Mientras las autoridades chinas se esfuerzan por mantener a los ciudadanos tranquilos en medio de la rápida propagación del coronavirus, los videos y mensajes de Wuhan —la zona cero de la neumonía mortal— reflejan la atmósfera de pánico creciente en la ciudad en cuarentena.
Los residentes de Wuhan, incluidos algunos trabajadores de la salud, acudieron a las redes sociales chinas, como Weibo y WeChat, para transmitir su exasperación y sus temores sobre el futuro en una ciudad sometida a un aislamiento parcial. Algunos han hecho todo lo posible por evitar el cortafuegos de Internet de China y acceder a sitios bloqueados para que sus voces puedan ser escuchadas por el mundo exterior.
En un video, se ven lo que parecen ser cuerpos cubiertos en el pasillo de un hospital entre dos filas de pacientes sentados, mientras personal médico totalmente cubierto sigue dando vueltas. La mujer que grabó el video dijo que algunos de los presuntos cadáveres podrían haber estado allí toda la mañana. En otro clip compartido en línea, se ve a un paciente caerse mientras espera en la fila para recibir tratamiento, aparentemente desmayado.
Muchos de estos videos están siendo repetidamente borrados y vueltos a subir en el tira y afloje digital entre los ciudadanos y los censores.
Muchos de los que están en el terreno en Wuhan y otras áreas desmienten ampliamente las cifras que dan las autoridades chinas sobre la escala del brote.
«Las infecciones son mucho más aterradoras que lo que se ve en la televisión», señaló una mujer, que dice que trabaja en un hospital, en un mensaje de voz de WeChat a su sobrina.
Sollozaba incontrolablemente y tuvo que hacer varias pausas para recuperar el aliento.
«Después de un día de trabajo, estamos al borde de un colapso mental», dijo, indicando a los demás que tomen las medidas de protección adecuadas y que «nunca confíen en el gobierno». Contó que ella y alrededor de una docena de médicos vieron a más de 100 pacientes ese día, pero que «no tenían ningún tipo de suministros».
«Es muy difícil de soportar cuando vienen pidiendo ayuda mientras nosotros realmente no podemos hacer nada», dijo.
En una grabación de cinco minutos, una mujer vistiendo todo el equipo de protección se presentó como Jin Hui, una empleada de un hospital de Wuhan. Ella ruega a la audiencia que permanezca dentro de casa para evitar la propagación del virus, informando que los médicos con los que trabajaba creían que podría haber 90,000 infecciones. También afirmó que la enfermedad había sufrido una «segunda mutación».
Otro video que circula por Internet muestra a una enfermera en la sala de espera llorando y gritando, diciendo «no puedo aguantar más» mientras dos colegas la consuelan dándole palmaditas en la cabeza y los hombros.
«En la primera generación, el virus todavía puede ser contrarrestado de manera efectiva. Pero cuando muta a la segunda fase, se vuelve fatalmente peligroso».
El personal médico ha compartido frustraciones similares en vía Internet, y hasta ocho hospitales de Wuhan comenzaron el jueves a pedir ayuda al público porque sus suministros médicos se están agotando cada vez más.
Aceptaban donaciones de gafas protectoras, máscarillas N° 95, mascarillas quirúrgicas, gorros médicos, guantes, trajes para materiales peligrosos y batas quirúrgicas, según The Paper, un medio de comunicación financiado por el estado.
Un empleado que trabaja en el Hospital Wuhan Union de apellido Cheng señaló a The Paper que la cantidad de equipo de protección en el hospital solo duraría otros tres o cinco días.
Zhi, otro empleado del Hospital Wuhan Union, dijo de manera similar que el hospital ha estado agotando sus existencias y no ha podido pedir de nuevo los suministros a tiempo antes del feriado del Año Nuevo Chino, donde se espera que los altos volúmenes de pedidos en el país retrasen las entregas.
Las autoridades chinas han movilizado personal médico militar para ayudar a los médicos de Wuhan y las autoridades de Wuhan han emitido planes para construir otro hospital en seis días, que podría albergar potencialmente a otros 1000 pacientes.
«El número de casos se acumulan día a día», dijo Zhi.
La hija de un paciente de Wuhan, que usaba el alias de Li Xue, dijo que su padre fue a varios hospitales para recibir tratamiento, pero fue rechazado porque su caso no era lo suficientemente grave, según Lifeweek, una revista en chino.
Li declaró que sus padres se formaron en la fila alrededor de las 9:20 p.m. del martes y que para las 10:00 p.m., cien personas estaban detrás de ellos. Dijo que llegaron a casa cinco horas más tarde con medicinas para cinco días, y añadió que el médico dijo a su padre que volviera si tenía dificultades para respirar y que no había una cama de hospital para él en el lugar.
«Están tratando a los pacientes como si fueran balones de fútbol para ser pateados», dijo un residente de Wuhan, solicitando el anonimato.
Wuhan es una de las 16 ciudades chinas que han suspendido el transporte. Sin embargo, unas 300,000 personas abandonaron la ciudad horas antes de que el cierre entrara en vigor, según una publicación ahora eliminada de la cuenta de Weibo de Wuhan Railway.
El pánico también se extendió a otras áreas de la vida. En algunas partes de Wuhan, los pacientes esperaron durante horas en fila en los hospitales, la gente hizo largas colas para comprar máscaras, se vaciaron los estantes de las tiendas de conveniencia y las farmacias, y la gente peleó para conseguir su ración de verduras frescas.
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