Pompeo condena las atrocidades en China y promete proteger los derechos religiosos internacionales

Por Eva Fu - La Gran Época
22 de junio de 2019 1:08 PM Actualizado: 22 de junio de 2019 1:29 PM

El secretario de Estado de EE.UU., Michael Pompeo, reprendió severamente a China por sus «aberrantes abusos religiosos» cometidos en el país durante la presentación del Informe Anual sobre la Libertad Religiosa Mundial hecha por el Departamento de Estado el 21 de junio.

Pompeo advirtió que los gobiernos que persiguen a los creyentes religiosos no deberían ser capaces de salirse con la suya sin ninguna consecuencia.

Señaló especialmente las atrocidades cometidas en China contra grupos religiosos de todo tipo.

«El Partido Comunista Chino ha mostrado una extrema hostilidad hacia todas las religiones desde el inicio», dijo Pompeo durante una conferencia de prensa el 21 de junio.

«En China, la intensa persecución de varias religiones, como los practicantes de Falun Gong, los cristianos y el budismo tibetano, es una ley», dijo Pompeo, y agregó que el departamento decidió añadir una sección especial en el informe de China para documentar los abusos a los derechos humanos contra los grupos minoritarios islámicos en la región noroeste de Xinjiang. La ONU estima que más de un millón de uigures y otras minorías están actualmente detenidas en campos de concentración donde se ven obligadas a renunciar a su fe.

Las personas allí no pueden contar sus historias de otra manera.

«La historia no guardará silencio sobre estos abusos, si voces de libertad como las nuestras lo documentan», dijo Pompeo.

Es la primera vez que un alto funcionario de los Estados Unidos critica públicamente a China por su persecución continua a Falun Gong, también conocida como Falun Dafa, una disciplina espiritual para el mejoramiento de la mente y el cuerpo basada en enseñanzas morales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Esta práctica ha sido severamente perseguida ilegalmente desde 1999, con cientos de miles de adherentes encarcelados en centros de lavado de cerebro, campos de trabajo y otros centros de detención donde a menudo son torturados.

Sam Brownback, el Embajador de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, también condenó específicamente la sustracción forzada de órganos en China, una atroz práctica en la cual los hospitales lucran al matar a los presos de conciencia y vender sus órganos para usarlos en cirugías de trasplante.

Recientemente, un tribunal popular en Londres encontró evidencia sustancial de que la sustracción forzada de órganos se ha llevado a cabo en China durante años «en una escala significativa» y que los practicantes de Falun Gong probablemente fueron la principal fuente de órganos.

El nuevo informe señaló que aunque la libertad de creencia está consagrada en la constitución de China, el alcance de la protección de tales derechos no está definido, lo que da paso al régimen comunista chino a prohibir las actividades religiosas y restringir los derechos de los creyentes cuando son percibidos como amenaza al control del Partido Comunista Chino.

«El Partido exige que solo [ese] sea llamado dios», dijo Pompeo.

Abusos Religiosos

En China, solo cinco organizaciones religiosas tienen la aprobación estatal para celebrar oficialmente los servicios de adoración bajo el estricto control del Partido, lo que obliga a muchas personas que se niegan a conformarse con la ideología del Partido a pasar a la clandestinidad.

Los funcionarios de los Estados Unidos, así como las ONG internacionales, han expresado reiteradamente su preocupación por la represión en China contra más de 200 millones de creyentes religiosos en el país.

En Xinjiang, por ejemplo, los residentes están confinados en campos de concentración «diseñados para despojar la cultura, la identidad y la fe», dijo Brownback en la conferencia de prensa. El régimen chino ha tratado de romper su fe al obligar a los detenidos a comer carne de cerdo y prohibirles el ayuno durante el Ramadán.

El Embajador General para la Libertad Religiosa Internacional, Sam Brownback, habla en el Departamento de Estado en Washington el 21 de junio de 2019. (Samira Bouaou/La Gran Época)

El régimen chino ha empleado una red masiva de cámaras de vigilancia avanzadas en las que rastrean todos los movimientos de los residentes en tiempo real.

En el Tíbet, las banderas rojas comunistas, así como los retratos de los líderes comunistas, se cuelgan prominentemente en los monasterios budistas. Según la información, más de 150 tibetanos se prendieron fuego como protesta pública contra el pisoteo de las autoridades sobre sus prácticas religiosas y su cultura.

Mientras tanto, los miembros de las iglesias cristianas clandestinas enfrentan la amenaza de constantes arrestos y demoliciones forzadas. Las autoridades también requieren que las iglesias cristianas instalen cámaras de vigilancia y han obligado a los miembros de la iglesia a firmar documentos para renunciar a su fe.

«China ha declarado la guerra a la fe», dijo Brownback.

Falun Gong, que se introdujo por primera vez en China en 1992, creció de 70 millones a 100 millones en China para el año 1999, según estimaciones oficiales en ese tiempo. El régimen comunista vio su popularidad como una amenaza y comenzó una persecución ilegal que duró décadas y que ha matado a por lo menos miles de seguidores por su creencia.

Con respecto a la sustracción de órganos, un informe de 2016 realizado por tres investigadores, el nominado al Premio Nobel de la Paz Ethan Gutmann, el exsecretario de Estado de Canadá David Kilgour, y el abogado de derechos humanos David Matas, proporcionó una estimación conservadora basada en datos de hospitales, que se realizan entre 60.000 y 90.000 operaciones de trasplante cada año en China, superando con creces las cifras declaradas por el régimen chino basadas en su sistema de donación voluntaria.

«Esto [la sustracción de órganos] debería sacudir la conciencia de todos», dijo Brownback.

Brownback y Pompeo dijeron que, ahora más que nunca, es pertinente promover y proteger la libertad religiosa.

«No nos detendremos hasta que caiga la cortina de hierro de la libertad religiosa, hasta que los gobiernos ya no detengan y torturen a las personas por el simple hecho de tener una fe particular o estar asociados con ella», dijo Brownback.

Pompeo agregó que la administración de los EE.UU. promoverá la libertad religiosa como «agenda principal de política exterior» y seguirá siendo la vanguardia de los derechos religiosos internacionales.

«Para todos aquellos que ignoran las libertades religiosas, les diré esto: Estados Unidos está vigilando y ustedes serán los responsables», dijo.

«Es una responsabilidad claramente estadounidense defender la fe en cada espacio público de cada nación», agregó Pompeo.

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Qué es Falun Dafa y por qué se propagó por todo el mundo

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