Es probable que WeChat y TikTok experimenten el impacto de una mayor regulación después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, firmara dos órdenes ejecutivas que prohíben las transacciones con las aplicaciones respaldadas por China.
El 6 de agosto, el presidente firmó las dos órdenes que prohíben a los ciudadanos y entidades estadounidenses (gobierno y empresas) realizar transacciones comerciales con las empresas matrices de ambas aplicaciones, ByteDance y Tencent Holdings.
Las prohibiciones entrarán en vigor 45 días después del 6 de agosto y ya han hecho que el precio de las acciones de la empresa matriz de WeChat, Tencent, sigan una tendencia a la baja.
Tencent es un importante conglomerado digital con sede en Shenzhen con amplias participaciones en 480 empresas y entidades diferentes a nivel mundial. Tiene participaciones en empresas muy conocidas, como Epic Games, Activision Blizzard, Reddit y Atomwise, así como en empresas australianas como Afterpay y Airwallex.
En los últimos tiempos, las empresas de tecnología respaldadas por China, entre ellas Tencent, Zoom y Huawei, han sido objeto de un mayor escrutinio debido a la preocupación por la seguridad y la privacidad de sus productos.
Estas preocupaciones se derivan de la Ley Nacional de Inteligencia de Beijing de 2017 que obliga a las empresas con sede en China a compartir datos con el régimen si es necesario.
Michael Shoebridge, del Instituto Australiano de Política Estratégica, dijo a The Epoch Times el 11 de agosto que las órdenes ejecutivas de Trump «aumentarán el escrutinio» en torno a WeChat a nivel mundial, pero lo más importante es que es una señal de que el escepticismo en torno a la tecnología respaldada por China se intensificará.
«Este es un paso adelante con respecto al debate del 5G», dijo.
«Puede ser el comienzo de la competencia estratégica que se avecina en el comercio electrónico, con el reconocimiento por parte de los responsables de las políticas de que el crecimiento de determinadas plataformas digitales puede proporcionar una forma de que los gobiernos [como el de Beijing] obtengan datos y lleven a cabo operaciones cibernéticas», añadió.
La presencia de los servicios de WeChat y la fuerte evidencia de la censura en la plataforma, significa que el servicio seguirá siendo una amenaza para la seguridad nacional:
«WeChat es más que una aplicación de mensajería de redes sociales, es también una gran plataforma de comercio electrónico con alcance no solo en China, sino en el sureste de Asia y que está creciendo internacionalmente», señaló Shoebridge.
«La regulación china de la plataforma y sus operaciones dentro de China es fuerte y es difícil separar estas operaciones de sus operaciones globales», continuó.
Matt Warren, profesor de ciberseguridad en el Real Instituto de Tecnología de Melbourne dijo a The Epoch Times el 11 de agosto que la prohibición tendría un impacto limitado en la actual versión de WeChat con la mayoría de sus usuarios ubicados en Asia.
Sin embargo, creía que «impactaría cualquier plan futuro de crecimiento por encima de su enfoque chino».
Por ejemplo, el 29 de junio, el gobierno de la India apareció en los titulares al prohibir categóricamente 59 aplicaciones de origen chino en el país.
«La prohibición afectó a 300 millones de usuarios indios que utilizaban estas aplicaciones chinas, entre ellas WeChat», dijo Warren, señalando que la prohibición frena efectivamente las ambiciones de WeChat en su mayor mercado extranjero.
«Es probable que Estados Unidos siga a la India con nuevas regulaciones y Australia esperará a ver qué sucede antes de tomar cualquier medida», añadió.
Se estima que en Australia hay más de tres millones de personas que utilizan WeChat y que el 38 por ciento de los usuarios no hablan chino.
La elevada proporción de usuarios que no hablan chino se debe a que WeChat es una plataforma popular para que los negocios locales realicen transacciones y comercialicen con clientes y turistas chinos.
Por ejemplo, WeChat Pay es un servicio que permite a las personas hacer compras retirando fondos de una cuenta bancaria en China. Muchos operadores turísticos o restauradores australianos utilizan actualmente el servicio para atraer a clientes chinos.
Existe la preocupación de que la administración Trump siga endureciendo la reglamentación en torno a las aplicaciones chinas, especialmente a la luz de la reciente propuesta de prohibición de TikTok en Estados Unidos y de la iniciativa de «red limpia» del secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.
La prohibición de WeChat tendría repercusiones para las empresas y la diáspora de habla china, en particular si el gobierno australiano decide seguir su ejemplo.
«La prohibición de WeChat en Australia tendría un impacto en los tres millones de usuarios estimados de WeChat (más que TikTok con 1.6 millones de usuarios) que lo utilizan para mantenerse en contacto con familiares y amigos en China», dijo Warren.
«Esos usuarios tienen ahora acceso limitado a muchas aplicaciones occidentales que están prohibidas por el Fire Wall chino».
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