WASHINGTON— Los legisladores estadounidenses están cada vez más preocupados por las nuevas normas de seguridad informática de China que ponen en riesgo de perder datos sensibles a las empresas estadounidenses.
En octubre de 2019, China aprobó una ley que entrará en vigencia el 1 de enero para regular la criptografía en el país asiático. La nueva legislación es la última de una serie de medidas de seguridad informática que Beijing ha estado implementando en los últimos años para controlar los datos y las comunicaciones dentro del gigante asiático.
Las nuevas normas son potencialmente alarmantes, ya que las empresas extranjeras que operan en China no podrán mantener sus datos en secreto ante el régimen comunista chino.
El senador Rick Scott (republicano de Florida), quien está observando de cerca los recientes movimientos de Beijing, instó a las compañías estadounidenses a dejar de trabajar con el régimen.
La nueva ley es el último instrumento que el régimen chino está utilizando «para robar la tecnología, la propiedad intelectual y los datos personales de Estados Unidos», dijo a The Epoch Times la oficina del senador Scott en un correo electrónico.
«El senador Scott ha sido claro en cuanto a que las empresas, los hospitales y las universidades estadounidenses deben estar en alerta y ser proactivos cuando se trata de la amenaza de la China comunista, y deben dejar de hacer negocios con el régimen».
Las empresas utilizan la tecnología de encriptación para proteger la confidencialidad de la información transmitida y almacenada en las redes. Sin embargo, ninguna empresa extranjera podrá encriptar sus datos o comunicaciones si China aplica las nuevas normas.
Scott, quien es un crítico abierto del régimen de Beijing, previamente advirtió que el objetivo de China comunista es «controlar el mundo entero».
«Creo que todos nosotros tenemos que entender que si le damos datos a China, ellos pueden usarlos en nuestra contra», dijo a CNBC el 18 de noviembre de 2019.
«Tenemos que ser absolutamente claros en que no vamos a hacer negocios con China y dejar que tengan nuestra información», señaló, pidiendo un mayor desacoplamiento —relajación de los vínculos comerciales y económicos— entre Estados Unidos y China.
Según Gordon Chang, escritor y experto en China, el objetivo de Beijing es controlar todas las comunicaciones, datos y otra información almacenada en forma electrónica que pertenezca a empresas extranjeras.
Ninguna información se mantendría en secreto si China aplica las nuevas normas, ya que las empresas tendrían que entregar claves de cifrado y se les podría prohibir el uso de redes virtuales privadas (VPN) para eludir las normas, dijo Gordon.
Además, el régimen chino puede compartir libremente los secretos comerciales de esas empresas extranjeras con las empresas controladas por el Estado chino, advirtió.
Chang cree que un proyecto de ley presentado por el Senador Josh Hawley (Republicano de Missouri) ayudará a contrarrestar la nueva amenaza.
Si el proyecto de Hawley se convierte en ley, significaría que las empresas estadounidenses tendrían que abandonar China, afirmó.
En noviembre de 2019, el senador republicano introdujo la medida, la Ley de Seguridad Nacional y Protección de Datos de 2019, que impide a las empresas estadounidenses transferir datos de usuarios o claves de cifrado a China. El proyecto de ley propuesto también prohíbe que las empresas estadounidenses almacenen datos en China.
Otros senadores que han firmado el proyecto de ley son el senador. Marco Rubio (republicano de Florida.) y el senador Tom Cotton (republicano de Arkansas).
«La ley actual hace que sea demasiado fácil para los gobiernos extranjeros hostiles como China acceder a los datos sensibles de los estadounidenses», dijo Hawley en una declaración. «Las empresas chinas con grandes cantidades de datos personales de estadounidenses están obligadas por la ley china a proporcionar esos datos a los servicios de inteligencia chinos».
Hawley expresó su preocupación por la posible influencia de Beijing debido a la popular plataforma de redes sociales TikTok, de propiedad china, que permite a los usuarios compartir videos, y a la decisión de Apple con respecto a las claves de cifrado de iCloud en China, calificándolas de amenazas a la seguridad nacional.
Para cumplir con las nuevas leyes chinas, Apple anunció en 2018 que transferiría la gestión de sus datos de iCloud en China a una empresa estatal local. La empresa de tecnología también declaró que almacenaría las claves de cifrado de iCloud para los usuarios chinos dentro de China, lo que suscitaba preocupaciones sobre el acceso del régimen chino.
«La ley china permite al Partido Comunista confiscar los datos de las empresas estadounidenses que operan en China cuando quiera y por la razón que quiera», declaró Hawley. «Esta legislación toma medidas cruciales para evitar que los datos sensibles de los estadounidenses caigan en manos de gobiernos extranjeros hostiles».
Beijing ha estado implementando políticas para administrar los datos, incluyendo la localización de los mismos, lo que obliga tanto a las entidades extranjeras como a las chinas a almacenar sus datos localmente. La reciente ley de encriptación ahora rige sobre cómo el régimen puede acceder a los datos.
Las empresas estadounidenses no saben exactamente cómo se implementarán y aplicarán estas leyes. Si las normas se aplican al máximo, tendrán repercusiones significativas para las empresas que operan en China, advirtieron los expertos.
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