En esta serie, evaluamos algunos de los efectos adversos menos conocidos pero frecuentes que están apareciendo en la literatura de investigación, así como en las consultas de los médicos y, lo que es más importante, cómo afrontarlos y reducir los riesgos.
«No puedo quedarme con esto para siempre. Voy a perder la cabeza», pensó Mary, angustiada.
A pesar de sus pensamientos, el sordo zumbido de sus oídos persistía como un despertador que no podía silenciarse, segando su concentración.
El tinnitus de Mary empezó una hora después de recibir su primera dosis de COVID-19 de Pfizer en el verano de 2021. Inmediatamente se puso en contacto con la farmacia donde la vacunaron, y le dijeron que el tinnitus no era un efecto secundario de la vacuna contra COVID-19.
Sin embargo, una búsqueda en Google mostró que muchas personas hablaban de esta afección en foros. Algunas estaban gravemente incapacitadas por esta afección. Un pariente médico cercano le dijo a Mary que iniciara inmediatamente una terapia con corticoides para revertir el tinnitus, pero sus síntomas no mejoraron.
«Al principio me quejaba mucho», cuenta Mary, que no quiere revelar su apellido, a The Epoch Times por teléfono, «sobre todo las dos primeras semanas».
«Lloraba. Me derrumbé».
Aparte de la sombría realidad de que su tinnitus probablemente sería permanente, otra preocupación de Mary era si debía recibir su segunda dosis primaria para estar completamente vacunada. Le preocupaba que la dosis adicional empeorara la situación, y también temía que la obligaran a ello.
A pesar de su angustia, Mary se dio cuenta de que no podía hablar abiertamente de sus preocupaciones con sus profesionales sanitarios, amigos y familiares.
«Me sentía cómoda diciendo que tenía tinnitus, pero me daba miedo decirle a la gente que empezaba una hora después de la vacuna. … No quería que la gente pensara que soy antivacunas», dijo.
«Pero es mi propia experiencia, y el hecho de que tuviera miedo de decirlo es realmente triste».
¿Provocan tinnitus las vacunas contra COVID-19?
El tinnitus es la presencia de zumbidos en ausencia de sonido. Investigaciones recientes sugieren que el tinnitus es principalmente neurológico, aunque cómo y por qué se produce sigue siendo un misterio.
Factores como la edad avanzada, la exposición a sonidos fuertes, deficiencias nutricionales, enfermedades autoinmunes, infecciones y enfermedades del oído suelen estar relacionados con él.
Los síntomas relacionados con el tinnitus incluyen la pérdida de audición, así como la hiperacusia, en la que los sonidos del entorno pueden parecer excesivamente altos o insoportables.
Mary Kelley, enfermera, desarrolló pérdida de audición y después tinnitus tras la segunda y tercera dosis de la vacuna contra COVID-19. Formaba parte de la primera oleada de afectados por la vacuna. Formó parte de la primera oleada de vacunación entre los trabajadores sanitarios y había recibido su segunda dosis primaria en enero de 2021.
En los meses siguientes, Kelley tuvo problemas para oír a la gente en varios momentos. Recordaba cómo sus compañeros de trabajo y su familia bromeaban: «¡Mary, estás sorda!».
Cuando se impusieron las dosis de refuerzo, Kelley tomó la tercera dosis en febrero de 2022 y, en cuestión de horas, le aparecieron zumbidos en el oído derecho que parecían alarmas de incendio.
Kelley dice que es capaz de bloquear el tinnitus de sus pensamientos, afirmando que la pérdida de audición afecta más a su trabajo que el tinnitus. Pero para algunas personas el ruido es muy debilitante, ya que les hace perder la concentración y el sueño.
Las vacunas de ARNm contra COVID-19 se han relacionado con el tinnitus, aunque todavía no se ha determinado si la asociación es causal o casual. El reportaje exclusivo de The Epoch Times reveló que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. ya han detectado el tinnitus como una señal de seguridad entre cientos de señales de seguridad tras la vacunación con ARNm.
