Los legisladores republicanos están expresando su alarma ante los persistentes esfuerzos de Beijing para utilizar los medios occidentales para difundir sus historias, incluidas las afirmaciones de que Washington había reaccionado de forma exagerada a un «globo errante», dañando la relación bilateral.
En un artículo de opinión publicado recientemente en el Washington Post, Xu Xueyuan, encargada de negocios de la embajada del régimen chino en Washington, repitió la versión de Beijing de que el globo era para «investigación meteorológica» y «no suponía una amenaza real para la seguridad».
Xu acusó a Estados Unidos de «reacción exagerada» y añadió que «las relaciones entre China y Estados Unidos no deben dejarse llevar por un globo errante».
El artículo fue compartido por destacados diplomáticos del PCCh y medios estatales chinos, entre ellos Huang Ping, cónsul general de Beijing en Nueva York, y Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington.
El globo espía chino sobrevoló el territorio continental de Estados Unidos durante días antes de ser derribado frente a la costa de Carolina del Sur el 4 de febrero. Desde entonces, las autoridades estadounidenses han afirmado que China tiene un «programa de globos de gran altitud» vinculado al ejército chino con fines de espionaje, y han sancionado a seis entidades chinas por ayudar al programa. También revelaron que el globo forma parte de la campaña de vigilancia mundial de Beijing, que ha violado la soberanía de decenas de países.
Cuando se avistó un segundo globo sobre América Latina, Beijing volvió a insistir en que también tenía fines civiles.
«El PCCh no es de fiar»
La senadora Marsha Blackburn (R-Tenn.), que forma parte de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, dijo que no le sorprendían los vuelos de globos chinos.
«El intento de la China comunista de hacerse la simpática y encubrir su operación de vigilancia no es en absoluto sorprendente. Esto es lo que hacen: fingir que todo va bien mientras siguen espiando a los estadounidenses a través de TikTok, robando nuestra propiedad intelectual y comprando nuestras tierras de cultivo«, escribió Blackburn en una declaración a The Epoch Times.
Dos republicanos advirtieron que la gente no debe dejarse engañar por las palabras de Xu.
«Xu Xueyuan repitiendo mentiras a instancias de un régimen genocida en Washington Post es solo otro ejemplo de cómo el Partido Comunista Chino ha descubierto la manera de utilizar la apertura de Estados Unidos contra nosotros», dijo el senador Marco Rubio (R-Fla.), vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, en una declaración a The Epoch Times.
El representante Clay Higgins (R-La.), miembro del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, advirtió igualmente de que «el PCCh no es de fiar».
«La opresión comunista es una amenaza muy seria y peligrosa para el mundo entero, y no debemos tomarnos a la ligera estos ‘globos errantes'», declaró Higgins a The Epoch Times. La respuesta de Xu «ciertamente no se ha alejado mucho de la línea del partido comunista y demuestra que todos los ciudadanos de todas las naciones deberían ser conscientes de la agenda global del PCCh».
El representante Ralph Norman (R-S.C.) y Blackburn destacaron que algunas de las afirmaciones de Xu no tenían sentido.
«Estados Unidos no reaccionó exageradamente. En todo caso, no actuamos lo bastante pronto», afirmó Blackburn. «La administración Biden debería dejarle muy claro a Beijing: ‘la próxima vez que se les ocurra volar un globo espía cerca de Estados Unidos, no esperaremos una semana para derribarlo'».
«El momento apropiado para que China afirmara que su globo no suponía ninguna amenaza era antes de su lanzamiento, no después de que flotara deliberadamente a través de EE. UU.», declaró a The Epoch Times el representante Ralph Norman ( R-S.C.), que forma parte del Comité de Reglas de la Cámara de Representantes.
«Con el debido respeto a la Sra. Xueyuan, nuestra nación, no la suya, determinará si esa carga útil era benigna o maliciosa», añadió Norman.
La publicación de un artículo de este tipo de un funcionario chino es en sí mismo una preocupación para el representante Greg Steube (R-Fla.), que se sienta en el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara.
