Más de dos docenas de universidades estadounidenses celebraron acuerdos financieros con entidades con sede en China durante el año pasado, incluidas las gestionadas directamente por el Partido Comunista Chino (PCCh), según un nuevo informe.
El senador Marco Rubio (R-Fla.) criticó los acuerdos, que se cree que han supuesto para China más de 120 millones de dólares, como parte del esfuerzo del Partido Comunista Chino por suplantar a Estados Unidos como superpotencia mundial.
«El Partido Comunista Chino está aprovechándose de nuestras instituciones educativas y de investigación para robar nuestros secretos y ganar influencia», escribió Rubio en un correo electrónico. «Todo esto forma parte del plan de Beijing para superar a Estados Unidos como la nación más poderosa del mundo».
Según un reporte de Fox News y basado tanto en datos federales como en búsquedas en la base de datos de informes de donaciones y contratos extranjeros de las universidades, unas dos docenas de universidades estadounidenses revelaron lazos millonarios con entidades chinas, las cuales a menudo no fueron nombradas en el informe.
El mayor vínculo financiero detectado fue un acuerdo de 32 millones de dólares entre la Universidad de Houston y una entidad privada no identificada de China continental. La Universidad de Illinois en Urbana-Champaign realizó cuatro acuerdos por un valor combinado de más de 26 millones de dólares. El Instituto Tecnológico de Massachusetts celebró seis acuerdos con valor de más de 14 millones de dólares.
Ninguna de las universidades respondió a las solicitudes de comentarios antes de la publicación de este artículo.
Aunque las revelaciones ayudan a revelar la naturaleza a veces insidiosa de la influencia financiera extranjera en el sistema educativo de Estados Unidos, el verdadero alcance de los hilos monetarios que vinculan al mundo académico y al comunismo chino es probablemente mucho más amplio.
Por ejemplo, tras ser instado a investigar el asunto por la Administración Trump en 2020, el Departamento de Educación descubrió 6500 millones de dólares en regalos y contratos extranjeros no revelados en el sistema universitario estadounidense. Esa investigación descubrió que las universidades a menudo no declaraban la cantidad de dinero que recibían de entidades extranjeras o bien ignoraban la obligación legal de revelar esa información por completo.
También se descubrió que China aportó aproximadamente 1500 millones de dólares a las universidades estadounidenses en un periodo de seis años.
La infiltración del PCCh en las universidades estadounidenses está empezando a recibir un amplio reconocimiento, incluyendo sus esfuerzos por difundir propaganda procomunista. Con este fin, el Senado aprobó en 2021 una ley para frenar la influencia maligna de los llamados Institutos Confucio, centros de idiomas financiados por Beijing, en los campus de Estados Unidos, que han sido criticados por impulsar la propaganda del PCCh disfrazada de aprendizaje cultural y por suprimir la libertad académica en los campus universitarios.
Las agencias del gobierno de Estados Unidos han estado igualmente comprometidas en una lucha de años para erradicar los esfuerzos del PCCh por infiltrarse en las universidades de Estados Unidos con el fin de reunir y robar investigación y tecnologías de vanguardia. El esfuerzo ha descubierto varios casos de alto perfil en los que académicos estadounidenses supuestamente ocultaron grandes fondos y contratos que recibieron del régimen comunista de China.
Sin embargo, es importante destacar que la «Iniciativa sobre China» de la era Trump, un esfuerzo clave del Departamento de Justicia (DOJ) para frenar precisamente estos esfuerzos de espionaje, fue cancelada por la Administración Biden en febrero, tras las acusaciones de discriminación racial.
El DOJ declaró que no se habían encontrado pruebas de parcialidad durante una investigación interna, pero que pondría fin al programa de todos modos para mitigar su «dañina percepción de parcialidad».
Rubio dijo a The Epoch Times que la actual administración tendría que restablecer el programa si la nación quiere tener una oportunidad de luchar para frenar la maligna influencia del control comunista en las universidades estadounidenses.
«Estados Unidos debe centrarse en el Partido Comunista Chino y priorizar los recursos en consecuencia para combatir esta amenaza, incluyendo la reanudación de la Iniciativa sobre China inmediatamente», dijo.
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