El 29 de enero, un alto funcionario del gobierno de EE.UU. instó a Gran Bretaña a reconsiderar su decisión de permitir que el Huawei de China tenga un papel en las redes 5G del país.
Estados Unidos ha pedido anteriormente a países de todo el mundo que no incluyan al gigante de las telecomunicaciones del régimen comunista en sus sistemas de comunicaciones. El Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, concedió a Huawei un papel limitado en la red móvil 5G de Gran Bretaña el 28 de enero.
«También existe la posibilidad de que el Reino Unido reconsidere esto a medida que avanza la implementación», dijo el Secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo cuando los periodistas le preguntaron sobre los riesgos para la seguridad nacional de EE.UU. cuando voló a Londres para las conversaciones con su homólogo Dominic Raab y Johnson.
Pompeo dijo que en los últimos meses han hablado con el Reino Unido «extensamente» sobre el tema, tanto a nivel político como a nivel de seguridad nacional. Dijo que Estados Unidos ve en Huawei un riesgo real que es una extensión del Partido Comunista Chino «con el requisito legal de entregar información al Partido Comunista Chino».
«Nuestra opinión es que deberíamos tener sistemas occidentales con reglas occidentales, y la información estadounidense solo debería pasar a través de redes de confianza, y nos aseguraremos de hacerlo», dijo a los periodistas.
Pompeo dijo que las telecomunicaciones y la seguridad nacional serían «parte de la conversación» durante su visita.
Justo en diciembre pasado, el asesor de seguridad nacional de los Estados Unidos, Robert O’Brien, advirtió al gobierno del Reino Unido que cualquier medida que permitiera a las empresas de telecomunicaciones chinas entrar en la red 5G de la nación beneficiaría al régimen chino al permitirle el acceso a los datos privados de los ciudadanos británicos y a otra información sensible.
Tras el anuncio del Reino Unido de que estaba otorgando al gigante chino de las telecomunicaciones un papel en la construcción de partes «no sensibles» de su red inalámbrica de próxima generación, un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. dijo a The Epoch Times que están «decepcionados» por la decisión.
«No hay una opción segura para que los vendedores no confiables controlen cualquier parte de una red 5G», dijo el portavoz el 29 de enero por correo electrónico. «Esperamos trabajar con el Reino Unido en un camino que resulte en la exclusión de componentes de proveedores no confiables de las redes 5G».
El portavoz añadió que Estados Unidos sigue «instando a todos los países a evaluar cuidadosamente la seguridad nacional a largo plazo y las repercusiones económicas de permitir el acceso de los proveedores no confiables a la importante infraestructura de la red 5G».
El Reino Unido clasifica a Huawei como un «proveedor de alto riesgo», lo que significa que será excluido del núcleo sensible donde se procesan los datos, y se le prohibirá el acceso a todas las redes críticas y lugares sensibles como los emplazamientos nucleares y las bases militares. Como empresa de alto riesgo, su participación se limitará al 35%.
Pompeo también dijo a los periodistas que los Estados Unidos «evaluarán» la decisión del Reino Unido, aunque reconoció que todavía estaba «un poco confuso qué es lo que van a permitir y qué no».
Washington ha declarado repetidamente que Huawei—fundado en 1987 por un exingeniero del Ejército de Liberación Popular—es una extensión del régimen chino y que ayuda a la inteligencia china a robar secretos. Huawei niega las acusaciones.
Huawei también negó un informe del 29 de enero en el que se afirmaba que el gobierno alemán tenía pruebas de que la empresa había cooperado con la inteligencia china.
«Huawei Technologies nunca ha hecho, y nunca hará, nada que comprometa la seguridad de las redes y los datos de sus clientes», dijo la empresa china en respuesta al informe en el diario de negocios Handelsblatt.
El informe de Handelsblatt citó un documento confidencial del Ministerio de Relaciones Exteriores como «arma humeante» que mostraba que las empresas chinas eran socios inseguros para construir la próxima generación de redes móviles 5G. La inteligencia fue compartida por funcionarios estadounidenses.
Huawei es actualmente el mayor productor mundial de equipos de telecomunicaciones, y el Wall Street Journal informó que su crecimiento se ha producido gracias a las subvenciones estatales por valor de 75,000 millones de dólares, lo que ha ayudado a la empresa a rebajar el precio de muchos competidores. Gran Bretaña ha argumentado que excluir a Huawei habría retrasado su lanzamiento 5G y costaría más a los consumidores.
Cuando se le preguntó si los Estados Unidos disminuirán el intercambio de información con el Reino Unido, Pompeo sacó a relucir el tema de los competidores de las empresas privadas.
«Es importante que todo el mundo sepa que también hay un trabajo real realizado por muchas empresas privadas dentro de Estados Unidos y en Europa para asegurarse de que hay verdaderos competidores de Huawei», dijo a los periodistas.
Johnson dijo el 29 de enero que quería asegurarse de que la gente tuviera acceso a la mejor tecnología y que su decisión sobre Huawei no perjudicaría la cooperación con Estados Unidos.
«Tampoco hacemos absolutamente nada para poner en peligro nuestra relación con los Estados Unidos, para hacer algo que comprometa nuestra critica infraestructura de seguridad nacional», dijo Johnson al parlamento.
Los funcionarios de Estados Unidos este año han hablado cada vez más de países que están «abriendo sus brazos» a las empresas chinas para la infraestructura clave como la inteligencia artificial y el 5G.
La reportera del Epoch Times Cathy He y Reuters contribuyeron a este informe.
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