Después de más de una hora disparando tasers, arrojando granadas de perdigones de goma, arrojando trozos de bastones de goma y tirando botes de humo a los manifestantes en el Capitolio de EE.UU. el 6 de enero de 2021, un oficial de policía del Distrito de Columbia concluyó que la demostración de fuerza hizo poco más que enfurecer a la multitud.
Casi dos horas de grabaciones de las cámaras corporales del agente Daniel Thau, del Departamento de Policía Metropolitana del Distrito de Columbia (MPDC), publicadas recientemente, muestran cómo se deterioraron las condiciones a lo largo de las barricadas policiales en el lado oeste del Capitolio después de que Thau y sus colegas empezaran a utilizar munición y productos químicos contra la multitud.
La fuerte respuesta policial en el Capitolio comenzó antes de que el entonces presidente Donald Trump terminara de hablar en la Ellipse, a 45 minutos a pie. La mayoría de las grandes multitudes aún no habían comenzado el viaje al Capitolio.
Durante los siguientes 75 minutos, la multitud del lado oeste se enojó más y se tornó más ruidosa. Finalmente se abrió paso a través de las barricadas, subieron las escaleras y entraron al Capitolio.
«Es inútil. Solo estamos [improperio] disparándole a zombis, hombre”, le dijo Thau a un compañero oficial a las 2:16 p.m. “Oye, estamos disparándole a zombis. Eso es».
«Estamos eliminando a uno y 10 se están enfadando más [sic]», le dijo Thau al comandante John Haines dos minutos después. «Los estamos multiplicando a base de golpes”.
Thau y un grupo de oficiales del MPDC caminaron hacia el lado oeste del Capitolio desde el monumento al presidente James Garfield poco después de la 1 p.m.
Unos 10 minutos antes, una multitud había atravesado una barricada poco protegida cerca del Monumento a la Paz y cruzaron la acera hacia el frente oeste del Capitolio.
Desde el momento en que los agentes del MPDC salieron de debajo de los andamios en el nivel del suelo del lado oeste, a la 1:12 p.m., varios oficiales usaron gas pimienta contra los manifestantes. Algunos oficiales reubicaron secciones de la barricada para contener a la creciente multitud.
Después de inspeccionar la línea policial, Thau corrió hacia el andamio detrás de él y gritó: “Necesitamos más municiones [improperio]”.
“Necesitamos municiones explosivas”
Thau se acercó a un oficial de policía del Capitolio de EE.UU. poco tiempo después y dijo: “Oye, Capitolio, necesitamos municiones explosivas. ¿Qué tenemos?
Cuando el oficial dijo que no tenía municiones, Thau respondió: “[Improperio], tenemos que conseguir algo, hombre. Tenemos que conseguir algo de ayuda [improperio] aquí”.
Un minuto después, Thau se acercó a los portabicicletas con una pistola Taser amarilla en la mano derecha. Disparó el arma dos veces, dejando caer a dos manifestantes al suelo, según muestra el video de su cámara corporal.
Luego se acercó al comandante del MPDC, Robert Glover, y dijo: «Oye, tengo 2 ECD, 2 ECD, 2 ECD, 2 ECD desplegados», dijo, usando el acrónimo de dispositivo de control electrónico.
Mientras un grupo de oficiales arrastraba a uno de los hombres heridos, Thau se les acercó y soltó los cartuchos Taser de su arma, diciendo: “Me quedé sin municiones [improperio]. [Improperio] eso. No nos queda nada”.
Durante los más de 75 minutos que Thau estuvo detrás de las líneas policiales a nivel del suelo, fue como una fuerza de ataque de un solo hombre. Derribó al menos a cuatro manifestantes con una Taser, arrojó innumerables explosivos a la multitud y disparó un lanzador de municiones con un proyectil de 40 milímetros a quemarropa sobre la barricada.
A la 1:16 p. m., Thau le dijo al capitán de la policía del Capitolio de EE.UU., Sean Patton: “Necesitamos municiones urgentemente”. Luego le dijo a un colega de MPDC un minuto después: “Necesitamos mucho [improperio]”.
Thau hizo otra petición de dispositivos explosivos a un oficial de la USCP. “Vamos a ser superados [improperio]. Necesitamos municiones explosivas de inmediato”, dijo. “Vamos a perderlo. Vamos a [improperio] perderlo”.
Mirando a los oficiales que estaban parados en la plataforma de inauguración en Lower West Terrace, Thau gritó: “Vamos. [Improperio] ¡dispara! ¡Vamos! ¡Dispara! ¡Dispara!»
Thau se acercó a la oficial de MPDC, Tara Tindall, en busca de recargas. “¡Tara! ¡Tara! Estoy fuera. Estoy fuera. ¿Qué más tenemos?
«Bolas de aguijón. Tengo balas de aguijón», dijo Tindall. «Tengo Skat.» Skat es un nombre comercial para un tipo de proyectil de control de multitudes.
