El líder chino Xi Jinping visitó Wuhan, epicentro del nuevo brote de coronavirus, el 10 de marzo, en un aparente intento de convencer a los ciudadanos de que la enfermedad está bajo control.
Este es el primer viaje de Xi a Wuhan desde que el brote comenzó en diciembre de 2019. Durante la visita, Xi se aseguró de evitar el contacto físico, usando una máscara protectora, manteniéndose a distancia de otros funcionarios y hablando con los locales por videoconferencia.
Luego visitó un complejo residencial, fuertemente custodiado por francotiradores y cientos de policías, según las publicaciones en las redes sociales de los residentes.
Xi previamente calificó el brote como la emergencia de salud pública más «difícil de controlar» desde que el Partido Comunista Chino tomó el poder. El mes pasado, los medios de comunicación estatales chinos comenzaron a difundir propaganda de que el liderazgo de Xi permitía a las autoridades contener la propagación del virus.
Viaje a Wuhan
Los analistas dijeron que el viaje de Xi lo ayudó a ganar puntos políticos.
«Xi utilizó este viaje a Wuhan como una declaración política para decirle a la gente que él es el verdadero jefe que lideró a los chinos en la lucha contra este brote de coronavirus», dijo el comentarista de asuntos chinos con sede en Estados Unidos, Tang Jingyuan, en una entrevista.
Xi estuvo acompañado por Wang Huning, jefe de propaganda del régimen; Ding Xuexiang, director de la Oficina General del Partido, que se ocupa de los asuntos administrativos; y Zhang Youxia, vicepresidente de la Comisión Militar Central, la principal agencia del Partido a cargo de los militares.
El primer ministro chino, Li Keqiang, quien fue nombrado líder de un nuevo grupo de trabajo en el gobierno central para enfrentar la epidemia el 25 de enero, notoriamente desapareció.
«Xi [Jinping] no arregló que Li Keqiang lo acompañara a Wuhan porque tiene su propia agenda», analizó Tang. «Si Li estaba con Xi, entonces el logro pertenece al liderazgo de Li. Xi [Jinping] no llevó a Li con él para mostrarle a la gente que todos los buenos resultados venían del liderazgo de Xi».
Según el medio de comunicación estatal chino Xinhua, Xi Jinping fue primero al Hospital Huoshenshan, un hospital de campo especializado en emergencias construido en respuesta al brote de coronavirus. El informe dice que visitó al personal médico y a los pacientes.
El hospital de Huoshenshan es operado por el ejército y solo trata a pacientes en estado crítico.
Por la foto que Xinhua publicó, Xi no entró en las instalaciones del hospital de Huoshenshan. Él y su equipo fueron a una sala de conferencias del cercano Hospital del Personal de Wuhan y hablaron con la gente del hospital a través de una pantalla grande.
Luego, Xi Jinping visitó el complejo residencial de Xincheng, situado en la zona de Donghu. Los ciudadanos compartieron videos filmados desde el interior de los edificios cercanos. Desde su punto de vista, vieron a docenas de personas alrededor de Xi.
A lo largo del camino por donde pasó el equipo de Xi, los lugareños también vieron francotiradores vigilando la parte superior de los edificios.
La oficina de seguridad pública de Wuhan también envió dos policías a cada casa dentro del complejo, presumiblemente para hacer guardia y asegurarse de que no gritaran protestas desde las ventanas de sus apartamentos.
Días atrás, cuando el Viceprimer Ministro Sun Chunlan visitó un complejo residencial en el distrito de Qingshan (también en Wuhan), los residentes lo interrumpieron, quejándose de que todo estaba preparado antes de su visita.
Los residentes de Xincheng publicaron en Internet que las autoridades locales les enviaron paquetes de comida previamente a la visita de Xi Jinping. Las fotos en Internet mostraban una bolsa de arroz, una botella de aceite de cocina, una bolsa de dátiles chinos secos, y alrededor de tres libras de carne de cerdo.
En un complejo residencial cercano, la gente rápidamente organizó una manifestación y gritaron: «¡Necesitamos carne!» después de descubrir que Xi estaba de visita cerca.
Desde que Wuhan fue puesto en aislamiento el 23 de enero, los locales han sido restringidos de salir al aire libre. Muchos se han quejado en Internet de no poder comprar vegetales frescos y carne.
¿Éxito?
Xinhua publicó un comentario el 10 de marzo, en el que afirmaba que China había logrado «resultados críticos parciales» en la contención de la epidemia. «Está avanzando hacia una buena dirección», decía.
Para mostrar tales resultados, las autoridades de Wuhan cerraron el 10 de marzo todos los 14 hospitales improvisados habían instalado previamente dentro de los estadios, gimnasios escolares y centros de exhibición de la ciudad para tratar a aquellos con síntomas leves o moderados del virus. Los medios de comunicación estatales informaron que ahora había menos pacientes en Wuhan, por lo que estos hospitales ya no eran necesarios.
Un periódico dirigido por el gobierno provincial de Hubei, Yangtze Daily, informó de que todos los equipos médicos enviados desde otras partes de China para trabajar en esas instalaciones tendrían que alojarse en sus hoteles de Wuhan durante un período de tiempo.
En el informe no explicaba por qué el personal médico no podía volver a casa, ni qué harían los equipos médicos a continuación.
Pero el informe mencionó que los pacientes de los hospitales improvisados necesitarían permanecer en centros de cuarentena durante 14 días para observación médica, antes de poder volver a casa. Algunos pacientes en estado grave fueron transferidos a hospitales designados para tratar el COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo virus.
Sin embargo, la esposa de un médico de Wuhan dijo a NTD, cadena de televisión filial de The Epoch Times, que algunos pacientes que fueron dados de alta de los hospitales locales no se recuperaron realmente, y más tarde transmitieron el virus a sus vecinos en el distrito de Hanyang.
«Hubo otra infección a gran escala en Hanyang desde anteayer [8 de marzo]», dijo la esposa, quien deseó permanecer en el anonimato. «Los medios de comunicación estatales y los datos publicados por el gobierno no informaron esto, pero tenemos amigos que han comprobado la zona infectada por sí mismos y han confirmado un nuevo brote».
La Comisión Nacional de Salud de China informó de que el 8 de marzo solo se habían diagnosticado 36 infecciones nuevas en Wuhan, cifra en la que no confiaba la esposa del médico.
«El gobierno sigue cambiando los datos. Solo tienen un propósito, que es ocultar la verdad», dijo.
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