Después de semanas de disminución de muertes y hospitalizaciones en un temprano foco del virus del PCCh, la ciudad de Nueva York alcanzó un hito significativo en la lucha contra la enfermedad esta semana.
Por primera vez en meses desde que el virus del PCCh (Partido Comunista Chino) comenzó a propagarse a mediados de marzo y cobró miles de vidas, la ciudad confirmó que no hubo nuevas muertes desde 3 de junio, según los nuevos datos del Departamento de Higiene y Salud Mental de la Ciudad de Nueva York.
«Es una gran noticia», dijo un portavoz del alcalde Bill de Blasio al New York Daily News.
La primera muerte reportada en la ciudad fue el 11 de marzo, cuando una mujer de 82 años de edad que también tenía enfisema—una condición pulmonar que causa falta de aliento—murió en el estado después de contraer COVID-19. Desde entonces, el virus se extendió rápidamente por toda la ciudad, alcanzando su máximo el 7 de abril con 590 muertos en un día.
«Se ve lo rápido que ese pico subió y lo lento que es para bajar, por lo que queremos asegurarnos de no volver allí nunca, nunca más», dijo el gobernador Andrew Cuomo en una conferencia de prensa mientras hablaba sobre el número de muertos a finales de mayo.
Los casos confirmados han ido disminuyendo. A finales de mayo los casos diarios cayeron por debajo de 100, con el número más bajo de casos confirmados el 25 de mayo cuando solo 73 personas dieron positivo en la prueba de COVID-19.
De Blasio dijo durante una conferencia de prensa el jueves que solo el 3 por ciento de las personas en la ciudad dieron positivo para COVID-19. El alcalde esbozó la primera fase del plan de reapertura de la ciudad. Dijo que la fase 1 será implementada el próximo lunes.
Reapertura por fases
En una conferencia de prensa diaria a finales de mayo, el alcalde dijo que entre 200,000 y 400,000 personas volverán a trabajar cuando se reanuden las operaciones de construcción y venta al por mayor. Las tiendas de muebles y ropa pueden volver a abrir para recogida de pedidos en la acera.
«Son cuatro áreas enteras de nuestra economía —fabricación, construcción, venta al por mayor y partes de la venta al por menor— que no han sido abiertas», dijo de Blasio durante la sesión informativa. Añadió que la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA), que opera los sistemas de metro y autobús de la ciudad, ha aumentado el servicio de metro y tren para dar lugar a más viajeros a medida que los negocios se abren de nuevo.
De Blasio señaló que los negocios que reabran deben hacerlo en cumplimiento de las medidas de distanciamiento social que se han establecido, limitando al mismo tiempo la capacidad dentro de los edificios al 50 por ciento. Esos negocios también tienen que proveer a los empleados con equipos de protección como mascarillas.
Las reuniones y encuentros también tendrán que ser limitados en tamaño, añadió.
Y cualquier negocio que reabra antes de ser elegible según las directrices del estado de Nueva York, «se enfrentará a las consecuencias», dijo de Blasio.
«Hemos recorrido un largo camino, no vamos a estropearlo ahora», señaló de Blasio. El alcalde dijo que cree que «es hora de que los neoyorquinos vean recompensado su duro trabajo», y añadió que «no ha sido fácil ni un solo día».
«A pesar de eso, lo han hecho y lo han hecho en un grado notable», añadió, diciendo que Nueva York ahora se ha permitido «empezar a hablar sobre la apertura de las cosas».
Propagación del virus por Estados Unidos
A pesar de las mejoras en la ciudad de Nueva York, el COVID-19 sigue extendiéndose por Estados Unidos, cobrando miles de vidas.
Esta semana se han reportado 4883 muertes en Estados Unidos. De ellas, un máximo de 1036 muertes ocurrió el 2 de junio, un día después de un mínimo de dos meses el día anterior, cuando solo se reportaron 478 muertes.
En la madrugada del sábado, el virus cobró la vida de más de 111,000 personas en Estados Unidos e infectó a más de 1.94 millones, según la Universidad Johns Hopkins.
Jack Phillips contribuyó a este informe.
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