Los agentes de la Patrulla Fronteriza están luchando para lidiar con el aumento de inmigrantes ilegales que cruzan de México a los Estados Unidos, dijo el representante Henry Cuellar (D-Texas) a The Epoch Times el miércoles.
“La Patrulla Fronteriza está abrumada. Todas nuestras buenas intenciones se ven abrumadas por la gran cantidad de personas que ingresan”, dijo el congresista, cuyo distrito incluye porciones de tierra que lindan con la frontera.
Muchos agentes han sido trasladados a centros de procesamiento para atender al mayor número de inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera. Los centros funcionan las 24 horas del día y han tenido que albergar a menores no acompañados y unidades familiares durante días porque el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que cuenta con instalaciones más permanentes, no ha podido seguir el ritmo de la afluencia.
“Qué está pasando con la Patrulla Fronteriza–demasiada gente entra, y poca gente sale. Demasiada gente cruza la frontera, poca gente se va de la Patrulla Fronteriza al HHS”, dijo Cuellar.
Los cruces fronterizos ilegales aumentaron en unos 22,000 a más de 100,000 en febrero, y otras 26,000 personas evadieron la captura, según datos revisados por The Epoch Times. La Patrulla Fronteriza detuvo a más de 150,000 personas que cruzaron la frontera en marzo, dijo el martes el excomisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, Mark Morgan, quedando dos días para fin de mes.
Las instalaciones de la Patrulla Fronteriza son el primer lugar al que se lleva a los inmigrantes ilegales después de ser detenidos. Después de un período de tiempo, que se supone que es de 72 horas como máximo, son transferidos a las instalaciones del HHS.
Las fotografías tomadas en la oficina de Cuellar la semana pasada mostraron a menores en una instalación de la Patrulla Fronteriza en Donna, Texas, apiñados mientras los agentes se ven obligados a retenerlos por más tiempo de lo habitual. A los reporteros se les permitió ingresar a esas instalaciones el martes, y encontraron a 4100 inmigrantes ilegales apretujados en un sitio diseñado solo para albergar a 250.
“Nos gustaría trasladar a los menores no acompañados lo más rápido posible, en un plazo de 72 horas, que es lo que tenemos el mandato de hacer. Desafortunadamente, en un día cualquiera, podemos tener más de 9000 personas bajo custodia, lo cual ciertamente ha puesto a prueba nuestros recursos”, dijo un alto funcionario fronterizo a los reporteros en una llamada la semana pasada.
“Este no es solo un problema de la Patrulla Fronteriza. Este es todo un problema del gobierno que estamos viendo a lo largo de la frontera suroeste”, agregó el funcionario.
A Cuéllar se le mostraron archivadores en una instalación de la Patrulla Fronteriza que visitó el 30 de marzo. Había más archivos sobre inmigrantes ilegales que continuaban detenidos que los que iban a ser llevados por el HHS.
“Lo digo con el debido respeto, se dan el lujo de decir: ‘No, no tenemos espacio, no nos manden más’. La Patrulla Fronteriza no puede darse el lujo de hacer eso porque la gente entra, tienen que hacer algo con eso, así que ha sido muy difícil para los hombres y mujeres”, dijo.
El HHS no respondió a una solicitud de comentarios.
La Oficina del HHS para el Reasentamiento de Refugiados administra una red de más de 200 programas e instalaciones en 22 estados, y ha abierto al menos ocho sitios nuevos para tratar de gestionar mejor el aumento de inmigrantes ilegales, incluida la conversión de tres centros de convenciones en refugios de emergencia para menores no acompañados (niños que llegan sin adultos).
Al 29 de marzo, el HHS tenía bajo retención a 12,035 menores de edad, mientras que la CBP cuidaba a 5160.
La dificultad para manejar el aumento se debe en parte al cambio en la demografía de quienes cruzan la frontera. En la parte baja del Valle del Río Grande, por ejemplo, en octubre de 2020, el número de adultos que cruzaron solos eclipsó al número combinado de unidades familiares y menores. Sin embargo, el número de unidades familiares y menores en marzo había aumentado significativamente, y las cifras de familias aumentaron más que los adultos.
Las unidades familiares pasaron de 1300 a más de 40000, según Cuellar.
El presidente Joe Biden ha revertido o alterado una serie de políticas y reglas claves de la era Trump, incluida la suspensión del uso de los poderes de emergencia del Título 42 para enviar a menores no acompañados de regreso a sus países de origen y la eliminación del programa «Permanecer en México», que mantenía a los solicitantes de asilo esperando en México a que se escuchen sus demandas. La Casa Blanca ha descrito las acciones como parte del paso a un sistema de inmigración «más humano».
La administración también suspendió el mes pasado y tomó medidas para rescindir los acuerdos con El Salvador, Honduras y Guatemala que requerían que los migrantes buscaran asilo en uno de esos países en lugar de en Estados Unidos.
«La administración Biden cree que hay formas más adecuadas de trabajar con nuestros gobiernos socios para gestionar la migración en la región», dijo el secretario de Estado Antony Blinken en un comunicado en ese momento.
Cuéllar no está de acuerdo con algunas de las acciones de la administración, incluida la eliminación de esos acuerdos. Él dijo que podrían haber reutilizado los pactos en algo que se ajustara a la filosofía de Biden. Otras medidas tienen poco que ver con lidiar con la oleada fronteriza, argumentó, como detener la construcción del muro fronterizo.
Las formas de lidiar con el aumento a corto plazo incluyen apoyarse en países por los que cruzan los inmigrantes para reforzar sus fronteras, como Guatemala y México.
“Cuanto más podamos trabajar con los amigos de nuestro país en el sur, México y por supuesto los países centroamericanos, especialmente Guatemala. Cuanto más podamos hacer con ellos, menos gente vendrá”, dijo.
El Congreso ha asignado más de USD 3600 millones a países de donde provienen la mayoría de los inmigrantes entre los años fiscales 2016 y 2021. La asistencia ha contribuido a mejoras, como un aumento en el producto bruto interno real per cápita en los países del Triángulo Norte. Mientras tanto, los homicidios han disminuído. Ese es el método principal para impactar la migración a largo plazo, de acuerdo con Cuellar.
Con información de Charlotte Cuthbertson.
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