta actividad es antitética a los valores estadounidenses. No toleraremos esa represión aquí cuando viola nuestras leyes».

Asimismo, Breon Peace, fiscal del Distrito Este de Nueva York, señaló que cada uno de los nuevos casos se refería a los esfuerzos del régimen chino para atacar explícitamente a los partidarios de la democracia, y especialmente a los chinos que eran críticos con el régimen comunista que actualmente rige China continental.

«Todas estas víctimas fueron atacadas por sus opiniones a favor de la democracia, porque decidieron ejercer su libertad de expresión aquí en Estados Unidos», dijo Peace.

«Las denuncias reveladas hoy ponen de manifiesto los extremos escandalosos y peligrosos a los que han llegado la policía secreta del gobierno de la RPC y estos acusados para atacar el Estado de derecho y la libertad en la ciudad de Nueva York y en otros lugares de Estados Unidos».

Tres de los acusados fueron detenidos en los últimos dos días, mientras que Sun y Lin siguen en libertad.


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