Un estudio publicado en la revista Laryngoscope analizó a casi 2.6 millones de individuos a través de datos de registros sanitarios electrónicos y descubrió que, en el caso de las personas a las que nunca se les había diagnosticado tinnitus previamente, el 0.038 por ciento de ellas desarrollaría tinnitus tras la administración de una única dosis de la vacuna contra COVID-19 de ARNm. En comparación con la primera dosis de las vacunas contra COVID-19, otras vacunas contra la gripe y la DTPa, así como la vacuna antineumocócica, presentaban un mayor riesgo de tinnitus.
Las infecciones por COVID-19 también se han relacionado con el tinnitus, y un estudio descubrió que más del 20 por ciento de los individuos desarrollan tinnitus.
Shaowen Bao, investigador del tinnitus y profesor asociado de neurociencia y fisiología de la Universidad de Arizona, declaró a ABC15 que el tinnitus postvacunal puede estar relacionado con la inflamación debida a la respuesta inmunitaria desencadenada por las vacunas de ARNm. No obstante, también pueden estar implicados otros mecanismos.
Las vacunas desencadenan reacciones autoinmunes al forzar a las células sanas a producir proteínas víricas, lo que provoca que el sistema inmunitario ataque a estas células.
El tinnitus se ha relacionado con enfermedades autoinmunes que dañan los nervios, como el Alzheimer y el Parkinson, así como con enfermedades que no afectan a los nervios, como el lupus y la enfermedad de Crohn.
Del mismo modo, las proteínas de espiga de las vacunas COVID-19 son propensas a causar microcoágulos. Los microcoágulos pueden hacer que la sangre sea más viscosa, ralentizando el flujo sanguíneo, reduciendo así el intercambio de oxígeno en la sangre y provocando estrés en los nervios y las células de los oídos.
Se han notificado más de 17,000 casos de tinnitus en el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS) en relación con las vacunas contra COVID-19, lo que representa más del 80 por ciento de todas las notificaciones de tinnitus en todo el sistema VAERS.
Sin embargo, las cifras reales pueden ser aún mayores, no solo porque los informes al sistema VAERS son significativamente infradeclarados, sino también porque el tinnitus tiende a ser infradeclarado en la población general.
El tinnitus postvacunal «definitivamente no se ha notificado lo suficiente», declaró a The Epoch Times Jackie Clark, audióloga y profesora de la Universidad de Texas. Al margen de las vacunas, «hay mucha gente que simplemente dice: ‘Oh, pensaba que eso era normal'».
Algunas personas son menos observadoras de los cambios en su cuerpo y ni siquiera se darían cuenta de su tinnitus.
Clark señaló que, entre sus estudiantes de audiología y pacientes del Centro Callier de Trastornos de la Comunicación, ha observado menos casos de tinnitus en personas que experimentan síntomas después de la vacunación en comparación con después de la infección por COVID.
No hay recuperación prometida para el tinnitus
Clark advierte que no existe cura conocida para el tinnitus y que lo mejor para muchas personas es encontrar una forma de vivir cómodamente con él.
Dado que el tinnitus se acentúa más en un entorno silencioso, algunas personas han descubierto que si ponen música suave o introducen ruidos ligeros en su entorno, su mente se aleja del tinnitus. El uso de audífonos puede ayudar a las personas con pérdida de audición y tinnitus al aumentar los sonidos de fondo para anular el tinnitus.
Estos consejos han ayudado a algunas personas cuyo tinnitus no es tan grave.
«El tinnitus ha sido siempre la perdición de la medicina entre otorrinolaringólogos y neurólogos», explica a The Epoch Times el Dr. Robert Lowry, neurólogo experto en conmociones cerebrales. «Nadie sabe nunca qué hacer con ella».
No obstante, algunos estudios sugieren que la intervención de terapias que corrijan los problemas de salud subyacentes puede resolver también el tinnitus.
Algunos estudios descubrieron que corregir las deficiencias de vitaminas del grupo B reducía la gravedad del tinnitus en algunas personas. Se ha demostrado que los aerosoles nasales de oxitocina, que permiten una estimulación nerviosa inmediata, ayudan con el tinnitus. Esta terapia no es adecuada para mujeres embarazadas.
