El senador Josh Hawley (R-Mo.) sigue esforzándose en el Capitolio por hacer responsable al Partido Comunista Chino (PCCh), que está en el poder, de sus acciones en el escenario mundial, incluida la censura de sus propios ciudadanos, que ha contribuido a la pandemia mundial del virus del PCCh, conocido comúnmente como el nuevo coronavirus.
El senador anunció el lunes un proyecto de ley de «Justicia para las Víctimas de COVID-19», pidiendo una investigación sobre el manejo del PCCh del brote de COVID-19 en Wuhan.
La legislación crearía un Grupo de Trabajo de Justicia para las Víctimas de COVID-19 en el Departamento de Estado, con el objetivo de asegurar las restituciones del gobierno chino.
Permitiría demandas contra el PCCh, despojando al régimen totalitario de su derecho a la inmunidad soberana. Entonces se podrían presentar demandas contra el PCCh «por acciones imprudentes», como la retención de información crucial y el silenciamiento de los denunciantes.
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«Hay pruebas abrumadoras de que las mentiras, el engaño y la incompetencia del Partido Comunista Chino hicieron que el COVID-19 pasara de ser un brote de una enfermedad local a ser una pandemia mundial», dijo Hawley en un comunicado.
«Necesitamos una investigación internacional para conocer el alcance total del daño que el PCCh ha infligido al mundo y luego necesitamos facultar a los estadounidenses y a otras víctimas de todo el mundo para que recuperen los daños».
«El PCCh desató esta pandemia. Deben rendir cuentas a sus víctimas».
Si se aprueba el proyecto de ley, también permitirá a los tribunales de los Estados Unidos congelar los activos del PCCh en los Estados Unidos en nombre de los demandantes.
El senador Hawley actualmente es miembro de los comités del Senado para la justicia, las fuerzas armadas, la seguridad nacional y los asuntos gubernamentales, las pequeñas empresas y el espíritu empresarial, y el Comité Especial sobre el Envejecimiento.
Hawley aparece a menudo en los titulares de los medios de comunicación en temas relacionados con el Partido Comunista Chino.
A mediados de marzo, interrogó de cerca a varios testigos durante una audiencia en el Senado sobre los peligros que representa para los estadounidenses la dependencia extrema de la nación respecto a los medicamentos y los suministros médicos fabricados en China.
Anteriormente, Hawley presentó otro proyecto de ley para una «Ley de Seguridad de la Cadena de Suministro Médico de 2020» que autorizaría a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) a exigir que los fabricantes «informen a la FDA sobre la escasez inminente o prevista de dispositivos médicos para salvar o mantener la vida, tal como lo hacen actualmente con los medicamentos farmacéuticos».
La medida permitiría a la FDA «agilizar el examen» de los dispositivos médicos esenciales que requieren aprobación previa a la comercialización, y daría a la agencia nueva autoridad para recopilar información de los fabricantes sobre las operaciones de éstos.
La información que se compilará incluye «el origen de los componentes, el origen de los ingredientes farmacéuticos activos, el uso de cualquier materia prima escasa y cualquier otro detalle que la FDA considere pertinente para evaluar la seguridad de la cadena de suministro de productos médicos de los Estados Unidos», según el proyecto de ley.
Hawley argumentó que la medida era necesaria porque Estados Unidos se ha convertido en casi totalmente dependiente de China para más de 150 fármacos, incluyendo antibióticos, genéricos y productos de marca.
En octubre de 2019, en el punto álgido de las manifestaciones masivas de millones de ciudadanos de Hong Kong que exigían la protección de sus libertades civiles contra los abusos del PCCh en China continental, Hawley expresó su apoyo volando hasta allí para escuchar a los múltiples líderes de las protestas. Publicó un video en Twitter hablando de su apoyo al movimiento.
Ese video dio lugar a un enfrentamiento con la jefa ejecutiva pro-PCCh de Hong Kong, Carrie Lam, que acusó a Hawley de ser «totalmente irresponsable» y de hacer acusaciones «infundadas» de que Hong Kong es un «estado policial».
Mark Tapscott contribuyó a la elaboración de este artículo.
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