Los legisladores del Senado del estado de Luisiana aprobaron el lunes un proyecto de ley para prohibir terapias hormonales, bloqueadores de la pubertad y cirugías de cambio de sexo para menores.
El proyecto de ley 648 de la Cámara de Representantes, conocido como «Stop Harming Our Kids Act» (Ley para dejar de dañar a nuestros hijos), se reactivó tras haber sido rechazado por el Comité de Salud y Bienestar del Senado el mes pasado. Ahora volverá a la Cámara para aprobar enmiendas menores.
La ley fue aprobada por los partidos con 29 votos a favor y 10 en contra. Si se aprueba en la Cámara, que ya votó abrumadoramente a favor del proyecto de ley, irá a la mesa del gobernador John Bel Edwards, un demócrata que apoya la «atención de afirmación de género» y se opone a esta propuesta.
Entre las enmiendas se incluye una disposición para retrasar la fecha de entrada en vigor de la ley hasta el 1 de enero de 2024.
No está claro si Edwards vetará la ley. Anteriormente, el gobernado promulgó una ley que prohíbe a los atletas transexuales participar en competiciones deportivas en Luisiana si su sexo biológico no coincide con la designación de género del equipo. Sin embargo, el año pasado vetó un proyecto de ley similar.
A fines de mayo, el proyecto de ley se encontró con un obstáculo fatal, el voto de desempate del senador estatal republicano Fred Mills, que tuvo que hacer frente a las críticas por su decisión, tomada tras un debate de tres horas en el Senado.
Mills, que preside la Comisión de Salud y Bienestar del Senado, reconoció el carácter polarizador de las cuestiones transgénero y afirmó que se basaba en «la ciencia y los datos y no en la presión política o social».
El fiscal general de Luisiana, Jeff Landry, candidato a gobernador por el Partido Republicano (GOP), y el GOP estatal instaron a los legisladores a reactivar el proyecto de ley y aprobarlo.
En los últimos tiempos, varios estados liderados por legisladores republicanos han introducido legislaciones con el objetivo declarado de salvaguardar a los menores de cirugías y tratamientos médicos transgénero potencialmente irreversibles. Estas medidas han suscitado debates entre los partidarios, que defienden la necesidad de prestar atención a los jóvenes transexuales, y los detractores, que afirman los daños potenciales que conllevan.
Aunque las principales asociaciones médicas consideran que los tratamientos de «reafirmación del género» son una atención estándar para las personas transgénero, se han dado casos de personas que se han sometido a dichos tratamientos y han expresado posteriormente su arrepentimiento. Estas personas, a menudo denominadas «detransitioners», han compartido sus experiencias y preocupaciones con los legisladores.
Ellos han abogado por la prohibición de cirugías y tratamientos de género para menores, afirmando que se enfrentaban a consecuencias negativas que afectaban a su bienestar general y a su calidad de vida. Algunos padres de menores transexuales también han expresado su preocupación, afirmando que sintieron presión para consentir la transición de sus hijos.
Hasta la fecha, al menos 16 estados han promulgado leyes que restringen o prohíben la administración de hormonas transgénero y otras intervenciones quirúrgicas y medicamentos irreversibles a menores. En particular, los tres estados vecinos de Luisiana han aprobado tales prohibiciones o están en proceso de hacerlo.
«Esto no es complicado. Los niños no deberían tener acceso a procedimientos médicos permanentes para afirmar una identidad que podrían dejar atrás», declaró el senador estatal republicano Jeremy Stine.
Según la normativa vigente en Luisiana, los menores de 18 años deben obtener el consentimiento paterno antes de poder acceder a terapias hormonales, bloqueadores de la pubertad y otros tratamientos para la disforia de género, que se caracteriza por la angustia ante una identidad de género que no coincide con el sexo biológico de una persona.
Proyecto de ley
Según el texto del proyecto de ley, la legislación prohíbe a los profesionales de la salud realizar acciones específicas destinadas a cambiar la apariencia física de un menor con el fin de afirmar su identidad de género, especialmente cuando no coincide con su sexo biológico.
Los médicos y profesionales de la salud podrían ver revocada su licencia médica durante al menos dos años si suministran determinadas hormonas o fármacos, realizan cirugías esterilizantes, crean genitales artificiales, extirpan partes sanas del cuerpo o llevan a cabo procedimientos quirúrgicos estéticos en menores.
Sin embargo, hay algunos casos en los que no se aplican estas prohibiciones. El proyecto de ley permite el tratamiento de menores que presenten trastornos del desarrollo sexual o trastornos del desarrollo sexual confirmados médicamente. Además, se permitiría el tratamiento de infecciones, lesiones, enfermedades o trastornos causados o agravados por acciones prohibidas por el proyecto de ley.
A los menores que ya estén sometidos a tratamientos que infrinjan la ley propuesta se les podrá reducir gradualmente la dosis de medicamentos hasta discontinuarlos. Este periodo no debe prolongarse más allá del 31 de diciembre de 2023.
La ley propuesta también permite emprender acciones legales a las personas que se hayan visto perjudicadas por infracciones a la ley. Pueden presentar demandas civiles para reclamar indemnizaciones por daños y perjuicios, solicitar órdenes judiciales que pongan fin a las acciones perjudiciales, solicitar declaraciones de sus derechos, solicitar el pago de sus honorarios legales y buscar otros recursos apropiados.
Con información de The Associated Press.
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