El recién restablecido programa de Menores de América Central (CAM) para niños necesita reformas para asegurar que el proceso de asilo de Estados Unidos, que acepta a niños que huyen de la violencia en El Salvador, Guatemala y Honduras, sea más eficiente y efectivo, dijo el miércoles la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
El presidente Joe Biden restableció el 10 de marzo el programa de la era Obama, que el expresidente Donald Trump dio por terminado en 2017, después de que una revisión del gobierno de Estados Unidos encontró que «la gran mayoría de los individuos que accedían al programa no eran elegibles para el reasentamiento de refugiados».
Psaki hizo estas declaraciones en respuesta a una pregunta de un reportero sobre los comentarios hechos por el enviado especial de Biden, Ricardo Zúñiga, el 6 de abril, en relación con la forma en que la Casa Blanca está buscando crear formas para que los posibles solicitantes de asilo de América Central entren en Estados Unidos legalmente, pensando que de otro modo podrían tratar de hacer el peligroso viaje hacia el norte y cruzar la frontera ilegalmente.
Zúñiga, el enviado de Biden a los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica —Guatemala, Honduras y El Salvador— dijo el martes, en una visita de Estado a Guatemala, que la Casa Blanca está tratando de ofrecer protección a los migrantes en medio de un impulso de Biden por remodelar la política fronteriza de Estados Unidos, mientras la administración lucha para hacer frente a un fuerte aumento de los cruces ilegales de la frontera.
El aumento de la inmigración ilegal procedente de los tres países del Triángulo Norte se convirtió en uno de los mayores retos a los que se enfrenta el gobierno de Biden, tanto desde el punto de vista político, ya que los republicanos achacan la oleada de cruces ilegales de la frontera a un retroceso de las políticas de inmigración de la era Trump, como desde el punto de vista práctico, ya que muchos aspirantes a inmigrantes ilegales y traficantes de personas interpretan los mensajes del gobierno como una invitación a entrar en Estados Unidos.
«Nosotros hemos reinstituido el programa de Menores de América Central, al que él probablemente se refería, que cuando se detuvo en 2017, había alrededor de 3000 niños que podrían haber aplicado», dijo Psaki en una conferencia de prensa, señalando que no tiene una cifra actualizada sobre cuántos niños podrían ser actualmente elegibles para el programa que estaba abierto a los solicitantes que estaban «todavía en su país de origen».
«Esa es una medida, para que los niños puedan solicitarlo desde el país y no hagan el traicionero viaje», dijo Psaki.
Antes de que el programa se detuviera en noviembre de 2017, ofrecía una vía para que los menores de 21 años cuyos padres vivían legalmente en Estados Unidos pudieran solicitar el reasentamiento de refugiados mientras aún estaban en su país de origen, con la esperanza de disuadirlos de hacer el peligroso viaje a la frontera. Este se estableció en 2014 bajo el mandato del expresidente Barack Obama. Aquellos que no reunían los requisitos para obtener el estatus de refugiado podían solicitar la entrada temporal en Estados Unidos bajo libertad condicional.
El gobierno de Donald Trump puso fin al programa, dando preferencia a otras vías que ofrecen los servicios de inmigración estadounidenses.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca dijo que el gobierno de Biden quiere discutir las reformas legislativas del programa de Menores de América Central (CAM).
«Pero también creemos que tiene que haber reformas en todo el proceso, hacerlo más eficiente, más efectivo para cuando las familias, cuando los niños llegan a la frontera. Eso es parte de lo que queremos discutir a través de la legislación».
«Así que él [Zúñiga] también podría haber estado refiriéndose más ampliamente a los cambios a largo plazo que deben tener lugar, pero más de inmediato, por supuesto, está el Programa de Menores de América Central «, dijo Psaki.
Según un comunicado del Departamento de Estado, del mes pasado, su Oficina de Población, Refugiados y Migración está trabajando estrechamente con los Servicios de Ciudadanía e Inmigración del DHS para reabrir el programa en dos fases.
La primera fase procesa las «solicitudes elegibles» que se cerraron cuando el programa se terminó en 2017, y la segunda comenzará a aceptar nuevas solicitudes. El departamento dijo que pronto publicará una guía actualizada.
Con información de Tom Ozimek y Reuters.
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