Legisladores estadounidenses presentaron un proyecto de ley bicameral con el objeto de responsabilizar al Partido Comunista Chino (PCCh) por su persecución de grupos religiosos en China.
El senador (R-N.C.) presentó la ley junto con su colega, el senador Thom Tillis (R-N.C.), en tanto que el representante Mark Alford (R-Mo.) encabezó un proyecto de ley complementario (H.R.6069) en la Cámara de Representantes.
«Uno de los derechos humanos más sagrados es el derecho a practicar libremente la religión», afirmó el senador Budd en un vídeo en el que presentó la ley. «El gobierno chino ha violado estos derechos durante décadas, persiguiendo de forma rutinaria y atroz a los cristianos y otros grupos religiosos, desde colocando a los uigures en campos de concentración hasta prohibiendo a los cristianos celebrar servicios religiosos.»
«Por eso es tan importante mi proyecto de ley, la ‘Ley de Lucha contra la Persecución de Grupos Religiosos y China’. Este declara que la política de Estados Unidos es hacer que China rinda cuentas por los abusos contra los derechos humanos, utilizando tanto las palancas económicas como las negociaciones comerciales».
Según un comunicado de prensa del 27 de octubre, la legislación garantiza que las negociaciones comerciales de Estados Unidos con China incluyan condiciones para proteger la libertad religiosa, sigan designando a China como «país de especial preocupación» por la libertad religiosa y responsabilicen a los funcionarios chinos de graves violaciones de los derechos humanos.
«El gobierno chino tiene un pésimo historial de derechos humanos y ha perseguido a sus ciudadanos por practicar sus propias creencias religiosas durante demasiado tiempo», dijo el senador Tillis en una declaración que acompañaba la presentación del proyecto de ley. «Estados Unidos debería trabajar para que China rinda cuentas y tenga en cuenta el flagrante desprecio de China por la libertad religiosa a la hora de llevar a cabo cualquier negocio o negociación comercial en el futuro».
La legislación demostraría que existe un consenso en el Congreso para que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas emita una «condena formal» de las violaciones de los derechos humanos por parte de China, según el texto del proyecto de ley.
«Es el sentido del Congreso que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas debería emitir una condena formal a la República Popular China por el genocidio en curso contra los uigures y otros grupos religiosos y minorías étnicas y la persecución de los cristianos, Falun Gong, y otros grupos religiosos», dice el proyecto de ley.
A principios de este mes, China, que actualmente es miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, obtuvo tras unas elecciones otro mandato de tres años a partir de 2024. Los críticos han expresado su preocupación por el hecho de que gobiernos con pésimos historiales en materia de derechos humanos puedan formar parte del máximo órgano de derechos humanos del mundo.
Persecución en China
El senador Budd afirmó en su vídeo que la legislación también «arroja luz sobre las numerosas minorías religiosas de China que son encarceladas por sus creencias religiosas».
El proyecto de ley enumera varios nombres de personas que actualmente son perseguidas en China. Entre ellos está el pastor John Cao, un residente permanente estadounidense de Greensboro, Carolina del Norte, que fue condenado a siete años de prisión en China en marzo de 2018, bajo «cargos artificiosos de organizar cruces fronterizos ilegales».
Otro nombre mencionado en el proyecto de ley es el pastor Wang Yi, condenado a 9 años en China en diciembre de 201, bajo cargos de «actividad comercial ilegal» e «incitación a la subversión del poder del Estado», este último un cargo comodín que el régimen chino utiliza a menudo contra los disidentes.
China ha detenido arbitrariamente a más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas en la lejana región occidental china de Xinjiang, dice el proyecto de ley, antes de señalar dos leyes estadunidenses que han entrado en vigor en los últimos años: la Ley de Política de Derechos Humanos de los Uigures y la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso de los Uigures.
El proyecto de ley también dice que las autoridades del PCCh “continúan deteniendo a practicantes de Falun Gong y sometiéndolos a un trato duro e inhumano”.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua práctica espiritual china que consiste en lentos ejercicios de meditación y enseñanzas morales. Desde que el PCCh lanzó una campaña de su sistemática eliminación, en 1999, millones de practicantes de Falun Dafa han sido detenidos dentro de prisiones, campos de trabajo y otras instalaciones, y cientos de miles han sido torturados mientras estaban encarcelados, según el Centro de Información de Falun Dafa.
Minghui.org, un sitio web estadounidense que rastrea la persecución a Falun Dafa en China, informó de al menos 172 incidentes de practicantes de Falun Dafa perseguidos hasta la muerte en 2022. Durante los primeros seis meses de este año, el sitio web informó de al menos otras 120 muertes.
En julio, el representante Chris Smith (R-N.J.) y el senador Jeff Merkley (D-Ore.), presidente y copresidente, respectivamente, de la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC), emitieron una declaración pidiendo a China que “libere incondicionalmente” a todos los practicantes de Falun Gong detenidos, incluidos Xu Na, Deng Cuiping y Zhou Deyong.
El Sr. Zhou, cuya esposa e hijo ahora viven en Florida, fue condenado a ocho años de cárcel en abril.
«Es nuestra esperanza que al mantenernos firmes, el gobierno chino cambie de rumbo, revierta sus políticas represivas y permita que millones de minorías religiosas ejerzan las libertades que Dios nos ha otorgado», dijo el senador Budd en su video.
En una declaración que acompañó la presentación del proyecto de ley, el representante Alford indicó que la legislación está enviando un «mensaje claro: Estados Unidos no se quedará de brazos cruzados mientras las libertades religiosas están bajo ataque».
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