Los republicanos de la Cámara votaron el miércoles para expulsar a la representante Liz Cheney (R-Wyo) de su puesto de liderazgo en la Cámara tras una disputa pública, entre ella y otros líderes republicanos de la Cámara, por sus fuertes comentarios contra el expresidente Donald Trump.
Después de que fue expulasada, Cheney, la hija del exvicepresidente Dick Cheney, le dijo a la prensa que trabajará para evitar que Trump vuelva a ser presidente, pero enfatizó que no se sentía traicionada por sus compañeros republicanos de la Cámara.
«Haré todo lo que pueda para asegurarme de que el expresidente nunca más se acerque a la Oficina Oval», dijo Cheney después de la votación del miércoles, y agregó que «la nación necesita un Partido Republicano fuerte… basado en los principios del conservadurismo».
«Planeo liderar la lucha para hacer eso», dijo.
Aún no está claro cuando se votara para elegir al próximo presidente de la Conferencia Republicana de la Cámara.
Antes de la votación, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), y Steve Scalise (R-La.) dieron su apoyo a la representante Elise Stefanik (R-N.Y.) para ser la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara. Stefanik tuiteó el miércoles que oficialmente está haciendo campaña para ocupar el lugar de Cheney.
En las últimas semanas, McCarthy y otros republicanos en la Cámara comenzaron a cuestionar públicamente la capacidad de liderazgo de Cheney, argumentando que el cargo de presidente de la Conferencia Republicana de la Cámara sirve esencialmente como una voz unificadora dentro del partido. Sugirieron que la retórica de Cheney se estaba volviendo cada vez más divisiva, ya que Trump es probablemente la figura más popular en el GOP.
McCarthy argumentó a principios de esta semana que el intento de expulsarla no se desencadenó por su voto en contra de Trump durante su segundo juicio político. En cambio, se debió a que los comentarios de Cheney estaban fuera de lugar frente a los intentos de los republicanos por retomar la Cámara durante las elecciones intermedias de 2022.
“Tenía la esperanza de que nuestro enfoque principal fuera recuperar la Cámara en 2022 e implementar nuestro compromiso con Estados Unidos”, dijo McCarthy en una carta el 10 de mayo a los republicanos de la Cámara. “A pesar de que los principales medios de comunicación trabajan horas extras en contra nuestra, creo que todavía tenemos una gran oportunidad de hacerlo. Desafortunadamente, cada día que pasamos reviviendo el pasado es un día menos que tenemos para aprovechar el futuro”.
Pero Cheney, en declaraciones públicas y en un artículo de opinión del Washington Post, comentó que el partido republicano debe alejarse de Trump luego de sus afirmaciones sobre las elecciones del 3 de noviembre, al tiempo que calificó al excomandante en jefe de «peligroso» y «antidemocrático».
Cheney, mientras tanto, ha recibido escaso apoyo de otros republicanos del Congreso, además de los que votaron para acusar o condenar a Trump durante su segundo juicio político.
«Expulsar a Liz Cheney del liderazgo no le dará al Partido Republicano un votante adicional, pero nos costará bastantes», escribió el senador Mitt Romney (R-Utah) en Twitter.
En un comunicado del miércoles Trump dijo: «Cheney es mala para nuestro país», y agregó que los votantes en Wyoming están «[esperando] ansiosos por su destitución».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la oficina de McCarthy para solicitar comentarios al respecto.
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