La neuróloga Dra. Diane Counce dijo que otro tratamiento que está estudiando actualmente es la estimulación cerebral no invasiva, que también ha demostrado mejorar el tinnitus. Sin embargo, esta terapia es muy cara y, puesto que no está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. para tratar el tinnitus, es posible que el seguro no la cubra.
Del mismo modo, la cirugía y los antidepresivos también han mostrado beneficios limitados.
Tratamientos dirigidos a los mecanismos subyacentes
Dado que el tinnitus postvacunal puede deberse a diversas causas, Counce examina los síntomas que acompañan al tinnitus para determinar la causa raíz de la afección.
Por ejemplo, un tinnitus asociado a falta de aire e intolerancia al ejercicio puede ser un indicio de que los niveles de oxígeno de la persona son bajos debido a la formación de microcoágulos. Por lo tanto, para el tratamiento de ese paciente se recomendarían anticoagulantes como la aspirina, con suplementos de nattocinasa y serrapeptasa.
Para los pacientes que presentan signos de autoinmunidad, como lesiones nerviosas, el tratamiento prescrito puede ser una infusión intravenosa de anticuerpos.
El Dr. Syed Haider, internista certificado, dice que suele empezar a administrar ivermectina a sus pacientes. Contó que al principio tuvo un paciente cuyo tinnitus era tan grave que pensó en suicidarse. Sin embargo, después de que Haider le administrara ivermectina, su tinnitus desapareció.
Haider también ha creado su propio protocolo de suplementos que recomienda tanto a pacientes de larga duración como a los postvacunas, y que incluye diversos extractos de hierbas naturales, vitaminas, minerales y otros suplementos. Cada uno de ellos ayuda a corregir diversos problemas de salud, incluido el tinnitus.
Haider afirma que algunos pacientes responden al primer suplemento que prueban, mientras que otros prueban varios hasta encontrar el que mejor les funciona. Algunos solo responden cuando la terapia se administra en dosis altas.
Los bloqueos ganglionares, que suelen ser inyecciones que bloquean el dolor, también han dado lugar a una reversión completa del tinnitus en algunos pacientes, dijo Haider. Esto puede deberse a que la terapia bloquea el sistema nervioso simpático y, por tanto, permite al cuerpo descansar y recuperarse.
No obstante, Clark advirtió contra las terapias de tratamiento que «prometen» una cura definitiva, señalando que los tratamientos que garantizan mayores probabilidades de éxito han sido las terapias de modificación del comportamiento que implican que la persona simplemente se acostumbre al tinnitus.
Los vacunados «sufren solos»
Desde entonces, Mary se ha unido a un grupo de apoyo en línea sobre tinnitus para personas vacunadas.
Encontrar a personas que han sufrido por el mismo motivo ha permitido a Mary aceptar su lesión vacunal y seguir adelante con su vida.
Después de leer historias compartidas por otras personas mucho más debilitadas por el tinnitus, Mary dice que está muy agradecida de que su tinnitus haya sido soportable.
También forma parte de otro grupo de apoyo para personas con lesiones por vacunas y de larga duración.
Mary expresó que, aunque los pacientes de largo recorrido y los lesionados por vacunas también sufren por su afección y por la falta de investigación, sus experiencias son validadas y reconocidas, mientras que los acontecimientos adversos debidos a las vacunas pueden descartarse por ser poco frecuentes.
«Las personas que sufren lesiones por vacunas, en muchos casos están sufriendo solas», dijo Mary. «Incluso si un efecto adverso de una vacuna es realmente raro, eso no significa que tengamos que descartarlo. Sigue mereciendo reconocimiento, validación, investigación, apoyo y ayuda».
Siguiente: Tres días después de la vacuna, Jessica Sutta, antigua miembro de las Pussycat Dolls, se despertó con «los espasmos musculares más insoportables», como nunca antes había sentido.
Anteriormente: Mike Belcher, representante republicano del estado de New Hampshire, sufre migrañas oculares desde hace casi dos años. En abril de 2021 se vacunó por primera vez con la vacuna de ARNm contra COVID-19 de Pfizer, y desde entonces las cosas no han vuelto a ser como antes.
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