Un grupo de legisladores republicanos está introduciendo una legislación que despojaría a la China comunista de su estatus comercial permanente especial con Estados Unidos.
La “Ley de Relaciones Comerciales de China” fue presentada el 27 de enero por los senadores republicanos Tom Cotton (Ark.), Rick Scott (Fla.), Ted Budd (N.C.) y J.D. Vance (Ohio).
La legislación pondría fin al estatus permanente de China como “nación más favorecida” (NMF). En cambio, China tendría que buscar la aprobación presidencial anualmente para mantener su estatus de NMF.
“Durante veinte años, la China comunista ha tenido el estatus permanente de nación más favorecida, lo que ha potenciado la pérdida de empleos en la industria estadounidense”, dijo Cotton en una declaración preparada. “China nunca mereció este privilegio en primer lugar, y China ciertamente no lo merece hoy.
“Es hora de proteger los empleos estadounidenses y responsabilizar al Partido Comunista Chino por sus campos de trabajos forzados y sus atroces violaciones a los derechos humanos”.
Proyecto de ley para castigar al PCCh por abusos a los derechos humanos
El estado NMF, también conocido como relaciones comerciales normales (NTR), otorga a las naciones seleccionadas beneficios de libre comercio y reconoce que la nación receptora recibirá los mismos beneficios comerciales que cualquier otra nación con la designación.
El régimen comunista de China ha mantenido el estatus de NMF desde 1980, aunque ha habido numerosos esfuerzos durante décadas para revocarlo, particularmente después de la Masacre de la Plaza de Tiananmen, en 1989. El estado NMF/NTR del régimen fue hecho permanente por la administración Clinton en el año 2000.
Vance dijo que la designación le había permitido al régimen comunista de China desmantelar efectivamente el mercado laboral estadounidense y que es necesario deshacer ese estatus para resucitar las iniciativas manufactureras de EE.UU.
“En el estado de Ohio, hemos perdido más de 130,000 empleos desde que el Congreso cometió el catastrófico error de otorgarle a China privilegios comerciales especiales hace dos décadas”, dijo Vance. “He visto los efectos devastadores de esta pérdida de empleo de primera mano, y sé que ya es hora de que hagamos algo para revertir esa tendencia”.
“Esta legislación es un gran paso hacia la defensa de los empleos estadounidenses y la revitalización de nuestra capacidad de fabricación nacional”.
Alternativamente, los senadores Scott y Budd argumentaron que era inapropiado que Estados Unidos permitiera que el Partido Comunista Chino (PCCh) mantuviera el estatus de NMF permanente debido a sus continuos esfuerzos para socavar la seguridad nacional de Estados Unidos y su historial de violaciones a los derechos humanos en Xinjiang, lo cual Estados Unidos ha reconocido como un genocidio.
“El Partido Comunista Chino no es amigo de Estados Unidos y no es una fuerza para el bien en el mundo”, dijo Budd. “Desde los abusos a los derechos humanos hasta el robo de empleos y propiedad intelectual en Estados Unidos, el PCCh debe rendir cuentas. Una de las formas más efectivas de hacer retroceder al PCCh es promulgar el proyecto de ley del senador Cotton para poner fin al estado de Relaciones Comerciales Normales Permanentes de China”.
La Ley de Relaciones Comerciales de China, además de requerir la aprobación presidencial anual para el estatus de NMF, también ampliaría la lista de violaciones a los derechos humanos que podrían resultar en la terminación de dicho estatus.
Entre las violaciones que podrían hacer que se revoque el estatus NMF de China se encuentran el uso por parte del régimen de mano de obra esclava, los campos de concentración, la esterilización forzada, la sustracción forzada de órganos, los esquemas de represión transnacional y el espionaje económico contra Estados Unidos.
“Al PCCh le importa una cosa: Socavar a Estados Unidos”, dijo Scott. “No hay ninguna razón por la que Estados Unidos deba ayudar a la operación comercial de un gobierno comunista a través de un trato preferencial y el estatus de la ‘nación más favorecida’”.
“Eso es absolutamente absurdo cuando están trabajando contra nosotros. Es hora de anteponer los intereses estadounidenses, no los del PCCh, y revertir esta ley anticuada”.
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