Régimen chino es una «amenaza urgente» para instituciones y libertades en Occidente: diputado canadiense

Por JUSTINA WHEALE Y JAN JEKIELEK
10 de octubre de 2020 8:51 PM Actualizado: 10 de octubre de 2020 8:57 PM

La amenaza más grave a la seguridad que enfrenta el mundo libre son los esfuerzos continuos del régimen chino y otros actores no estatales para influir en las élites y asumir el control de las instituciones democráticas para sus propios fines, dice el diputado canadiense Garnett Genuis.

«Es una amenaza real y apremiante y urgente para nuestro modo de vida cuando nuestros distritos, nuestras universidades, empresas privadas, organizaciones comunitarias y partidos políticos pueden ser cooptados y presionados para servir a los intereses de una potencia extranjera —intereses y valores que son hostiles a los nuestros», dijo Genuis a Jan Jekielek en American Thought Leaders de Epoch Times.

Como ministro en la sombra del Partido Conservador para el desarrollo internacional y los derechos humanos y miembro de la Alianza Interparlamentaria sobre China, Genuis dice que hay una necesidad de más conciencia sobre las operaciones de influencia encubiertas del régimen chino «en todos los países, a todos los niveles».

«Es necesario un reconocimiento más amplio del riesgo (…) un reconocimiento del hecho de que las élites a todos los niveles están sujetas a esfuerzos de este tipo de captación, ya sean juntas escolares, alcaldes de ciudades pequeñas, rectores de universidades, miembros individuales del parlamento —hay muchos intentos de este tipo de influencia», dijo.

«Es tan importante para la gente del mundo libre, en cada país y a todos los niveles, desarrollar una mayor conciencia sobre esto».

Epoch Times Photo
Agentes de la policía paramilitar con mascarillas marchan junto a la entrada de la Ciudad Prohibida en Beijing el 20 de septiembre de 2020. (Nicolas Asfouri/AFP vía Getty Images)

En los últimos meses, las noticias sobre las operaciones de influencia de Beijing se han hecho más prominentes, a medida que Estados Unidos toma una postura más dura sobre China en medio de las consecuencias de la pandemia COVID-19.

Solo en los dos últimos meses, un policía de la ciudad de Nueva York fue detenido y acusado de espiar a la comunidad tibetana para el consulado chino; cinco ciudadanos chinos fueron acusados de presuntamente hackear más de 100 empresas y entidades en todo el mundo; un investigador chino de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) fue acusado de destruir evidencia (un disco duro) para obstaculizar una investigación sobre si había transferido software sensible a China; un investigador de la NASA fue arrestado y acusado de ocultar su financiación de China; y un exoficial de la CIA fue arrestado por presuntamente espiar para China durante una década.

El mes pasado, The Epoch Times obtuvo un documento filtrado de una de las oficinas de asuntos exteriores del régimen chino que mostraba los esfuerzos por captar a las élites en el país natal de Genuis, Canadá. El documento filtrado reveló una lista de objetivos de influencia. En ella figuraban el alcalde de Calgary, Naheed Nenshi, varios funcionarios de la ciudad de Calgary, varios académicos y un exalcalde de St. John.

Genuis dice que la pandemia ha creado una «creciente conciencia mundial» de la amenaza que el Partido Comunista Chino (PCCh) representa para el mundo libre, aunque los ciudadanos comunes parecen estar adquiriendo conciencia más rápidamente que algunos en el ámbito político.

«La gente común que sigue estos acontecimientos, creo que entiende intuitivamente la necesidad que tenemos de proteger nuestros países», dijo. «A veces para las élites se vuelve poco claro. Tal vez haya intereses personales que compiten entre sí».

Genuis dice que ahora los países deben dar prioridad a «avanzar en estas cuestiones de interferencia extranjera por parte de actores estatales o respaldados por el Estado que vienen de China o de otros lugares», porque los riesgos de la captación y el control encubierto pueden socavar cualquier democracia o institución.

«Holocausto» de China

Genuis ha sido durante mucho tiempo un defensor de los derechos humanos, en parte debido a su propia historia familiar —su abuela fue una superviviente del Holocausto— y se crió con la conciencia de la importancia de hablar en nombre de otros que no podían hacerlo, dice. Ahora, ve inquietantes paralelismos entre el Holocausto y lo que está ocurriendo con las minorías étnicas y religiosas en la China de hoy.

«Había muchas similitudes con lo que hemos visto desarrollarse [durante el Holocausto] y estamos viendo desarrollarse dentro del Partido Comunista Chino —tenemos campos de concentración en el Turquestán Oriental, tenemos esfuerzos para reprimir otras filosofías religiosas, esfuerzos para controlar a la gente a través de una tecnología sofisticada— este es el tipo de cosas que hemos visto antes y que estamos viendo de nuevo», dijo.

