La Policía del Capitolio de EE.UU. (USCP) anunció el miércoles que todas las vallas alrededor del perímetro exterior del complejo del Capitolio de EE.UU. han sido retiradas, ya que no hay ninguna amenaza creíble en este momento.
«Las carreteras afectadas han sido reabiertas. La USCP está preparada para reforzar rápidamente la seguridad en cualquier momento, si es necesario», escribió la Policía del Capitolio de EE.UU. en Twitter.
El vallado más cercano al edificio del Capitolio, el perímetro interior, permanecerá en su lugar al igual que las tropas de la Guardia Nacional. La USCP dijo que está trabajando con «las partes interesadas del Congreso y los miembros de la policía para reforzar nuestra posición de seguridad».
Durante el fin de semana, el Sargento de Armas Timothy P. Blodgett reconoció que no había ninguna «amenaza creíble» que justificara el vallado exterior.
Blodgett escribió en un correo electrónico al personal que la capa interior del vallado se mantendrá mientras el Arquitecto del Capitolio realiza reparaciones de seguridad, informó Roll Call.
El vallado adicional y las tropas de la Guardia Nacional se utilizaron después de la irrupción en el Capitolio de EE.UU. el 6 de enero, durante una sesión conjunta del Congreso en la que los miembros tenían la tarea de contar los votos electorales para confirmar al ganador de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
El proceso de certificación de votos del Colegio Electoral se detuvo temporalmente, pero una vez asegurado el Capitolio, los miembros trabajaron hasta la madrugada para proclamar ganador al presidente Joe Biden.
El FBI abrió una investigación sobre la irrupción y ha realizado cientos de detenciones tras el incidente. Tanto los republicanos como los demócratas condenaron la violencia y pidieron que se investigara a fondo lo ocurrido.
Poco después de la irrupción del 6 de enero, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), pidió una comisión de investigación al estilo del 11 de septiembre. Las conversaciones con los altos cargos republicanos de la Cámara de Representantes sobre una comisión bipartidista han fracasado.
Los líderes republicanos dijeron que se oponen a la composición y el alcance de la comisión propuesta por la presidenta, que estaría formada por siete demócratas y cuatro republicanos, con solo los miembros demócratas con poder de citación.
El senador Rob Portman (R-Ohio) miembro de rango del Comité de Seguridad Nacional del Senado, dijo que cualquier comisión al estilo del 11 de septiembre tendría que ser justa.
Portman dijo a los periodistas el 25 de febrero: «Cualquier comisión que establezcamos tiene que ser no partidista, no solo bipartidista, para tener legitimidad y poder hacer saber al pueblo estadounidense lo que ocurrió ese horrible día y cómo garantizar que no vuelva a ocurrir».
Y añadió: «Si vamos a hacer una comisión, espero que incluya a algunos expertos externos, porque esa podría ser la ventaja de una comisión, tener alguna experiencia de fuera del Congreso».
Mientras tanto, el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), ha dicho que la propuesta del presidente de la Cámara para la comisión era «partidista por diseño».
Portman dijo que varios comités del Senado ya están investigando lo sucedido el 6 de enero y espera que los miembros de la Cámara se unan al esfuerzo.
«Pero eso ya está ocurriendo, al menos aquí en el Senado, de hecho nos pusimos en contacto con la Cámara para pedirles que se unieran a nosotros en este proceso de la comisión que estamos haciendo ahora, y decidieron no hacerlo en este momento, pero esperaría que se unieran a nosotros, para hacerlo bicameral y bipartidista».
La senadora Amy Klobuchar (D-Minn.) dijo que, aunque apoya la idea de Pelosi para la comisión, quiere respuestas más inmediatas.
«Me gusta la idea de una comisión estilo 11-S, pero también queremos tener algo intermedio aquí», dijo a Politico, Klobuchar, presidenta del comité de reglas del Senado, que ya realizó una audiencia sobre el asunto. «Cuando veo a nuestros funcionarios en primera línea, no pueden esperar un año para recibir algunas sugerencias sobre lo que podemos hacer mejor».
La presidenta de la Cámara de Representantes ha indicado recientemente que la investigación sería realizada por tres comités de la Cámara: Administración, Apropiaciones y Seguridad Nacional (todas ellas presididas por demócratas), en lugar de la comisión del 11-S de estilo bipartidista.
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