La relación de Reino Unido con Beijing dejara de hacer “negocios como de costumbre” luego de que la pandemia de COVID-19 termine, dijo el secretario de relaciones exteriores y primer ministro en funciones, Dominic Raab, en señal de una postura más dura hacia el régimen comunista por su manejo del brote.
«Es absolutamente necesario que haya una inmersión muy, muy profunda luego del evento y una revisión de las lecciones, incluido el brote del virus», dijo Raab en una conferencia de prensa en Londres el 16 de abril. «No creo que podamos retroceder ante esto en lo absoluto».
Sus comentarios se producen en medio de las crecientes críticas de Estados Unidos sobre la falta de transparencia del régimen chino durante la pandemia. Mientras tanto, muchos legisladores estadounidenses han pedido que el régimen en Beijing rinda cuentas por su papel en encubrir el brote, que causó su propagación global.
Cuando se le preguntó si habría un «ajuste de cuentas» con Beijing luego de que termine la crisis, Raab, quien está reemplazando al primer ministro Boris Johnson mientras se recupera del virus del PCCh, respondió: «No hay duda de que no podemos tener negocios como de costumbre luego de esta crisis, y tendremos que hacer preguntas difíciles sobre cómo surgió y cómo pudo haberse detenido con anticipación».
A principios de esta semana, la administración Trump confirmó que estaba investigando los orígenes del brote, incluido si provenía de un laboratorio de alto nivel ubicado en Wuhan, el epicentro del virus.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo en una entrevista el 15 de abril en Fox News, que Estados Unidos está «trabajando diligentemente» para determinar de dónde vino el virus y cómo comenzó a propagarse.
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«El gobierno chino necesita ser sincero y necesita hacerse responsable», agregó Pompeo. «Tiene que explicar lo que sucedió y por qué es el caso de que esa información no estuvo disponible de manera más amplia».
Pero el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo en una conferencia de prensa del 16 de abril que los funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) «han dicho varias veces que no hay evidencia de que el nuevo coronavirus se haya creado en un laboratorio».
Mientras tanto, en Reino Unido, los miembros del gobernante Partido Conservador de Johnson han pedido un restablecimiento de las relaciones con Beijing debido a su manejo de la pandemia.
El exlíder conservador y secretario de relaciones exteriores William Hague, que ahora se sienta en la Cámara de los Lores, dijo que Reino Unido no puede depender de China para la tecnología, ya que la reciente crisis ha demostrado que no «cumple con nuestras reglas».
El exjefe de la agencia de inteligencia principal MI6 de Reino Unido, Sir John Sawers, dijo a la BBC Radio el 15 de abril que el régimen ocultó información crucial sobre el brote inicial y «evadió» su responsabilidad de causar la pandemia.
El mes pasado, el Daily Mail informó, citando fuentes gubernamentales no identificadas, que los ministros estaban presionando para una reevaluación de la relación de Reino Unido con China, y presionando a Johnson para que bloquee un acuerdo que permite al gigante chino de telecomunicaciones Huawei, construir grandes partes de la red 5G en el país.
El Reino Unido fue criticado en enero luego de permitirle a Huawei un papel limitado en su red 5G, y funcionarios estadounidenses dijeron que la medida ponía en peligro la seguridad nacional.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo en una entrevista con el Financial Times publicada el 16 de abril, que hay preguntas sobre el manejo del brote en Beijing.
«No seamos tan ingenuos como para decir que han sido mucho mejores al manejar esto», dijo Macron sobre la gestión del brote en China.
“No lo sabemos. Claramente, han sucedido cosas que no sabemos”.
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