Testigo de Oath Keepers dice que él fue al Capitolio para ayudar si las cosas se salían de control

Por Madalina Vasiliu
13 de octubre de 2022 2:05 PM Actualizado: 13 de octubre de 2022 3:23 PM

WASHINGTON —Un miembro del grupo Oath Keepers testificó el 12 de octubre en un juicio en curso de conspiración sediciosa contra los Oath Keepers tras ser citado ante la corte federal y declaró que el 6 de enero de 2021 fue al Capitolio para ayudar si las cosas se salían de control.

Terry Cummings, de 66 años, quien sirvió durante 21 años para la Guardia Nacional Aérea en varios lugares clasificados, dijo que los Oath Keepers estuvieron presentes el 6 de enero de 2021 en Washington en caso de que personas inocentes resultaran heridas y la policía no interviniera.

Cummings se unió a la organización Oath Keepers en 2020, mientras vivía en Florida, estaba preocupado con lo que estaba ocurriendo en Oregón, donde nació, debido a las protestas de Antifa y Black Lives Matter. Él describió a Portland como una zona hermosa y segura, con festivales, pero luego surgió Antifa. «En algún momento, la gente tiene que ponerse de pie». A él le molestaba que las autoridades no hicieran nada al respecto.

La idea de venir a D.C. fue una oportunidad para expresar sus derechos de la Primera Enmienda, dijo Cummings. Él viajó con otros miembros de Oath Keepers de Florida.

Cummings trajo consigo un AR-15, pero la dejó en un hotel de Virginia. Él dijo que había muchas armas de fuego. «No había visto tantas armas en un mismo lugar desde que estaba en el ejército». Él sabía de la existencia de la Quick Reaction Force (Fuerza de Reacción Rápida) con sede en ese hotel y creía que solo utilizaban municiones en circunstancias exclusivamente defensivas. Cummings declaró que no llevó su arma de fuego a Washington porque la ley no se lo permitía.

También dijo que el gobierno le devolverá su arma de fuego una vez que la investigación de los Oath Keepers haya terminado. A petición de los fiscales, mostró su arma ante el jurado como prueba.

En la mañana del 6 de enero de 2021, él se encontraba en la Elipse, proporcionando seguridad a los VIP. Cummings y otros Oath Keepers tenían pases VIP que les permitían estar a 20 metros del presidente Donald Trump. Antes de que Trump terminara su discurso, Kelly Meggs, una miembro acusada en el juicio, les dijo que tenían que escoltar a una VIP a la zona del Capitolio. Cummings no recordaba su nombre y la describió como una mujer latina.

Mientras tanto, dijo Cummings, Kelly recibió un mensaje de que «ellos han irrumpido en el Capitolio». Cummings y otros miembros de los Oath Keepers continuaron caminando hacia el Capitolio.

Aunque sabía lo que significaba la palabra irrumpir, no entendía lo que estaba pasando, declaró Cummings. El estuvo mirando alrededor de los terrenos del Capitolio, observando. Dijo que vio a la gente tratando de escalar los muros del lado oeste, pero ninguna de esas personas era del grupo Oath Keepers.

«¿Hubo alguna conversación para proteger a la policía?», preguntó Louis Manzo, un fiscal. Cummings no lo recuerda, pero dijo que «si alguien necesitaba ayuda, probablemente le ayudaríamos».

Phillip Linder, un abogado defensor, preguntó a Cummings si durante su viaje de Florida a Washington, había oído hablar de asaltar el Capitolio el 6 de enero. Él respondió que no. Linder también le preguntó si él y otros miembros de Oath Keepers empezaron a caminar más rápido cuando Meggs recibió el mensaje sobre la irrupción en el Capitolio. Cummings respondió que ya estaban caminando a un ritmo rápido, pero que no lo aumentaron cuando Meggs recibió el mensaje.

El abogado defensor, Bradford Geyer, preguntó a Cummings si había oído a los Oath Keepers mencionar la «insurrección» o el ataque a la policía. Él dijo que no.

Otro abogado defensor le preguntó si había recibido instrucciones de los Oath Keepers para activar la Fuerza de Reacción Rápida el 6 de enero. Cummings respondió que no.

Los fiscales mostraron mensajes en Signal de Stewart Rhodes a los Oath Keepers de Florida, un chat de grupo en Signal, del que Cummings formaba parte. Él no recordaba haber leído esos mensajes.

Cummings no fue imputado de ningún delito.

El gobierno estadounidense acusó a Rhodes, a Meggs y a otros tres acusados en el juicio de conspiración sediciosa, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, complicidad, conspiración para impedir que un funcionario cumpla con sus obligaciones, destrucción de propiedad gubernamental, desorden civil y manipulación de documentos.


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