“Estoy fuera de mi ECD. Literalmente he usado todo”, dijo Thau. “He usado todo. Todo lo que tengo es un Asp [bastón] en este momento”.
Thau se acercó al sargento MPDC. Ricardo Minier. “Dame tu [improperio] Taser”, dijo, sacando el arma del chaleco de Minier.
“Lo atrapé con un Taser”
Thau se acercó a la línea policial y disparó la Taser a un hombre que formaba un grupo a unos metros de la barricada. Señaló al hombre mientras caía al suelo y gritó: “¡Atrás! ¡Atrás!»
Un manifestante en la multitud gritó: «¿Qué [improperio] les pasa a ustedes?»
Aproximadamente un minuto después, Thau se acercó a un espacio entre dos oficiales a lo largo de las barricadas y disparó su Taser por cuarta vez, golpeando a un hombre con barba que sostenía un poste de madera. Luego, el hombre cargó contra Thau y los dos se pelearon brevemente.
“Oigan, lo atrapé con un taser”, les dijo a Tindall y Glover. «Estoy bien».
Poco más de un minuto después, un manifestante al otro lado de la barricada les gritó a los oficiales: “¡Miren lo que nos están haciendo! ¿Estás orgulloso?»
A la 1:33 p.m., Thau tomó un bote plateado del oficial de MPDC, Eric Coates. “Estoy saliendo con humo”, dijo, tirando del alfiler. “Eso es un quemador, por cierto”, aconsejó Coates.
Momentos después, alguien en la multitud arrojó el bote de humo, que aterrizó detrás de los oficiales.
“Eric, ¿tienes rondas de Skat?” le preguntó a Coates.
“Solo bolas Skat”, dijo Coates.
“Necesito Triple-Chasers”, dijo Thau, refiriéndose a un bote pirotécnico que se separa en tres granadas cuando se despliega.
Después de que un capitán cercano le aconsejó a Thau que no usara el Triple-Chaser, se lo entregó a Coates, le quitó una granada de pelota de goma y la arrojó a la multitud.
Thau volvió junto a Coates. «Necesito más», dijo, recuperando otra granada que lanzó a la multitud. Agarrando una tercera granada de Coates, Thau la lanzó hacia la multitud. La granada explotó justo por encima del nivel de la cabeza de una persona.
A la 1:42 p.m., Thau arrojó dos granadas de bolas de goma más que recuperó de la mochila de otro oficial. «Está bien, tenemos un grupo [improperio] en este momento», dijo.
Llamada de emergencia
A las 2:12 p. m., Tindall le dio a Thau un lanzador de proyectiles naranja. Lo cargó con un proyectil de pelotas de goma del sargento, Frank Edwards, corrió hacia la barricada y disparó contra la multitud.
Luego, Thau recibió una ronda de porras de otro oficial, clavó el lanzador entre dos oficiales y disparó a los manifestantes. Un caparazón de bastón generalmente contiene cinco proyectiles, que pueden estar hechos de espuma, caucho o madera.
A las 2:16 p.m., Thau le dijo al comandante Glover que era hora de retirarse. «Eso es todo. Tenemos que llamar flecha rota en esto”, dijo Thau. “Tenemos que conseguir la Guardia Nacional. Honestamente. Eso es todo».
Al comandante Haines no le gustó el sonido de una retirada. “No podemos perder los escalones del Capitolio”, dijo. «¡No! No va a suceder.»
A las 2:25 p. m., Thau le dijo al oficial Rich Khoury que disparara un proyectil de gas hacia las gradas de revisión.
“Oye Rich, ponlo en el andamio [improperio]”, dijo Thau. Dispara al aire, Rich, allí. ¡Solo [improperio] dispara!”
La ronda falló y cayó entre un gran grupo de oficiales. Una nube gigante de gas lacrimógeno se extendió por toda la zona.
Después de que Thau ayudó a un colega, que había sido atacado con mazas, a subir los escalones debajo del andamio, le dijo al comandante Jason Bagshaw que las cosas se veían sombrías.
“Vamos a tener que hacer un movimiento táctico en desventaja aquí o vamos a hacer que la gente se lastime gravemente [improperio], hombre”, dijo Thau. “Tenemos 20,000 personas por ahí. No podemos detenerlos. Necesitamos tomar una [improperio] decisión. No necesitamos que maten a nuestra gente [improperio], hombre”.
Momentos después, la multitud atravesó las barricadas y se dirigió hacia los andamios. Thau y otros oficiales ascendieron al nivel superior. Le dijo a un grupo de oficiales que estaban a punto de bajar que no fueran allí.
«Voy a ser lo más realista posible. Vamos a ser arrollados en las escaleras del Capitolio», dijo Thau. «Nos van a [improperio] machacar. Si vais allí, el cumplimiento del deber funcionará mínimamente.
“Hay 10,000 a 1”, dijo. “Vamos a perder los pasos [improperio] y le estamos haciendo daño a la gente como una madre [improperio]. No bajes ahí porque te van arrojar arriba [improperio].
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