John Kerry, el enviado del presidente Biden para asuntos climáticos, llegó a Beijing el 16 de julio para mantener conversaciones durante tres días, convirtiéndose en el tercer funcionario estadounidense que viaja a China en menos de dos meses.
Aunque las conversaciones sobre el clima dominarán los debates entre Kerry y funcionarios del Partido Comunista Chino (PCCh), aún está por ver si estas conversaciones conducirán realmente a una mejora de los lazos bilaterales, ya que no se produjo ningún avance importante tras los viajes a China del secretario de Estado Anthony Blinken y de la secretaria del Tesoro Janet Yellen.
El Sr. Kerry le dijo al Congreso que el cambio climático es un problema apremiante, y señaló que es importante que Estados Unidos y China encuentren formas de colaborar para abordarlo.
“China es la segunda economía más grande del mundo y, como el mayor emisor del mundo, es fundamental para que podamos resolver este problema”, dijo Kerry en la audiencia del subcomité del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el 13 de julio. No comprometerse con China «sería una negligencia de la peor clase, diplomática y política», agregó.
El Sr. Kerry se reunirá con el enviado climático especial de China, Xie Zhenhua, así como con otros altos funcionarios chinos. Durante estas reuniones, el Sr. Kerry dijo que esperaba que pudieran lograr avances para persuadir a Beijing de “hacer la transición lejos del carbón”.
China representa más de la mitad, el 53 por ciento, del consumo mundial de carbón, según un informe de 2022 de la Agencia Internacional de Energía.
El líder chino, Xi Jinping, se comprometió a reducir las emisiones de carbono, pero no comenzará hasta 2030.
«Nuestro objetivo es que las emisiones de CO2 alcancen su punto máximo antes de 2030 y lograr la neutralidad del carbono en 2060. Pedimos a todos los países que busquen un desarrollo innovador, coordinado, ecológico y abierto para todos», declaró Xi Jinping en la 75ª sesión de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Aunque los observadores acogieron con satisfacción la promesa de Xi, dudaron de que el país cumpliera realmente el compromiso, y algunos llegaron a afirmar que parecía «una mentira«.
«China no tiene intención de descarbonizarse. Aunque dice que reducirá las emisiones de CO2, en realidad, el poder de los comunistas se desvanecerá sin el crecimiento económico constante que solo pueden aportar los combustibles fósiles», afirman los investigadores en un informe de Global Warming Policy Foundation, una organización sin ánimo de lucro con sede en el Reino Unido.
Actualmente, con su economía tambaleándose, las autoridades chinas continúan aprobando nuevas plantas de carbón. En los primeros tres meses de 2023, los funcionarios locales ya aprobaron la construcción de al menos 20.45 gigavatios de capacidad de energía, más del doble de los 8.63 gigavatios aprobados en el mismo período del año pasado, según investigaciones recientes de Greenpeace.
En comparación, la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. ha elaborado las reglas más estrictas para las plantas de energía, requiriendo que la mayoría de las instalaciones de energía de combustibles fósiles reduzcan las emisiones de carbono en un 90 por ciento antes de 2035.
El presidente Joe Biden dijo que Estados Unidos reducirá sus emisiones en al menos un 50 por ciento en comparación con los niveles de 2005 para fines de la década. El Sr. Biden prometió convertir a Estados Unidos en un contribuyente «cero neto» al cambio climático antes de 2050.
La división en torno al ritmo de reducción de emisiones de ambos países salió a relucir durante la audiencia del jueves en un panel de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
“¿Qué está haciendo Estados Unidos para obligar a China a reducir sus emisiones de CO2?”, preguntó el representante Nathaniel Moran (R-Texas).
El Sr. Kerry rechazó la palabra «obligar», pero no abordó la cuestión directamente. “Voy a ir allí… pero no estoy seguro de que esa presencia por sí sola sea suficiente para obligarlos”, dijo, defendiendo que China ha desplegado más energías renovables.
El representante Michael McCaul (R-Texas), quien preside el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, señaló que las promesas del régimen contradicen la realidad.
“No son un intermediario honesto cuando se trata de abordar la reducción de emisiones”, dijo el Sr. McCaul. “Encienden una planta de carbón prácticamente todos los días, si no es que todas las semanas”.
El congresista también señaló la afirmación del régimen chino de que era un país en desarrollo y que no debería estar sujeto a los mismos estándares que las economías desarrolladas para la reducción de las emisiones de carbono.
«Cómo es posible que la segunda mayor economía del mundo les diga a ustedes y al resto del mundo, sin tapujos, que son un país en desarrollo, dándoles un trato preferencial», preguntó McCaul.
