El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó este viernes un decreto que anexiona cuatro territorios ucranianos a la Federación Rusa, en una medida que fue condenada por las potencias occidentales.
La orden afectará a las disputadas regiones de Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia. A partir de la semana anterior, los residentes de estos territorios celebraron referendos, aunque los funcionarios de Estados Unidos y la Unión Europea afirmaron que se trató de una farsa.
«Ustedes saben que han tenido lugar los referendos», dijo Putin el viernes en una ceremonia en el Kremlin, según los medios estatales. «Se emitieron los resultados. Los resultados son conocidos. La gente ha hecho su elección, una elección inequívoca».
Describiendo los votos como «la voluntad de millones de personas», Putin dijo que las personas «que viven en Luhansk, Donetsk, la región de Jersón y la región de Zaporiyia se convierten en nuestros compatriotas para siempre».
En febrero, el Kremlin reconoció las disputadas zonas de Donbass, Donetsk y Luhansk, como estados independientes y acusó al gobierno de Ucrania de no aplicar acuerdos anteriores, que habrían dado a esas regiones un estatus especial tras la revolución en Kiev de 2014. Días después, el 24 de febrero, Putin anunció la invasión de Ucrania, describiéndola como una «operación militar especial».
«Nosotros siempre recordaremos a los héroes de la Primavera Rusa», dijo Putin en referencia a los incidentes ocurridos en 2014, incluyendo las protestas contra el gobierno de Ucrania en el Donbass y Crimea —que finalmente Rusia se anexó.
Además, Putin dijo que recordaría a «aquellos que murieron por el derecho de su lengua materna, de preservar su cultura, sus tradiciones, su fe. Por su derecho a vivir», informaron los medios estatales.
El mandatario instó a Ucrania a cesar las acciones militares y a volver a la mesa de negociaciones. Kiev prometió recuperar todas las tierras arrebatadas por Rusia y dijo que la decisión rusa de anexarse los territorios destruyó cualquier perspectiva de conversaciones.
Esto se produce luego que las fuerzas rusas hayan sufrido reveses en el campo de batalla. Funcionarios prorrusos reconocieron que las tropas rusas estuvieron a punto de ser cercadas en Lyman, su principal guarnición en el norte de la provincia de Donetsk.
Una derrota allí podría abrir el camino para que Ucrania recupere franjas del territorio que Putin declaró ahora como parte de Rusia.
Críticas
Las votaciones del referéndum fueron duramente criticadas en Occidente, con acusaciones contra Rusia de estar perpetuando una farsa.
El canciller alemán, Olaf Scholz, escribió en Twitter el jueves que había asegurado al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que Alemania nunca reconocerá los «supuestos resultados».
«Esto es un intento de robar el territorio de otro Estado», dijo Zelenski durante un discurso a distancia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el martes. «Se trata de un intento muy cínico de obligar a la población masculina del territorio ocupado de Ucrania a movilizarse en el ejército ruso para enviarla a luchar contra su propia patria».
«La Carta de la ONU es clara», dijo el jueves el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a los periodistas. «Cualquier anexión del territorio de un Estado por parte de otro Estado que resulte de la amenaza o el uso de la fuerza es una violación de los principios de la Carta de la ONU y del derecho internacional».
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que ahora es probable que Estados Unidos golpee a Rusia con sanciones adicionales. Estados Unidos impuso sanciones a altos dirigentes del Kremlin y a sus familiares, y también prohibió todas las importaciones de petróleo ruso.
«En respuesta, trabajaremos con nuestros aliados y socios para imponer costos económicos adicionales a Rusia y a los individuos y entidades dentro y fuera de Rusia que presten apoyo a esta acción», dijo Jean-Pierre a los periodistas el jueves.
Con información de Reuters
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