Dos días y dos noches. Eso fue lo que tardaron más de 400 habitantes de un pueblo chino inundado en levantar los muros de una presa para proteger sus casas de la subida de las aguas. Los funcionarios tardaron solo unas horas en derribarlo.
Cuando los aldeanos protestaron, las autoridades les rociaron con gas pimienta.
Al desmantelar las fortificaciones, las corrientes de la inundación arrasaron el pueblo sin obstáculos, sumergiendo los cultivos en aguas que tenían 3.3 pies de profundidad y provocaron un corte en el suministro eléctrico y de agua.
La aldeana Wang Yan (seudónimo) lloraba mientras relataba a The Epoch Times el desesperante panorama en su pueblo natal de Qimen, en Henan, una provincia del centro de China, ahora inundada.
«Lo que he contado son todos los hechos, pero este contenido no se puede postear en Douyin», dijo en una entrevista, refiriéndose al nombre chino de la app para compartir videos TikTok.
Las autoridades también han estado liberando agua adicional desde aguas arriba, según Wang y su vecino Li Liang (seudónimo), quien describió el estado actual de la aldea como una isla solitaria.
«La única esperanza de los aldeanos es que aguas arriba viertan menos agua y no actúen con demasiada rapidez, para que aguas abajo tengan tiempo de drenar algo de agua», dijo Wang. De lo contrario, «estamos condenados».
Hasta la fecha, las inundaciones han afectado a unas 12.9 millones de personas, es decir, aproximadamente uno de cada nueve habitantes de la provincia, y han destruido unas 267,000 hectáreas de cultivos, según datos oficiales. La respuesta de las autoridades a la catástrofe, o la falta de ella, ha agravado sus problemas, según Wang y muchos otros.
Problemas con las donaciones
La Sociedad de la Cruz Roja de China, respaldada por el gobierno y no afiliada al Comité Internacional de la Cruz Roja, también se ha enfrentado a acusaciones de falta de transparencia.
Qiu Kai, un empresario de Zhengzhou, la capital y la ciudad más grande de Henan, vio inicialmente que la Cruz Roja había optado por enviar paquetes de ayuda para las inundaciones en nombre de una coalición de empresas. Tras hablar con un directivo de la Cruz Roja de Henan, donó 1 millón de yuanes (154,254 dólares) con el acuerdo de que tendría el control sobre el gasto del dinero. Pero después de enviar el dinero, lo único que recibió fue un recibo de la organización.
Frustrado, pidió al director de la organización benéfica que le devolvieran el dinero, y le dijeron que «no tenemos autoridad» y que «no podemos ocuparnos de ello». «Quizás el año que viene», le dijo la persona a Qiu. Éste canceló la cuenta de donaciones, frustrado.
La Cruz Roja china lleva años con problemas de credibilidad. Ha luchado por recuperar la confianza desde 2008, cuando gestionó mal los fondos de las donaciones destinados a los supervivientes de un terremoto de 8 grados de magnitud en la provincia de Sichuan, en el sureste de China.
Qiu ha comprado embarcaciones, bombas de agua, chalecos salvavidas, boyas y cuerdas por un total de más de 50,000 yuanes (7712 dólares), que tenía previsto donar a las autoridades locales, dijo. Pero lo han rechazado cada vez.
«No había nadie para recibir la mercancía», dijo a The Epoch Times. «No había nadie para recibir los artículos ni para firmar por ellos».
Qiu pasó siete horas solo en un centro de gestión de emergencias.
Acabó llamando al alcalde de la ciudad y a otros funcionarios y fue rechazado. Uno de los funcionarios le dijo que la ciudad estaba «relativamente estable ahora y que podía enviarlos a los lugares que más los necesitan».
«Hablé hasta el cansancio», dijo Qiu.
Gran parte de los paquetes de ayuda están ahora guardados en una bodega.
La ayuda de Beijing «no se ve por ninguna parte»
Docenas de equipos de rescate iniciados por civiles han llegado a la provincia para ofrecer ayuda.
Zhang Ye (seudónimo) forma parte de un equipo de rescate de la provincia vecina de Hunan. Zhang dijo que van a todas las casas arrasadas por las inundaciones para ver si hay alguien dentro. Luego llevan a los residentes a una zona más segura donde los voluntarios locales se hacen cargo.
Las autoridades «no se veían por ninguna parte» mientras llevaban a cabo las labores de rescate, dijo a The Epoch Times.
Los aldeanos los han recibido con entusiasmo, dijo Zhang, señalando que los niños locales han actuado como sus guías.
Con la ayuda de los habitantes, el 25 de julio su equipo rescató a unas 236 personas varadas en un pueblo —algunas desde sus tejados.
«La gente nos da indicaciones; nosotros simplemente corremos a donde sea necesario», dijo Zhang.
El sábado por la noche, el grupo de Zhang tuvo que evacuar el albergue organizado por los lugareños debido a la llegada de las aguas.
Se trasladaron a una gasolinera situada en el punto más alto del pueblo. Los lugareños les enviaron huevos frescos y mantas.
«Los aldeanos no querían que nos fuéramos, y les dijimos que no lo haríamos», dijo Zhang.
Durmieron poco tiempo. Cuando se levantaron alrededor de las 4 de la mañana, todos tenían una manta encima —obra de los agradecidos aldeanos.
Esto demostró lo «indispensable» que era su trabajo, dijo Zhang, señalando que solo «hacían lo que podían».
Con información de Gu Xiaohua.
Siga a Eva en Twitter: @EvaSailEast
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.