Análisis de noticias
El voto unánime del comité selecto de la Cámara de Representantes sobre los acontecimientos del 6 de enero para remitir al expresidente Donald Trump al Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) para su enjuiciamiento penal puede haber encontrado una respuesta entusiasta de los muchos antagonistas del expresidente, pero coloca al DOJ en la posición de enfrentarse a una intensa presión pública para presentar cargos sin tener necesariamente una base legal firme para hacerlo, ha dicho un consultor político a The Epoch Times.
El 19 de diciembre, la comisión dictaminó que las pruebas que revisó establecen la culpabilidad del presidente por cuatro delitos: insurrección, obstrucción de un procedimiento oficial, hacer una declaración falsa al gobierno federal y conspiración para defraudar al gobierno federal.
Trump ha contraatacado verbalmente al comité y ha mantenido su inocencia de los cargos, emitiendo un comunicado en su plataforma Truth Social: «Esta gente no entiende que cuando vienen por mí, la gente que ama la libertad se reúne a mi alrededor. Eso me fortalece».
El expresidente también parafraseó al filósofo Friedrich Nietzsche, al afirmar: «Lo que no me mata me hace más fuerte», antes de insistir en que desempeñó un papel activo al tratar de anticipar y evitar la violencia en la fecha en cuestión.
«Los estadounidenses saben que presioné para que 20,000 soldados impidieran la violencia el 6 de enero, y que salí en televisión y les dije a todos que se fueran a casa», escribió Trump.
Una «mezcla»
La ironía de la decisión del comité selecto de la Cámara es que, si bien puede ser el resultado que los muchos enemigos de Trump en la política y los medios de comunicación pueden haber deseado, podría poner a algunos de ellos en una posición potencialmente delicada, señaló Keith Naughton, director de Silent Majority Strategies, una consultora con sede en Germantown, Maryland.
«La remisión penal es una mezcla para Trump. En el lado negativo, puede haber pruebas de actividad delictiva que ayuden a una acusación. En el lado positivo, para Trump, aumenta la presión sobre el DOJ por parte de la base demócrata para procesar a Trump, lo cual es un problema si los fiscales no pueden armar un caso ganador», dijo Naughton a The Epoch Times.
Naughton dijo que es poco probable que los fiscales del Departamento de Justicia presenten un caso contra el expresidente a menos que estén totalmente seguros de obtener una condena. Teniendo en cuenta lo alto que es el listón en el sistema judicial estadounidense para una condena penal, ahora pueden encontrarse en la difícil posición de enfrentarse a una intensa presión política para lanzar una acusación de la que no están nada seguros de que pueda tener éxito, señaló Naughton.
«Los votantes demócratas creen que una condena es un caso abierto y cerrado, y se enfurecerán si el Departamento de Justicia no emprende acciones judiciales. Cuanto más tiempo pase sin una acusación, mejor para Trump. Puede afirmar que todo es una cacería de brujas y burlarse de los fiscales. Mientras tanto, los votantes demócratas y los medios liberales se pondrán cada vez más histéricos», predijo Naughton.
Establecer un precedente
La decisión del Comité Selecto de la Cámara de Representantes fue la culminación de un procedimiento más parecido a un juicio soviético que a una investigación legítima basada en la Constitución, según ha declarado a The Epoch Times otro experto en política y gobierno.
En opinión de Charles Steele, comentarista político y presidente del departamento de economía, negocios y contabilidad del Hillsdale College, la valoración de Trump sobre la naturaleza partidista del comité, y su postura vengativa hacia un expresidente por presuntas violaciones cometidas mientras ocupaba el cargo, es evidente por la composición del comité y por la forma en que llevó a cabo sus deliberaciones, sin prestar la debida atención al testimonio de quienes podrían aportar una perspectiva diferente.
«El comité estaba compuesto en su totalidad por personas hostiles. No se permitió ninguna defensa. Los miembros del comité decidieron el resultado de antemano, y lo hicieron enteramente por razones políticas. Es obvio que el propósito del comité es tratar de impedir que Trump vuelva a presentarse a las elecciones», declaró Steele a The Epoch Times.
Aquí Steele aludió a la composición abrumadoramente anti-Trump del comité, con su presidente demócrata, seis miembros demócratas y dos miembros republicanos, entre estos últimos una, la representante Liz Cheney, de Wyoming, que ha sido una crítica y enemiga abierta del expresidente.
La comisión mantiene que sus derivaciones penales se basaron en las pruebas de que disponía. Durante sus 10 audiencias o reuniones de trabajo, la comisión recibió el testimonio de 86 testigos, la mayoría republicanos, según un resumen de su informe final publicado el 19 de diciembre. El representante Jamie Raskin (D-Md.), miembro del comité el 6 de enero, dijo tras la audiencia del lunes que las «remisiones penales se basaron en la gravedad del delito, la centralidad de los actores y las pruebas de que disponíamos».
«Sin duda había otras personas implicadas, pero nos vimos obstaculizados por el hecho de que muchas personas se negaron a venir a declarar, se negaron a darnos la información que tenían o se acogieron a la Quinta Enmienda. Así que optamos por adelantar los nombres de personas de las que teníamos la certeza de que había abundantes pruebas de que habían participado en delitos», añadió Raskin.
Según Steele, lo que hace aún más sospechosos los procedimientos y la decisión final de la comisión es la decisión, muy poco habitual, de perseguir a alguien que no desempeña actualmente ningún cargo oficial. Es posible que la comisión haya querido enviar el mensaje de que lo que hasta ahora se consideraba fuera de lugar —el enjuiciamiento con tintes políticos de un expresidente que no es favorecido por la clase política— debe considerarse permisible e incluso normal.
«No tiene precedentes en Estados Unidos que se persiga a un expresidente por motivos políticos. La comisión del 6 de enero parece querer sentar el precedente de que los políticos que desafíen al Estado administrativo serán perseguidos penalmente», dijo Steele.
El Departamento de Justicia no está vinculado por la recomendación del comité de la Cámara de Representantes. Tras la decisión del comité, se han disparado las especulaciones sobre las posibles consecuencias legales, si las hay, con los numerosos enemigos de Trump deseosos de verlo procesado, pero con una mayoría republicana que liderará en la Cámara de Representantes el año que viene.
Steele cree que, dada la creciente politización del Departamento de Justicia, es totalmente posible que el fiscal general Merrick Garland decida seguir adelante con un procesamiento. Incluso si finalmente no se traduce en penas de cárcel u otras sanciones penales, todavía puede hacer fracasar una candidatura de Trump en 2024, dijo. Pero al mismo tiempo, el departamento puede sentirse obligado por protocolos de larga data de una manera que el comité de la Cámara obviamente no lo es.
«El DOJ podría darse cuenta del enorme paso que sería juzgar a un expresidente por ‘delitos políticos’ y dudar en dar este paso. Me hago a la idea de que algunos de los miembros del comité del 6 de enero estarían encantados de procesar a todos los que votamos al presidente Trump, pero criminalizar a los políticos y a los cargos políticos cambiaría fundamentalmente el sistema estadounidense», reflexionó Steele.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el Departamento de Justicia y con el comité del 6 de enero para solicitar sus comentarios.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