«Sólo el Washington Post, amigo de los comunistas, publicaría un artículo de opinión directamente de un agente del PCCh criticando a Estados Unidos», dijo Steube a The Epoch Times, añadiendo que el globo espía chino era «una clara violación del espacio aéreo estadounidense».
El representante Darrell Issa (R- Calif.), miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, también llamó la atención del Washington Post.
«Washington Post no se hace ningún favor permitiendo que sus páginas amplifiquen la peor clase de propaganda china», posteó Issa en Twitter el 23 de febrero.
El director de comunicación del Post, Azhar AlFadl Miranda, declaró a The Epoch Times que «la página de Opinión del Washington Post publica regularmente una variedad de puntos de vista», cuando se le preguntó por las críticas del Partido Republicano.
Difusión de la influencia en Occidente
La capacidad de Xu para promover los puntos de discusión del PCCh a través del Washington Post apunta a una cuestión más generalizada de Beijing utilizando destacadas publicaciones occidentales para difundir su influencia.
Según la última presentación (pdf) bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, China Daily gastó alrededor de 1.2 millones de dólares en publicidad en los principales medios occidentales como Los Angeles Times, USA Today, Time Magazine, Financial Times y Foreign Policy desde el 1 de mayo de 2022 hasta el 31 de octubre de 2022.
La revista Time recibió la mayor parte, con un total de 656,885 dólares durante el semestre.
Además, China Daily también gastó casi 370,000 dólares en cinco destinatarios para que imprimieran su periódico. Los destinatarios son Los Angeles Times, Boston Globe, The Houston Chronicle, Chicago Tribune y Seattle Times.
El gasto global en publicidad, impresión y otros gastos ascendió a casi 5.03 millones de dólares durante el semestre, lo que supone un ligero descenso respecto a los 5.5 millones gastados medio año antes (pdf).
The Epoch Times se ha puesto en contacto con Los Angeles Times, USA Today, Time, Financial Times, Foreign Policy, Boston Globe, Houston Chronicle, Chicago Tribune y Seattle Times para recibir sus comentarios.
Durante años, el régimen chino ha gastado millones en la publicación de suplementos bajo el título «China Watch» en los principales periódicos occidentales. Aunque el contenido viene con descargos de responsabilidades en letra pequeña, la organización internacional sin ánimo de lucro, Reporteros sin Fronteras (RSF), advirtió en su informe 2021 (pdf) que los suplementos «de aspecto inofensivo» forman parte de la «estrategia del caballo de Troya» de Beijing.
«Escritos por China Daily y de lectura razonablemente agradable, estos suplementos son, sin embargo, caballos de Troya que permiten a Beijing establecer su propaganda en las salas de estar de las élites», dice el informe. «Como el precio que paga China por un suplemento de este tipo en un diario de primera línea puede alcanzar unos 250,000 dólares, el beneficio económico que experimentan estos medios los expone a la posibilidad de ser presionados por Beijing».
China Daily es un medio de comunicación en lengua inglesa controlado por el departamento de propaganda de Beijing.
Blackburn y Steube dijeron que Estados Unidos tiene que dejar de permitir que China distribuya su propaganda a los estadounidenses.
«Es extremadamente preocupante que el PCCh esté pagando a medios de comunicación estadounidenses cientos de miles de dólares. Los adversarios extranjeros no deberían poder pagar para vender su propaganda en Estados Unidos», afirmó Blackburn.
«Ya se trate de medios sociales como TikTok o de periódicos, la misión de China es infiltrarse en nuestras fuentes de información nacionales para espiar, y en última instancia, perjudicar a los estadounidenses y a nuestros intereses», dijo Steube.
«Este es un ejemplo entre docenas de ellos que significan la enorme amenaza para la seguridad nacional que supone China y el Congreso debería actuar para impedir que el Partido Comunista Chino pague a empresas estadounidenses para distribuir su propaganda».
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