Varios marineros y SEALs de la Marina presentaron una demanda contra la Administración de Biden por negarles exenciones religiosas a la orden de la vacuna contra el COVID-19 para los miembros del ejército, según un grupo legal que presentó la demanda en su nombre.
Los SEAL y los marineros anónimos presentaron su demanda ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en el Distrito Norte de Texas, Fort Worth, y nombraron al presidente Joe Biden, al secretario de Defensa Lloyd Austin y al secretario de la Marina Carlos Del Toro como demandados en el litigio.
Su demanda argumenta (pdf) que los demandantes buscaban una exención religiosa a la orden de vacunación del Pentágono, pero que se les negó el «derecho fundamental al libre ejercicio de la religión y la protección frente a una acción de la agencia que es ilegal, contraria a la ley y arbitraria y caprichosa».
Los abogados de los SEAL también hicieron referencia a recientes reportes de los medios de comunicación que citaban a un portavoz de la Marina diciendo que hasta la fecha, «se han adjudicado múltiples solicitudes de acomodación religiosa relacionadas con la orden de la vacuna COVID y ninguna ha sido aprobada todavía».
En un comunicado de prensa que acompaña a la demanda, First Liberty argumentó que, dado que la Marina no ha concedido una exención a la orden de la vacuna, esto sugiere que la Administración Biden está presuntamente intentando forzar la salida de cualquier miembro del servicio militar que rechace la vacuna.
«Esto parece ser un intento de purga ideológica», dijo en el comunicado Mike Berry, consejero general de First Liberty Institute. «Obligar a un miembro del servicio a elegir entre su fe y servir a su país es aborrecible para la Constitución y los valores de Estados Unidos (…) Después de todo lo que estos guerreros de élite han hecho para defender nuestras libertades, la Marina está ahora amenazando sus carreras, familias y economía. Es atroz y tiene que parar antes de que se haga más daño a nuestra seguridad nacional».
Un memorando emitido por Austin en agosto estipula que todos los miembros del servicio militar deben estar completamente vacunados contra el virus que causa el COVID-19. Los miembros del servicio de la Marina tienen hasta el 28 de noviembre para recibir las dos inyecciones de la vacuna ARNm o una sola dosis de la inyección de Johnson & Johnson.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Marina y el Departamento de Defensa para obtener comentarios sobre la demanda.
Según la demanda, cada uno de los SEAL, marineros u otros miembros del servicio de la Marina son protestantes, católicos u ortodoxos orientales.
Sus «creencias religiosas sinceras prohíben a cada uno de ellos recibir la vacuna COVID-19 por una serie de razones basadas en su fe cristiana revelada a través de la Santa Biblia y el discernimiento a través de la oración», dice la demanda.
Y los demandantes, según el litigio, creen que recibir la vacuna viola sus creencias religiosas porque el hecho de que haya sido «probada, desarrollada o producida utilizando líneas celulares de fetos abortados les obligaría a violar sus creencias religiosas sinceras al hacerles participar en la empresa del aborto, que creen que es inmoral».
Hace aproximadamente un mes, un abogado que representa a los SEAL en un caso distinto dijo al programa «Crossroads» de The Epoch Times que el ejército estadounidense está ignorando la protección contra el COVID-19 que proporciona una infección previa del virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
“Mis clientes están viendo por primera vez en el Ejército que la inmunidad natural no está siendo reconocida como una razón para una exención de la vacuna”, dijo R. Davis Younts, el abogado, el 13 de octubre.
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