Todos los ojos puestos en Peter Navarro para reformular relaciones comerciales de EE.UU. con China

El ex académico y actual asesor comercial busca tener un enfoque más confrontativo hacia el agresivo régimen chino

Por Paul Huang - La Gran Época
14 de marzo de 2018 10:59 PM Actualizado: 15 de marzo de 2018 1:38 AM

El asesor comercial del presidente Donald Trump, Peter Navarro, conocido por apoyar una visión de línea dura de las relaciones de Estados Unidos con China en materia de comercio y otras cuestiones,  ejercerá una influencia más grande en la administración tras la salida de otro asesor económico de alto nivel que favorecía un enfoque conciliador con China.

La renuncia de Gary Cohn (el 6 de marzo) quien fue director del Consejo Económico Nacional desde el principio de la presidencia de Trump, fue provocada por la confrontación de Cohn con el presidente en el Despacho Oval sobre la decisión de Trump de imponer altos aranceles al acero y aluminio.

Gary Cohn, un ex banquero de Goldman Sachs y partidario del sistema comercial existente, desde hace más de un año está en una disputa con Navarro, una de las figuras más prominentes de la administración que impulsa la promesa de campaña de Trump sobre reformular las relaciones comerciales de Estados Unidos con China.

La salida de Gary Cohn podría ser la señal de un dramático regreso para Navarro, quien durante unos meses del año pasado, casi desapareció de la vista pública cuando el Consejo Nacional de Comercio que dirigía, fue disuelto y absorbido bajo la oficina de Gary Cohn en abril. La medida fue interpretada por muchos como una señal de que la facción de Gary Cohn había ganado en la lucha interna de la Casa Blanca.

Al menos dos fuentes que mantuvieron un estrecho contacto con Navarro el año pasado, informaron a La Gran Época que estaba bajo mucho estrés, pero que persistía para contrarrestar a aquellos en la administración que “se beneficiaron haciendo negocios con China”. Con Gary Cohn fuera de escena, los observadores ahora apuntan a que Peter Navarro tendrá un papel más importante en la configuración de las políticas de la administración.

Opiniones sobre China

Lo que cambió el equilibrio de poder dentro del Despacho Oval fue probablemente no solo la disputa por los aranceles sobre el acero y aluminio, sino el hecho de que la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que específicamente identificó a China como un rival estratégico, resonó con la visión de larga data de Peter Navarro que China se estaba expandiendo no solo militarmente, sino también económicamente para desafiar a Estados Unidos.

Peter Navarro, economista formado en Harvard y ex profesor de la Universidad de California-Irvine, fue apodado por algunos como “el economista más impopular” por sus opiniones poco ortodoxas sobre China. Antes de unirse a la campaña de Trump en 2016, Navarro era reconocido por sus libros “Death by China” (coautor Greg Autry) y “Crouching Tiger” (coautor Gordon G. Chang), ambos se convirtieron en películas documentales que fueron ampliamente vistas. Ambos libros advierten sobre la necesidad de contrarrestar una China agresiva.

En “Muerte por China”, Navarro argumentó que el ascenso económico de China a través del sistema de comercio internacional no logró convertir a China en una sociedad más libre y abierta que muchos en Occidente esperaban. Por el contrario, permitió al régimen comunista chino aprovechar y explotar los beneficios del sistema comercial liderado por Estados Unidos y al mismo tiempo crear un Estado autoritario mejor financiado y mejor equipado que ahora está comprometido con la expansión y agresión militar en todo el mundo.

Muchos economistas rechazaron las publicaciones de Navarro que criticaban las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China por considerarlas meramente polémicas en lugar de  trabajos académicos, mientras que otros dijeron que de vez en cuando, Navarro, había exagerado los hechos para adaptarlos a su relato, como por ejemplo: la acusación de que China todavía seguía infravalorando su moneda.

Sin embargo, parece que los puntos de vista de Peter Navarro  influenciaron al presidente estadounidense a través de los años y ahora tienen un amplio eco entre los funcionarios de la administración Trump.

‘No toleramos más’

“La Organización Mundial del Comercio creó China”, pronunció Trump, a los miles de asistentes a la Conferencia de Acción Política Conservadora el 23 de febrero, respaldando claramente la opinión cautelosa de Navarro sobre la OMC. “Desde entonces China fue un cohete. Y ahora, el año pasado, tuvimos un déficit comercial de casi 500.000 millones de dólares con China”.

Navarro declaró a CNN el 4 de marzo: “Lo que creo que el presidente quiere hacer en términos de la Organización Mundial del Comercio es enviar una señal muy fuerte… de que no vamos a tolerar más”.

“Gran parte del problema fue la Organización Mundial del Comercio (OMC), que tiene más de 160 países y muchos de ellos simplemente no nos quieren”.

Después de haber logrado imponer aranceles punitivos contra China sobre el acero y el aluminio, Navarro ahora quiere castigar a China por su robo de propiedad intelectual contra Estados Unidos. Un alto funcionario comercial de la Casa Blanca señaló que el próximo paso para nivelar el campo de juego en el comercio con China será impedir que siga erosionando aún más por la fuerza, la ventaja técnica de Estados Unidos, informó el Washington Free Beacon.

“China es un actor muy malo cuando se trata de prácticas comerciales a través de muchas cosas, pero nada es más importante a corto plazo que abordar el robo de nuestra propiedad intelectual y la transferencia forzada de nuestra tecnología”, señaló Navarro en Fox Business Network.

Mientras que la opinión de Navarro sigue siendo heterodoxa entre la mayoría de los economistas, un número creciente de expertos en seguridad nacional también comenzaron a cuestionar la naturaleza y la intención de las relaciones económicas de China con Estados Unidos y el mundo.

“A pesar de su retórica, los líderes chinos consideran que el comercio y la inversión son áreas de competencia estratégica en lugar de una simple ‘cooperación en la que todos ganan’”, afirmó Aaron Friedberg, profesor de la Facultad Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton, en un testimonio ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, el 15 de febrero pasado. “Hay muy poca evidencia de que vayan a abandonar su enfoque actual”.

Por su parte, Navarro no limita su contraataque contra China a la sola esfera económica. Ha convencido exitosamente a Trump para que firme una orden ejecutiva que contempla una amplia revisión de la base industrial de defensa de la nación; medida que se hizo eco en la preocupación de muchos, sobre que la industria de defensa estadounidense no es lo suficientemente robusta como para lidiar con el crecimiento militar Chino.

 

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