Las autoridades de Texas comenzaron a arrestar a inmigrantes ilegales a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México por cargos de invasión de propiedad, según el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien luego de culpar a la administración Biden por el aumento de la inmigración ilegal, puso en marcha su propio plan de seguridad fronteriza para reprimir los cruces ilegales.
«Texas comenzó a arrestar a los inmigrantes ilegales que ingresan en Texas o que cometen actos de vandalismo contra la propiedad y las vallas. Ellos ahora son enviados a esta cárcel en lugar de ser liberados como lo ha estado haciendo la administración Biden. Estamos añadiendo más policías, la Guardia Nacional y cárceles», dijo Abbott en Twitter el jueves.
Hasta ahora, al menos 10 personas fueron encarceladas y hay más en camino, dijeron las autoridades el jueves. Los detenidos se encuentran en lo que había sido una prisión estatal vacía en Dilley, Texas, a unos 100 millas al norte de la ciudad fronteriza de Laredo, según Robert Hurst, portavoz del Departamento de Justicia Penal de Texas. El centro reconvertido podrá albergar a más de 950 personas, dijo.
El fiscal del condado de Val Verde, David Martinez, dijo que todos los detenidos hasta ahora son hombres adultos solos y que por la información que recibió la semana pasada, el número de detenciones de inmigrantes ilegales podría llegar a ser de 100 a 200 al día
Las detenciones ponen en marcha los planes que Abbott anunció por primera vez en junio, cuando organizó la Cumbre de Seguridad Fronteriza en Del Río, durante la cual dijo que las personas que entraran ilegalmente en Texas serían objeto de arresto por invasión de propiedad.
«Las políticas de fronteras abiertas del presidente Biden provocó una crisis humanitaria en nuestra frontera sur, ya que en Texas se registran niveles récord de inmigrantes ilegales, drogas y contrabando», dijo Abbott en una declaración del 10 de junio. «Aunque asegurar la frontera es responsabilidad del gobierno federal, Texas no se quedará de brazos cruzados mientras esta crisis crece. El estado está trabajando en colaboración con las comunidades impactadas por la crisis para arrestar y detener a los individuos que llegan a Texas ilegalmente».
Durante la cumbre, Abbott dijo que ordenó a la Comisión de Estándares Carcelarios de Texas y a la Comisión de la Aplicación de la Ley de Texas que trabajen con los condados en establecer centros de detención alternativos con el objeto de asegurar suficiente capacidad carcelaria para albergar a los inmigrantes ilegales arrestados por traspasar la frontera.
«Nuestros esfuerzos solo serán efectivos si trabajamos juntos para asegurar la frontera, realizar arrestos criminales, proteger a los propietarios, librar a nuestras comunidades de drogas peligrosas y proporcionar a los texanos el apoyo que necesitan y merecen», dijo Abbott en ese momento. «Esta es una crisis sin precedentes y Texas está respondiendo con el plan fronterizo más robusto y completo que la nación haya visto jamás».
Los inmigrantes ilegales arrestados por las tropas estatales por entrar sin autorización comenzaron a verse en la antigua prisión el martes. Los funcionarios de la prisión dijeron en una declaración que los preparativos para la instalación de Dilley incluían aire acondicionado temporal —que muchas prisiones de Texas no tienen en las áreas de vivienda— y la capacitación y entrega de licencias a los carceleros.
Abbott también anunció que Texas continuará con la construcción del muro fronterizo del expresidente Donald Trump y pidió a otros gobernadores que desplieguen miembros de sus fuerzas policiales y de la Guardia Nacional en la frontera sur.
«En ausencia de la administración Biden, Texas está dando un paso adelante para hacer el trabajo construyendo el muro fronterizo», dijo Abbott en una declaración del 16 de junio. «A través de este esfuerzo integral de seguridad pública, aseguraremos la frontera, frenaremos la afluencia de inmigrantes ilegales y restableceremos el orden en nuestras comunidades fronterizas».
Los funcionarios federales de inmigración anunciaron recientemente que en junio detuvieron a 188,829 personas que cruzaron ilegalmente la frontera suroeste, en comparación a las 180,034 de mayo. La cifra incluye más de 15,000 menores no acompañados, más de 55,000 unidades familiares y más de 117,000 adultos solos.
Con información de The Associated Press.
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