La relación con tu familia podría afectar tu experiencia con la menopausia

El entorno social de una mujer puede tener un efecto significativo en la forma en que experimenta este cambio

Por Megan Arnot
29 de Noviembre de 2019 2:43 PM Actualizado: 29 de Noviembre de 2019 2:43 PM

La menopausia ocurre alrededor de los 50 años, y para muchas mujeres, el final de su vida fértil está acompañado de síntomas incómodos, como bochornos, sudores nocturnos y ansiedad. En Occidente, generalmente se da por sentado que estos síntomas son una parte normal de la menopausia. Pero la investigación transcultural sugiere que los síntomas de la menopausia no son necesariamente inevitables.

Por ejemplo, las mujeres japonesas rara vez reportan bochornos, mientras que son una queja común para las mujeres europeas. Como resultado, los científicos han comenzado a enfocarse en lo que causa esta diferencia en la experiencia y el impacto potencial que los factores conductuales y de estilo de vida, como el fumar, podrían tener.

Nuestro último estudio añade a este conocimiento. Encontramos que vivir lejos de su familia genética puede empeorar la menopausia.

¿La familia importa?

El lugar donde la gente vive una vez casada varía de una cultura a otra. Para investigar si estos diferentes arreglos de vida afectan los síntomas de la menopausia, viajamos al suroeste de China para recopilar datos.

En esta región, hay grupos con distintos tipos de vivienda. En primer lugar, los Han y los Yi, en los que las mujeres suelen dejar su familia después de casarse y vivir con la familia de su marido. En segundo lugar, los Mosuo y Zhaba, que practican el zou hun (“matrimonio andante“), en el que el marido y la mujer viven separados con sus propias familias y solo se visitan por la noche.

Encontramos que las mujeres que permanecieron viviendo con su propia familia después del matrimonio tenían síntomas de menopausia significativamente menos severos que las que fueron a vivir con la familia de su esposo.

Conflicto de parentezco

Muchos antropólogos están interesados en cómo los diferentes niveles de relación dentro de los hogares pueden tener implicaciones conductuales y fisiológicas. Para la menopausia, creemos que la diferencia en la gravedad de los síntomas entre los grupos puede ser el resultado de los diferentes niveles de conflicto que resultan de estar más o menos relacionados con otros miembros de su hogar.

Si una mujer vive con la familia de su marido, entonces hasta que tenga hijos, no tiene parentesco con nadie en el hogar. Esta falta de parentesco puede causar tensión entre la nueva esposa y los parientes de su esposo, ya que tienen poco interés genético directo en ella.

Además de los conflictos con miembros de la familia que no son parientes, investigaciones anteriores han demostrado que las mujeres que viven con la familia de sus maridos tienden a discutir más con sus parejas y también tienen más probabilidades de divorciarse. Además, las tasas de violencia doméstica son más altas cuando las mujeres viven lejos de su familia genética.

Pero, ¿cómo se relaciona esto con la gravedad de los síntomas de la menopausia? Creemos que el aumento de los niveles de conflicto en el hogar haría que la mujer se estresara más. Se sabe que el estrés empeora la percepción del dolor y podría agravar los síntomas de la menopausia.

A diferencia de las mujeres que abandonan su círculo familiar, las mujeres que viven con su propia familia una vez casadas también tienden a tener mayores niveles de apoyo social. Hay más personas para ayudar con el cuidado de los niños y más hombros para llorar. Esto puede ayudar a disminuir el estrés y así suavizar la carga mental y física de la menopausia.

Perspectivas globales

Mientras que nuestra investigación se llevó a cabo en China, a nivel mundial, vemos una amplia gama de arreglos de vivienda, que por sí mismos pueden traer diferentes niveles de conflicto y apoyo social. En Occidente, muchas mujeres viven lejos de sus familias, lo que puede significar que carecen de apoyo social, lo que tal vez contribuya a que los síntomas de la menopausia sean más turbulentos. También se puede ver que la distancia de la propia familia aumenta el conflicto dentro del hogar, ya sea entre un esposo y su esposa, o entre la esposa y los parientes políticos.

Estos resultados no son una excusa para visitar menos a sus suegros, pero muestran que los síntomas de la menopausia no son solo sobre irregularidades hormonales. También pueden ser un producto de su entorno social, lo cual debe tenerse en cuenta al acercarse y atravesar la menopausia.

Megan Arnot es candidata al doctorado en antropología evolutiva y ecología del comportamiento en el University College London. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.

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