Epoch Times Photo
Cámaras de vigilancia en una esquina de la Plaza Tiananmen en Beijing el 6 de septiembre de 2019. (Greg Baker/AFP vía Getty Images)

La represión y la persecución de los musulmanes uigures, los practicantes de Falun Gong, los tibetanos, los cristianos, los activistas por la democracia de Hong Kong y otros, son algunos de los abusos de los derechos humanos más atroces que se producen hoy en día bajo el régimen, dice. Pero ahora, Beijing parece estar volviéndose más agresivo y usar sus herramientas de represión con un alcance cada vez más amplio.

El sistema de vigilancia orwelliano utilizado para vigilar a las minorías religiosas, por ejemplo, fue el piloto de prueba del notorio sistema de crédito social de China. El sistema, que utiliza tecnología como el reconocimiento facial y algoritmos para rastrear a los ciudadanos, se está extendiendo ahora por toda China, señala.

En Hong Kong, lo que comenzó como un intento de Beijing de limitar a las instituciones democráticas entre bastidores, se ha convertido en «un asalto frontal completo» a la región autónoma, dice Genuis. Este verano, el régimen comunista introdujo una ley de seguridad nacional draconiana que, en principio, socavó el acuerdo de «un país-dos sistemas». Desde entonces, el PCCh ha utilizado medidas cada vez más agresivas para obtener el control de la región, como la interferencia en las elecciones locales y el arresto masivo de activistas por la democracia.

«Esta es la manifestación de la cara más agresiva e impaciente del Partido Comunista», dijo Genuis.

Lucha contra las violaciones de derechos humanos en China desde Canadá

Genuis dice que los nefastos métodos de control del PCCh, consistentes con los utilizados en los peores genocidios de la historia, muestran «la necesidad de que estemos atentos» y nos resistamos a «ceder a la forma de pensar apaciguadora» cuando se trata de confrontar a China.

Citando a Winston Churchill, dijo que el apaciguamiento «es como alimentar a un cocodrilo esperando que te coma al final».

Esto es en parte por lo que Genuis ha sido un fuerte defensor de los derechos humanos en China. Su primer proyecto de ley de miembro privado presentado en 2017, C-350, tenía por objeto luchar contra la sustracción forzada de órganos en China, tipificando como delito la adquisición por una persona de un órgano que sabe que fue obtenido sin consentimiento. También haría que los implicados en la sustracción forzada de órganos fueran inadmisibles en Canadá.

El proyecto de ley se inspiró en las investigaciones realizadas durante más de 10 años por dos abogados canadienses, David Matas y David Kilgour, sobre la sustracción de órganos autorizada por el Estado a los practicantes de Falun Gong en China, que mata a la víctima en el proceso.

Ethan Gutmann hablando sobre la sustracción forzada de órganos de China, en Washington. (Lisa Fan/La Gran Época)

Matas y Kilgour, junto con el periodista de investigación Ethan Gutmann, publicaron un informe en junio de 2016 en el que se estimaba, en base a pruebas como datos de hospitales y declaraciones de médicos, que los hospitales chinos han realizado entre 60,000 y 100,000 trasplantes al año desde el año 2000, y que la fuente de la mayoría de los órganos procedía de presos de conciencia, principalmente practicantes de Falun Gong. Un tribunal independiente de Londres dictaminó el año pasado que la sustracción forzada de órganos se está llevando a cabo en China «a una escala significativa».

Aunque el proyecto de ley de Genuis no fue aprobado a tiempo para las elecciones de 2019, sigue presionando para que se apruebe, a pesar de los retrasos debidos a la reducción de sesiones en el parlamento en medio del COVID-19.

La verdadera China

A medida que las naciones libres empiezan a lidiar con los esfuerzos del régimen chino por dominar el mundo, es importante que la gente no vea esto como una especie de «choque de civilizaciones» o división cultural entre el mundo occidental y China, dijo Genuis.

La afirmación del régimen chino de que el Partido Comunista o el comunismo representa la verdadera cultura china es un discurso falso, dijo, señalando a Taiwán como ejemplo de que la cultura china y la democracia van de la mano. La verdadera cultura china está impregnada de miles de años de enseñanzas morales y espirituales que fueron suprimidas abrupta y brutalmente durante la revolución comunista.

«Lo que el Partido Comunista ha representado es un esfuerzo por destruir esa antigua cultura, y luego, ahora algo tardíamente, apropiarse de parte de la iconografía», dijo.

«Es importante que seamos claros y que hablemos claramente como aliados del pueblo chino, personas que son las primeras víctimas del Partido Comunista Chino, y que nos opongamos a este discurso de que esto es de alguna manera un choque de civilizaciones. Esto no es un choque de civilizaciones. Las personas de todos los orígenes desean libertad, democracia, derechos humanos, el estado de derecho, el respeto de sus libertades fundamentales, su dignidad humana. Estas cosas son los derechos de nacimiento de todos los seres humanos».

Siga a Jan en Twitter: @JanJekielek


Apoye nuestro periodismo independiente donando un «café» para el equipo.


A continuación

La autoridad moral del Vaticano podría estar en peligro: Pompeo

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.