Mientras el Partido Comunista Chino (PCCh) se prepara para celebrar esta semana su centenario, los legisladores estadounidenses presentaron el 25 de junio una resolución bipartidista que condena un siglo de graves abusos de los derechos humanos perpetrados por el régimen contra sus propios ciudadanos.
La resolución, encabezada por el representante Mike Gallagher (R-Wis.), enumera más de 30 atrocidades cometidas por el PCCh desde la década de 1930 hasta la actualidad y promete acompañar al «pueblo chino en su lucha por la libertad».
Entre ellas se destacan una serie de campañas desastrosas dirigidas por el primer líder del PCCh, Mao Zedong, como el movimiento masivo de reforma agraria chino de la década de 1940, en el que se golpeó y asesinó a millones de terratenientes y otras personas consideradas «burguesas» y el plan industrial del «Gran Salto Adelante», que pretendió desarrollar rápidamente la producción de acero de China, hasta alcanzar los niveles británicos o estadounidenses. El plan dio lugar al peor desastre de la historia moderna provocado por el ser humano, en el que decenas de millones de personas murieron de hambre. También se incluye la Revolución Cultural, que supuso la detención arbitraria, la tortura y la ejecución de otras decenas de millones de ciudadanos considerados «contrarrevolucionarios».
La sangrienta represión militar del PCCh contra los manifestantes estudiantiles desarmados durante la masacre de la plaza Tiananmen y sus actuales medidas represivas en Xinjiang y Hong Kong, también se mencionan en el proyecto de ley.
Gallagher señaló que los abusos del régimen en Xinjiang, Hong Kong y Tíbet en la actualidad «no son nada nuevo».
«Desde el principio, brutalizar a su propia población estaba incorporado en el ADN del PCCh. Para entender hacia dónde va el Partido, primero debemos entender su pasado», escribió en un tuit del 25 de junio.
El copatrocinador del proyecto de ley, el representante Michael McCaul (R-Texas), dijo que, a lo largo de su historia, el Partido «utiliza la brutal doctrina marxista para suprimir la libertad individual e impulsar atrocidades indecibles contra los derechos humanos».
«Ahora que utilizan el centenario para legitimar sus acciones malignas, es más importante que nunca tener clara la verdadera naturaleza del PCCh, que es la mayor amenaza para los cimientos de la democracia de nuestra generación», dijo McCaul en un comunicado.
El régimen chino está preparando grandes celebraciones para el 1 de julio, el centenario de la fundación del Partido. La plaza Tiananmen, el complejo de la Ciudad Prohibida y otros lugares de Beijing se cerraron por los preparativos, aunque el evento en sí mismo está envuelto en secretismo.
«Este centenario no es un motivo de celebración, sino un momento para reflexionar sobre los atroces actos que el Partido ha cometido y honrar a las decenas de millones de víctimas que sufrieron bajo el cruel régimen del Partido», dijo Gallagher en un comunicado.
La resolución pide al gobierno de Estados Unidos y a sus aliados que apoyen los derechos humanos en China, «incluso mediante el uso de la tecnología para apoyar y permitir la libertad de expresión». Los ciudadanos chinos carecen de acceso a la información sin censura ya que están aislados de la Internet global a través de la barrera del «Gran Cortafuegos» del régimen —el mayor bloqueo de Internet y sistema de censura del mundo.
En conclusión, el proyecto de ley afirma que «espera el día en que el Partido Comunista Chino deje de existir».
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