Los líderes del Comité de Inteligencia del Senado se comprometieron a «llegar al fondo» de los misteriosos ataques de energía dirigida apodados «síndrome de La Habana», que al parecer están aumentando y se han relacionado con lesiones que dañan el cerebro.
El presidente del Comité de Inteligencia del Senado, el senador Mark Warner (demócrata de Virginia), y el vicepresidente, el senador Marco Rubio (republicano de Florida), confirmaron en una declaración conjunta el viernes que existe un aparente aumento de la incidencia de los ataques de energía dirigida contra personal estadounidense.
«Durante casi cinco años, hemos tenido conocimiento de informes de misteriosos ataques contra el personal del gobierno de Estados Unidos en La Habana, Cuba, y en todo el mundo», escribieron Rubio y Warner. «Este patrón de ataque a nuestros conciudadanos que sirven a nuestro gobierno parece estar aumentando. El Comité de Inteligencia del Senado tiene la intención de llegar al fondo de esto».
Su declaración se produce después de que los medios de comunicación dijeran que se habían producido incidentes con el sello de los ataques del «síndrome de La Habana» en Washington, incluso a las afueras de la Casa Blanca, y en Miami, Florida. Uno de los supuestos ataques energéticos tuvo lugar en el lado sur de la Casa Blanca en noviembre, y se cree que enfermó a un ayudante de la Casa Blanca, informó la CBS.
Las autoridades estadounidenses luchan por entender los misteriosos ataques desde que se notaron por primera vez en 2016, cuando el personal diplomático y de inteligencia en Cuba comenzó a reportar síntomas perturbadores que incluían presión o vibración en la cabeza, mareos, a veces seguidos de problemas visuales y dificultades cognitivas.
«Para algunos de estos pacientes, su caso comenzó con la aparición repentina de un ruido fuerte, percibido con características direccionales, y acompañado de dolor en uno o ambos oídos o a través de una amplia región de la cabeza», se lee en un estudio patrocinado por el Departamento de Estado sobre el fenómeno por la Academia Nacional de Ciencias.
Un comité de 19 expertos médicos y científicos que participó en el estudio consideró que la exposición a sustancias químicas, las enfermedades infecciosas y los problemas psicológicos podían estar detrás de los síntomas, pero concluyó que la causa más probable es una energía de microondas dirigida.
«En general, la energía radiofrecuencia dirigida, especialmente en los casos con las primeras manifestaciones, parece ser el mecanismo más plausible para explicar estos casos entre los que el comité ha considerado», según el informe.
El informe no sugería que la energía de microondas formara parte de un plan deliberado dirigido al personal de Estados Unidos, pero señalaba que «la mera consideración de tal escenario suscita graves preocupaciones sobre un mundo con actores malévolos desinhibidos y nuevas herramientas para causar daño a otros, como si el gobierno de Estados Unidos no tuviera ya las manos llenas con las amenazas de origen natural».
Rubio y Warner dijeron en su declaración que el Comité de Inteligencia del Senado «ya ha celebrado, y hará más audiencias de investigación sobre estos ataques debilitantes, muchos de los cuales resultan en casos médicamente confirmados de lesiones cerebrales traumáticas».
La Directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, no negó los informes de los ataques cuando fue interrogada esta semana, y dijo al Comité de Servicios Armados del Senado que no podía discutir el tema abiertamente porque implicaba información clasificada, según CNN. Haines calificó la cuestión de los misteriosos ataques de «importancia crítica» y añadió que «en toda la comunidad de inteligencia, francamente, los líderes están centrados en este asunto».
El director de la CIA, William Burns, durante su audiencia de confirmación ante el Comité de Inteligencia del Senado a finales de febrero, se comprometió a investigar el extraño fenómeno.
«Haré que sea una prioridad extraordinariamente alta llegar al fondo de quién es responsable de los ataques y asegurar que los colegas y sus familias reciban la atención que merecen», incluyendo el tratamiento en el Centro Médico Nacional Walter Reed y los Institutos Nacionales de Salud, dijo Burns en ese momento.
Warner y Rubio dijeron en su declaración que daban la bienvenida a la investigación renovada de la CIA sobre los incidentes, señalando que era importante «entender mejor la tecnología detrás del arma responsable de estos ataques».
«En última instancia, identificaremos a los responsables de estos ataques contra el personal estadounidense y les haremos rendir cuentas», dijeron.
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