Kerry dijo que no estaba en desacuerdo con los republicanos que lo consideran injusto, y añadió que se revisará el año que viene.
Pero en cuanto a si podría “quitar” el estatus de nación en desarrollo de China durante este viaje, el Sr. Kerry dijo: “Permítanme ser franco con ustedes, eso no va a suceder en esta visita. Simplemente no es un mecanismo ni un razonamiento».
Republicanos
En vísperas de la llegada de Kerry, republicanos y expertos en China han cuestionado a la administración Biden por sus persistentes esfuerzos para comprometer a China, mientras que los demócratas han salido en defensa de Biden.
“Me preocupa profundamente que la administración continúe interactuando con el PCCh sin resultados reales ni nada que mostrar”, dijo McCaul durante la audiencia del jueves. “Contrarrestar a China y su agenda maligna debería ser la principal prioridad del Departamento de Estado”.
La senadora Marsha Blackburn (R-Tenn.) calificó la negociación sobre el cambio climático como un apaciguamiento.
«El viaje de John Kerry a China, financiado por los contribuyentes, es otro débil intento de apaciguar a una dictadura que comete abusos generalizados contra los derechos humanos y oprime a su propio pueblo», declaró Blackburn el 13 de julio.
“A la administración Biden claramente le importa más avanzar en su agenda radical del Green New Deal que proteger nuestros intereses de seguridad nacional”, agregó la Sra. Blackburn. “En lugar de cooperar con nuestro mayor adversario en nombre de la lucha contra el cambio climático, Estados Unidos debería centrarse en obstaculizar el objetivo de Beijing de lograr la dominación mundial”.
La representante Ashley Hinson (R-Iowa) hizo críticas similares y dijo que la visita de Kery es una continuación de la “gira de apaciguamiento de Biden en Beijing”.
“Necesitamos oponernos al PCCh, no recompensar el mal comportamiento continuo”, escribió la Sra. Hinson en Twitter el 13 de julio.
Un cuarto funcionario estadounidense podría visitar China pronto. Según un artículo del 13 de julio del medio estatal chino Xinhua, el Ministerio de Comercio de China estaba “en comunicación” con la parte estadounidense sobre una posible visita a China de la secretaria de Comercio Gina Raimondo.
El 14 de julio, el senador Dan Sullivan (R-Alaska) expresó su preocupación por lo que Kerry “regalará” al PCCh, al tiempo que señaló cómo los hackers chinos irrumpieron recientemente en las cuentas de correo electrónico del gobierno de EE. UU.
«No me extrañaría que John Kerry regateara la defensa estadounidense de Taiwán a cambio de más promesas climáticas vacías del PCCh», escribió Sullivan en Twitter. «Pido a John Kerry y a la secretaria Raimondo que cancelen sus próximos viajes a Beijing».
Demócratas
Kerry recibió algunos elogios de los demócratas durante la audiencia del subcomité de la Cámara el 13 de julio.
El representante Gregory Meeks (D-N.Y.), miembro de alto rango del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, calificó el cambio climático de cuestión de seguridad nacional y se mostró «inmensamente satisfecho» de que la administración Biden nombrara a Kerry enviado especial para el clima.
“Yo, junto con la mayor parte del mundo, me sentí aliviado al ver a Estados Unidos volvía a sentarse a la mesa, no solo en las negociaciones sobre el clima, sino también en muchos otros ámbitos de la diplomacia», declaró Meeks en la audiencia. «Estados Unidos vuelve a liderar el mundo, incluso cuando se trata de frenar las emisiones del mayor emisor, China, hay áreas en las que podemos y debemos cooperar».
El representante Jason Crow (D-Colo.), miembro de alto rango del Subcomité de Supervisión y Responsabilidad, defendió al Sr. Kerry por su esfuerzo para abordar los retos que plantea el cambio climático.
“También es incorrecto decir que el compromiso con el mundo, incluso con nuestros adversarios y aquellos con quienes no tenemos puntos en común en todas las áreas, es de alguna manera una muestra de debilidad”, dijo Chow. “En realidad, es una muestra de fortaleza comprometerse con el mundo, y hacerlo desde una posición de confianza».
El 15 de julio, Matt Stoller, director de investigación del American Economic Liberties Project, dijo que la administración Biden «se ha ablandado» por sus elecciones de funcionarios estadounidenses que viajan a China.
«Está bastante claro que la administración Biden se ha ablandado con China. Yellen, Raimondo, Blinken y Kerry están presionando a favor de más comercio y deferencia, y los críticos han sido apartados. Mientras tanto, los demócratas del Congreso no tienen ni idea del problema», escribió Stoller en Twitter.
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