La economía de Estados Unidos demostró ser notablemente robusta en 2019, desafiando los temores de recesión que dominaron los titulares durante todo el año. La economía ha entrado en la expansión más larga en la historia de Estados Unidos, superando el auge económico de la década de 1990.
Los consumidores de Estados Unidos, impulsados por el fuerte mercado laboral, han seguido impulsando el crecimiento económico durante el año pasado en un contexto de débil sentimiento empresarial.
El aumento de las contrataciones y el incremento de los salarios han impulsado el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la economía estadounidense. El mercado de valores también aumentó constantemente durante todo el año, impulsando los ingresos de los hogares y permitiendo que la gente gaste más.
«El consumidor realmente está impulsando el crecimiento» y no se ve afectado por la debilidad en el sector de la fabricación, la exportación y la inversión empresarial, dijo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, durante una conferencia de prensa el 30 de octubre.
La disputa comercial con China tampoco afectó el gasto de los consumidores. A pesar de los aranceles a las importaciones chinas, los cambios en los precios minoristas se mantuvieron al ritmo de una inflación más amplia, principalmente debido a la devaluación de la moneda china, según los economistas.
La economía de Estados Unidos creció a una tasa anual de 2.1 por ciento en el tercer trimestre. Se prevé que el crecimiento para 2019 sea del 2.3 por ciento, más débil que el 3 por ciento del año pasado.
Sin embargo, la desaceleración es mundial y la economía estadounidense se mantuvo relativamente bien en comparación con otras economías avanzadas, según Gary Cohn y Kevin Hassett, exasesores económicos de la Casa Blanca.
Estados Unidos «es el único de un grupo de siete países que registrará un crecimiento superior al 2 por ciento este año», escribieron en un artículo de opinión del Wall Street Journal, agregando que la reforma tributaria aumentó la productividad y los salarios.
La economía de Estados Unidos se expandió durante 126 meses consecutivos, siendo diciembre el mes en el que se cumple un récord, la expansión más larga registrada. Y el país terminó una década entera sin entrar en una recesión, por primera vez en la historia, según un informe de CNBC.
Mientras tanto, la economía global registró su crecimiento más débil en los últimos 10 años, según el Fondo Monetario Internacional. El aumento de las tensiones comerciales, el mal clima de negocios, así como las debilidades específicas de cada país en los mercados emergentes, fueron un lastre significativo para el crecimiento global en 2019.
Trump llama a la economía de Estados Unidos, «la envidia del mundo».
También fue un buen año para las acciones estadounidenses. La valoración del mercado de valores de Estados Unidos aumentó a un récord de 1,5 veces el producto interno bruto.
Sin embargo, la desaceleración global y los riesgos comerciales afectaron la confianza empresarial en Estados Unidos. La guerra comercial con China, en particular, llevó a las empresas de Estados Unidos a frenar sus decisiones de inversión en 2019. No obstante, los economistas comenzaron a ver un lado positivo.
«La inversión en equipos de manufactura sigue siendo débil, en relación con la desaceleración global en la actividad manufacturera», escribieron economistas de Citigroup en un informe de perspectiva económica global.
«Sin embargo, hay indicios de que la debilidad global de la manufactura está tocando fondo», dijeron, y agregaron que un repunte en la actividad interna de Estados Unidos también podría impulsar la inversión en equipos y manufactura en la primera mitad de 2020.
Política de la Fed
A pesar de la sólida actividad económica, el riesgo a que aumente la desaceleración del crecimiento global y las tensiones comerciales llevaron al banco central de Estados Unidos a recortar tres veces su tasa de fondos federales de referencia en 2019. La Reserva Federal recortó su tasa de interés objetivo en 75 puntos básicos combinados en julio, septiembre y octubre.
Los funcionarios de la Fed, sin embargo, señalaron que el ciclo actual de reducción de tasas ha terminado. Afirmaron que la política monetaria está actualmente «en un buen lugar» y que sería necesaria una «reevaluación sustancial» de las perspectivas para facilitar aún más la política.
«Esto sugiere una barrera más alta» para futuras reducciones de tasas, sugirieron los economistas de Citigroup, pero agregaron que los recortes de tasas de interés serían más probables que los aumentos de tasas en 2020.
Dólar fuerte
La sólida economía de Estados Unidos ha seguido atrayendo inversiones de todo el mundo en 2019 debido a la seguridad percibida de los mercados estadounidenses. Como resultado, el dólar estadounidense ha subido a un récord en relación con las monedas de los mercados emergentes. Las tensiones geopolíticas también impulsaron la demanda del dólar.
El alto valor del dólar en relación con otras monedas probablemente continuará en 2020, según el Instituto de Finanzas Internacionales.
«El principal impulsor del dólar es el exceso de demanda de acciones y bonos denominados en dólares, y otros activos», dijo Robert Scott, economista principal del Instituto de Política Económica, a The Epoch Times.
«Tenemos un problema con la entrada de demasiado capital a Estados Unidos», dijo, y agregó que el déficit comercial se está ampliando a medida que el dólar fuerte sigue haciendo las importaciones más baratas y las exportaciones de Estados Unidos más caras.
Ganancias comerciales
En diciembre, el presidente Donald Trump obtuvo una importante victoria después que la Cámara de Representantes aprobara el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá. Además, Estados Unidos y China anunciaron que firmarían el acuerdo comercial de «fase uno» en enero.
Estos dos acuerdos permitirán a Trump entrar en 2020 con una economía muy fuerte, según Stephen Moore, economista y exasesor de campaña de Trump.
El estado de la economía es el factor primordial en la forma en que la gente vota, dijo Moore a The Epoch Times.
“Creo que los estadounidenses votan con sus bolsillos. ‘Es la economía, estúpido’», dijo, recordando el famoso lema acuñado por el estratega de campaña de Bill Clinton que resumió las elecciones de Clinton en 1992.
Los acuerdos comerciales aumentarían las posibilidades de reelección de Trump en 2020, dijo Moore.
Futuro fiscal
Si bien la economía se encuentra en una posición estable, el futuro fiscal merece más atención en 2020, según Jim Glassman, economista jefe de operaciones de banca comercial de JPMorgan Chase.
Justo a fines de noviembre, el déficit presupuestario del gobierno de Estados Unidos superó el billón de dólares por segundo mes consecutivo, debido a un aumento en el gasto federal. Y la deuda del gobierno federal superó los USD 23 billones por primera vez en la historia.
«Si bien los temores recesivos y otros temores económicos surgieron en 2019, la expansión demostró ser bastante resistente», escribió Glassman en un informe.
«Dicho esto, es posible que se necesiten reformas fiscales en 2020 para mantener a Estados Unidos en un camino sostenible».
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