Los senadores republicanos criticaron duramente el martes a los grupos que derrocaron o desfiguraron las estatuas de los expresidentes Ulysses Grant, George Washington y Thomas Jefferson.
“Un grupo radical loco está tratando sus monumentos como estatuas de vanidad de tiranos de poca monta. Nuestros Padres Fundadores están siendo atados al suelo como si fueran Saddam Hussein”, dijo el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, en el pleno del Senado en Washington.
“No podría haber una señal más clara de que estos radicales de extrema izquierda cortaron cualquier conexión con la causa justa de la justicia racial. Literalmente han intentado tener éxito donde Robert E. Lee falló y llevar al general Grant al suelo”.
Una estatua de Grant estuvo entre las derribados en San Francisco el viernes por la noche.
McConnell describió figuras sobresalientes en la historia estadounidense como Grant, quien forzó la rendición de la Confederación, son «héroes imperfectos», mientras que Estados Unidos es una «unión imperfecta» que «sigue siendo la gran nación en la historia mundial».
Mientras los vándalos derriban las estatuas de Grant y sus compañeros, una estatua de Vladimir Lenin, el exlíder comunista de la Unión Soviética permanece de pie, intacta, en Seattle, una ciudad dirigida por demócratas señaló el senador.
“Aparentemente, la gente afirma con franqueza que esta estatua comunista ha sobrevivido porque está ubicada —escuche— en propiedad privada. Así que el padre fundador de la Unión Soviética que asesinó en masa vigila las calles de Seattle, pero nuestros propios padres fundadores son arrastrados a la tierra”, dijo.
El pasado de Estados Unidos es complejo, dijo McConnell, llamando absurda la afirmación de que la intolerancia es su principio más profundo.
El senador Tim Scott (R-S.C.), uno de los tres legisladores negros en el Senado, dijo durante una aparición en «Fox & Friends» el martes por la mañana que se opone a «derribar la historia por el bien de la anarquía».
Él describió a las personas involucradas como: “No parte de ninguna protesta. Simplemente son agitadores y simplemente intentan encontrar la manera de crear anarquía, caos e ilegalidad”.
Las comunidades que son las más vulnerables, en un mundo caótico, son las que más sufren, argumentó Scott.
Los esfuerzos para eliminar estatuas comenzaron con aquellos que mostraban soldados u otros que sirvieron en la Confederación, pero que rápidamente se trasladaron a otros que no tenían ningún vínculo con el sur.
Scott dijo que Estados Unidos puede tener un debate sobre cómo cambiar el nombre de las bases militares que llevan el nombre de los oficiales confederados, pero que no debería «purgar toda la historia porque era fea o negativa».
Apuntó a mantener el nombre del Puente Edmund Pettus en Selma, Alabama, para preservar la «realidad de cuán viciosas podrían ser las personas». El senador apoya los esfuerzos del presidente Donald Trump para tomar medidas enérgicas contra las personas que quitan o desfiguran las estatuas y monumentos.
El exvicepresidente Joe Biden, el supuesto candidato presidencial demócrata, y Trump han diferido en el cambio de nombre de las bases, con Biden apoyando los esfuerzos y Trump oponiéndose a ellos.
Los legisladores demócratas han apoyado o dirigido en gran medida los esfuerzos para eliminar las estatuas confederadas y no han intervenido en la eliminación de otras estatuas.
Trump, un republicano, dijo en un acto de campaña en Oklahoma el sábado que Biden, «permanece en silencio en su sótano ante este brutal asalto a nuestra nación y los valores de nuestra nación».
«Joe Biden se ha rendido a su partido y a la mafia de izquierda», dijo.
Durante los disturbios generalizados del mes pasado, Biden, que no ha abordado la eliminación de estatuas, dijo en un comunicado que protestar contra la brutalidad policial «es correcto y necesario», pero agregó: «Quemar comunidades y la destrucción innecesaria no lo es».
“La violencia que pone en peligro la vida no lo es. La violencia que destruye y cierra las empresas que sirven a la comunidad no lo es”, dijo.
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